ARTÍCULOS

Intervenciones a la materialidad de la edición infantil. El caso de la manipulación digital de los Libros del Rincón en contexto de pandemia

Interventions to the materiality of children’s edition. The case of the digital manipulation of the Libros del Rincón in the context of a Pandemic

Paola Ramírez Martinell
CINVESTAV, Departamento de Investigaciones Educativas, México | 
Marina Garone Gravier
UNAM. Instituto de Investigaciones Bibliográficas, México | | mgarone@unam.mx / https://orcid.org/0000-0002-5981-9243

Recepción: 02 Diciembre 2021

Aprobación: 16 Mayo 2022


Resumen: Desde inicios del 2020, en paralelo al confinamiento sanitario por Covid, en redes sociales han circulado vínculos para descargar títulos pertenecientes a la colección de los Libros del Rincón, los cuales nutren las bibliotecas de las escuelas públicas mexicanas de nivel básico. La revisión aleatoria y el análisis descriptivo de 100 de estas obras nos ha llevado a corroborar que la digitalización no solo se trata de un proceso de conversión mecánica de lo análogo a lo digital, sino de una operación que involucra interpretaciones, decisiones, e intervenciones materiales que pueden alterar tanto la presentación de una obra como la construcción de su significado. Además, las intervenciones que docentes hacen al digitalizar obras literarias amplían las reflexiones en torno a las nociones de literatura y edición infantil, y generan espacios para repensar el acceso abierto.

Palabras clave: Edición infantil, Digitalización, Materialidad, Pandemia.

Abstract: Since the beginning of 2020, parallel to the sanitary confinement by Covid, links have circulated in social networks to download titles belonging to the collection of the Libros del Rincón, which nourish the libraries of Mexican public schools from the basic education level. The aleatory review and descriptive analysis of 100 of these literary works has led us to corroborate that digitalization is not only a process of mechanical conversion from analog to digital, but an operation that involves interpretations, decisions, and material interventions that may alter both the presentation of a work and the construction of its meaning. In addition, the interventions that teachers make when digitalizing literary works broaden the reflections on the notions of literature and children’s edition, and generate spaces to rethink the open access.

Keywords: Children’s edition, Digitalization, Materiality, Pandemic.


Introducción

Durante la pandemia derivada de la Covid-19, el confinamiento no fue exclusivo de los seres humanos, los libros también quedaron bajo llave dentro de escuelas, bibliotecas, librerías y centros culturales. En el caso de México, fue el 23 de marzo del 2020 cuando las escuelas de educación básica cerraron y aunque algunos estudiantes y docentes tuvieron oportunidad de sacar sus libros, muchos otros los dejaron en sus pupitres o en los estantes de sus aulas.

Ante este escenario, ya había en México una situación que aligeraba la desventaja de que no todos los estudiantes tuvieran consigo sus libros. Durante el 2017, el Senado de la República realizó una modificación a la fracción III del artículo 12 de la Ley General de Educación solicitando a la Secretaría de Educación Pública (SEP) digitalizar los Libros de Texto Gratuitos1 y ubicarlos en alguna plataforma de acceso libre, esto sin sustituir su entrega en formato físico y fijando los parámetros que protejan los derechos de autor y propiedad intelectual (Diario Oficial de la Federación, 2017). Así la SEP y la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) (2020) procedieron a digitalizar los libros de texto de educación básica, tanto del catálogo histórico (desde 1960), como los correspondientes al ciclo escolar entonces vigente. Desde ese año, cada ciclo escolar los libros de texto que han de utilizarse en los grados de los tres niveles de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) se encuentran disponibles para su visualización en la página de la Conaliteg2. Por lo tanto, cuando se instauró la domiciliación de la educación como medida sanitaria para evitar la propagación del coronavirus los libros de texto ya estaban “a la mano”, mejor dicho “a un click” de estudiantes y docentes con acceso a Internet3.

Sin embargo, otros libros que alimentan las bibliotecas de las escuelas mexicanas no fueron incluidos en esa solicitud institucional de digitalización, ni en 2017, ni ante la emergencia sanitaria. Nos referimos a los Libros del Rincón4, un proyecto que nació a mediados de los ochenta (en 1986) con la intención de formar lectores y promover la lectura en la escuela a través del acceso a obras de distintos géneros, temas, autores, formatos y latitudes (México. Secretaría de Educación Pública, 2006). Situación que nos recuerda lo que Emilia Ferreiro ha comentado a editores en varios congresos de producción librera: “no basta con producir libros, sino garantizar el acceso a ellos” (Ferreiro, 2008).

La ausencia pandémica de los Libros del Rincón trajo consigo su digitalización no oficial, fuera de los portales de la SEP y de las editoriales5. En redes sociales comenzaron a circular enlaces para descargar las obras y al explorar los sitios desde los que se compartían encontramos a los digitalizadores: docentes de educación básica con sus interpretaciones de frente, con sus propios medios y saberes tecnológicos, y con una aparente necesidad por contar con otros libros que no fueran solamente los de texto.

Si bien se trata de un acontecimiento que abre el debate en torno a la legalidad, el copyright6, el copyleft y el acceso abierto, también da la posibilidad de reflexionar en torno a las acciones que pueden ocurrir al digitalizar una obra literaria y sobre los intentos que docentes han hecho por facilitar el acceso a recursos para promover la lectura.

La Ley Federal del Derecho de Autor en México (Diario Oficial de la Federación, 2020) establece que los únicos con posibilidades de intervenir, reproducir y distribuir los contenidos de una obra, total o parcialmente, son los dueños de sus derechos patrimoniales. De manera que la situación que presentamos, aunque puede discutirse desde el plano legal, lo que deja ver es una búsqueda de acceso al conocimiento y un intento emergente por movilizar textos7, esto posiblemente a fin de “[…] estimular la creatividad y fomentar la inversión en el desarrollo, la producción, la promoción y la distribución de los productos finales que se derivan de las obras de la mente […]” (Owen, 2020: 33), o quizá con el objetivo de apoyar las intervenciones educativas que debían cubrirse a la distancia8.

Pero digitalizar una obra, no solo involucra cuestiones de propiedad y autoría o de cambio de soporte, implica tomar en cuenta a los lectores y la interacción que tienen con los libros a partir de sus características materiales9. Por ejemplo, en los Libros de Texto Gratuitos digitalizados por la SEP y la Conaliteg lo esperable habría sido que se posibilitarán interacciones similares a las de sus versiones impresas. Sin embargo, esto no se mantiene en sus versiones digitales10, pues pasaron de ser materiales promotores de prácticas ostensibles (contestar, subrayar, dibujar, etc.) a ser recursos de consulta o meramente observables11.

Ahora bien, pensando en el proceso de producción de las obras literarias podríamos decir que para su digitalización habría bastado con regresar un paso previo a su reproducción impresa (considerando que una obra va de la mano de los creadores, a su edición y composición en formato para impresión, a su reproducción y distribución12). Sin embargo, en las digitalizaciones que revisamos el procedimiento tomó otro rumbo.

Las decisiones sobre la edición de una obra de literatura infantil además de tener un valor estético tienen un valor semántico que trasciende al diseño editorial y la comunicación visual. En el caso de los libros ilustrados y los libros álbum es justamente a través del formato, los espacios, las secuencias y la iconotextualidad como se construyen los significados, se narra la historia y se invita a los lectores a ser partícipes de la interpretación, pues es por medio de la conjugación gráfica como se alcanzan los propósitos literarios del género y de la edición infantil (Arizpe, 2005; Guerrero Guadarrama, 2020; Munari, 2016; Tabernero Sala, 2019), de manera que la manipulación de estos recursos puede alterar la obra en sentidos profundos, tanto de significado como en las posibilidades de interacción entre el texto y los lectores.

En un estudio reciente, Pérez Álvarez (2021) explora las operaciones editoriales que transforman la apariencia de los libros y dan sentido semiótico a las obras. En dicho trabajo, la autora a través de un recorrido histórico sobre las técnicas de apropiación y montaje que predominaron en el siglo XX analiza las intervenciones a través de las cuales se construye la materialidad y el sentido en libros de artista, y encuentra tres operaciones básicas que transforman y resignifican cualquier elemento expresivo: fragmentar, adherir y suprimir y tres operaciones derivadas; sustituir, compilar y combinar. El trabajo de Pérez Álvarez es relevante para el estudio que realizamos en tanto que las intervenciones que vemos en las obras de literatura infantil que los y las docentes digitalizaron son similares a las que ella encuentra.

Metodología

La revisión que realizamos proviene de una investigación más amplia sobre algunas variaciones tipográficas que pueden aparecer en obras de literatura infantil y las reflexiones que niños y niñas construyen en torno a ellas13. Como parte de dicha investigación teníamos pautada una actividad de consulta que se vio interrumpida por la pandemia: revisaríamos obras de literatura infantil de las bibliotecas escolares a fin de identificar posibles tendencias editoriales con respecto a la tipografía. Sin embargo, el confinamiento nos hizo trasladar la revisión de estas obras al espacio digital. El rastreo lo comenzamos por vías oficiales: las páginas de la SEP y de las editoriales, pero al no encontrar las obras procedimos a una búsqueda más abierta, descubriendo en redes sociales varias opciones de acceso a otras versiones de los Libros del Rincón. Exploramos algunos de los sitios desde los cuáles se han compartido estos materiales, accedimos a los enlaces de descarga y procedimos a la visualización de los documentos. A partir de lo que nos fuimos encontrando nuestro interés inicial sobre lo tipográfico se amplió hacia la puesta en página y la materialidad de las obras de literatura infantil que se digitalizaron y compartieron durante la pandemia.

Corpus revisado

Para delimitar la revisión de las obras empleamos las vías de acceso proporcionadas por dos sitios web. Accedimos a los títulos correspondientes a las series Al Sol Solito y Pasos de Luna, integradas por libros álbum y libros ilustrados, y de ellos tomamos aleatoriamente 100 obras. Es importante anotar que en los sitios desde donde se hicieron las descargas se manifiesta expresamente que las digitalizaciones de las obras fueron realizadas por docentes. Sin embargo, por motivos éticos hemos decido mantener el anonimato de estos espacios web.

Procedimiento

La revisión de las obras comenzó con la identificación de los datos editoriales; título de la publicación original, autor e ilustrador, fecha y lugar de publicación, editorial responsable de la primera edición, traducción, si era el caso, y editorial dueña de los derechos al momento de ingresar la obra al catálogo de la SEP. Después procedimos a su revisión interior e hicimos un análisis cualitativo, de tipo descriptivo, en el que atendimos a cuestiones como la completud de las obras, el formato de presentación (PowerPoint o PDF) y la descripción de las operaciones de intervención material que se pueden ver en ellas.

Análisis

Descripción de las intervenciones digitales

La primera modificación material que nos encontramos fue la ausencia de la página legal en 40 de las 100 obras revisadas. Esto ocurrió así porque, como lo comentamos, la identificación de los datos editoriales fue nuestro primer punto de revisión.

En la página legal de todos los Libros del Rincón se incluye un recuadro con los datos de la obra y con información sobre su clasificación entre los materiales de la SEP. La ausencia de esta página nos llevó a notar otras alteraciones. Evidenciamos ausencia de algunas páginas al reconocer 1) desfases en los números de página o 2) al ver una evidente conjunción de recursos gráficos de al menos dos páginas en una sola.

La reducción de páginas y la forma en la que se muestran recursos recortados y sobrepuestos en ellas nos llevó a mirar más de cerca estas intervenciones. Considerando las categorías propuestas por Pérez Álvarez (2021), quien identifica y analiza las operaciones de apropiación y montaje editorial que se emplean en libros de artista, hicimos una descripción más precisa de las intervenciones de docentes a algunas obras que, por medio de fotografías o escaneos, llevaron a sus pantallas y a las que antes de compartir en formato PDF o PowerPoint alteraron con las siguientes operaciones: fragmentaciones, adhesiones, supresiones, sustituciones, compilaciones y/o combinaciones.

A continuación, presentamos las intervenciones docentes con las que nos hemos encontrado en nuestra revisión. Es importante notar que para describirlas hemos tenido que consultar las versiones originales e impresas de las obras, situación que llevamos a cabo una vez abiertas las bibliotecas de la Ciudad de México.14

Fragmentación y adhesión de un bloque de texto

Estas operaciones se observan cuando un fragmento del texto que antes aparecía en una página es tomado de ella y llevado a otra. Sin embargo, esto puede ocurrir de varias maneras:

a. Cuando de un bloque de texto ubicado en una página se toma un fragmento y este es llevado a otra sin suprimir la página de origen. En el siguiente ejemplo se puede observar un texto de dos líneas en la parte superior derecha de la página con la ilustración en fondo negro. En contraste con la versión original de esta obra, este texto se ubica en una página con fondo blanco y es parte de un párrafo de 4 líneas que aparece debajo de una ilustración. De manera que, en la versión digitalizada de esta obra, dicho párrafo es dividido en dos partes: una que permanece en la página original y otra que se mueve a la página contigua (Imagen 1 y 2).

b. Cuando un bloque de texto es tomado de una página y llevado a otra, siendo suprimida la página de origen. En este ejemplo vemos dos bloques de texto. Uno cuyo color de fondo corresponde al de la ilustración (el inferior) y otro con un fondo más oscuro (el superior), y es que, en la versión original, el bloque de texto que se nota sobrepuesto se ubica en la página contigua a esta, misma en la que se extiende la ilustración, pero que en la versión digitalizada no aparece. Dicha página fue suprimida y con ello la ilustración también ha sido fragmentada (Imagen 3 y 4).

Guyi Guyi (Chen, 2006). Versión digitalizada por docentes
Imagen 1.

Guyi Guyi (Chen, 2006). Versión digitalizada por docentes

Guyi Guyi (Chen, 2006). Versión impresa, consultada en biblioteca
Imagen 2.
Guyi Guyi (Chen, 2006). Versión impresa, consultada en biblioteca

Cómo atrapar una estrella (Jeffers, 2009) Versión digitalizada por docentes
Imagen 3.
Cómo atrapar una estrella (Jeffers, 2009) Versión digitalizada por docentes

Cómo atrapar una estrella (Jeffers, 2009) Versión impresa, consultada en biblioteca
Imagen 4.
Cómo atrapar una estrella (Jeffers, 2009) Versión impresa, consultada en biblioteca

Esto también se observa en obras en las que no se fragmenta ni suprime parte de la ilustración, pero si se elimina la página que contenía el texto. Obras en cuya versión original el texto se ubica sobre un fondo blanco (o de color) sin estar acompañado por ilustraciones, pero en cuya digitalización este fue recortado y ubicado en una página ilustrada, siendo suprimida la página con textura lisa.

Fragmentación y adhesión de una ilustración

Estas operaciones se observan cuando una ilustración ubicada en una página ha sido cortada y colocada en otra también ilustrada. Siendo suprimida la página de la que se realizó el recorte.

En el ejemplo que sigue se nota una ilustración sobrepuesta. Sin embargo, no solo es la ilustración la que ha sido tomada de la página contigua, también el bloque de texto ha sido recortado, reduciendo la presentación de dos páginas a una y alterando la disposición gráfica de la versión original (Imagen 5 y 6).

Un Zoológico en casa (Andricaín y Cuéllar, 2006). Versión digitalizada por docentes
Imagen 5.
Un Zoológico en casa (Andricaín y Cuéllar, 2006). Versión digitalizada por docentes

Un Zoológico en casa (Andricaín y Cuéllar, 2006). Versión impresa, consultada en biblioteca
Imagen 6.
Un Zoológico en casa (Andricaín y Cuéllar, 2006). Versión impresa, consultada en biblioteca

Algo interesante que ocurre en estas intervenciones tiene que ver con una manipulación adicional de los fragmentos recortados y adheridos, pues además de lo mencionado, es posible notar que una vez que estos se añaden a las páginas destino su presentación se nota distinta: más pequeña, más grande, más condensada o/y más extendida.

Como en este caso, en el que la ilustración de la figura femenina ha sido recortada y adherida a un nuevo lugar, impactando tanto en la distribución del espacio como en la apariencia del texto, el cual se percibe condensado y de mayor tamaño con respecto al original (Imagen 7 y 8).

¿A quién le toca? (Peyrón y Gallo, 2008) Versión digitalizada por docentes
Imagen 7.
¿A quién le toca? (Peyrón y Gallo, 2008) Versión digitalizada por docentes

¿A quién le toca? (Peyrón y Gallo, 2008) Versión impresa, consultada en biblioteca
Imagen 8.
¿A quién le toca? (Peyrón y Gallo, 2008) Versión impresa, consultada en biblioteca

En este otro ejemplo, el tamaño de los dos bloques de texto se observa distinto, siendo evidente la manipulación del texto que se ubica en la parte inferior. Sin embargo, en la versión original, ambos son del mismo tamaño (Imagen 9 y 10).

Los cocodrilos copiones (Bedford y Bolam, 2008). Versión digitalizada por docentes
Imagen 9.
Los cocodrilos copiones (Bedford y Bolam, 2008). Versión digitalizada por docentes

Los cocodrilos copiones (Bedford y Bolam, 2008). Versión impresa, consultada en biblioteca
Imagen 10.
Los cocodrilos copiones (Bedford y Bolam, 2008). Versión impresa, consultada en biblioteca

Sustitución de un texto

Estas operaciones se observan cuando bloques de texto son sustituidos por otros en los que se evidencian cambios de forma, contenido o ambos. En el siguiente ejemplo podemos ver que el texto que aparece en esta página de la obra Lola (Loufane, 2004) es diferente al de la versión original (Imagen 11 y 12).

Lola (Loufane, 2004). Versión digitalizada por docentes
Imagen 11.
Lola (Loufane, 2004). Versión digitalizada por docentes

Lola (Loufane, 2004). Versión impresa, consultada en biblioteca
Imagen 12.
Lola (Loufane, 2004). Versión impresa, consultada en biblioteca

En la versión original podemos ver un texto de estilo caligráfico ubicado al centro izquierdo de la página, pero en la versión digitalizada se visualizan cambios en la fuente, tanto en estilo, como tamaño y color, alteración en el número líneas, y un cambio en la ubicación del texto. Además, se observa la adhesión de una palabra, pues se agrega un “muy” que no aparece en la versión impresa.

Una situación similar la vemos en el siguiente ejemplo, pero a diferencia de la obra anterior en la que los textos de todas las páginas son sustituidos, en Alejandra come la lluvia (Navarrete, Mireles y Varela, 2004) la sustitución ocurre solo en algunas páginas (Imagen 13 y 14).

Imagen 13
Imagen 13.
Alejandra come la lluvia (Navarrete, Mireles y Varela, 2004). Versión digitalizada por docentes, página sin sustitución

Alejandra come la lluvia (Navarrete, Mireles y Varela, 2004). Versión digitalizada por docentes, página sin sustitución
Imagen 14.
Alejandra come la lluvia (Navarrete, Mireles y Varela, 2004). Versión digitalizada por docentes, página sin sustitución

Los textos sustituidos en contraste con los que se conservaron son diferentes en tanto que se observan cambios tipográficos, tales como la sustitución de una fuente con patines (serif) por una sin patines (san serif), variaciones en el tamaño de los caracteres y alteración de los espacios, pues las líneas de texto se extienden más allá de la página, aunque la presentación a doble página de esta obra se constituye como una misma unidad gráfica.

Si bien intervenciones digitales como las que nos encontramos se pueden ver en obras digitalizadas y compartidas tanto en formato PDF como en PowerPoint, hay rastros que dejan ver que antes de transformar las obras en PDF, estas fueron manipuladas desde PowerPoint. Por ejemplo, en el siguiente caso se ve un fondo de color sobre el que ubicaron el texto y las ilustraciones (Imagen 15).

El señor don gato (Corona y Trino, 1992). Versión digitalizada por docentes
Imagen 15.
El señor don gato (Corona y Trino, 1992). Versión digitalizada por docentes

La última particularidad que comentaremos tiene que ver con la presentación de las páginas, pues encontramos obras en las que la digitalización se realizó a) página por página, b) a doble página o c) mixta: algunas páginas en aislado y otras a doble página.

En el ejemplo siguiente, revisado en PDF a partir de la opción de “vista a dos páginas”, lo que en realidad nos encontramos fue una vista de cuatro páginas. Con esto pudimos notar que la obra se digitalizó de dos en dos, es decir, que al escanear al mismo tiempo dos páginas se produjo una sola imagen, de manera que al ver el documento a dos páginas en el lector de PDF lo que aparece es el resultado del escaneo de dos páginas dobles (Imagen 16).

Te quiero un montón (Chandro y Torcida, 2004). Versión digitalizada por docentes. Visualización de la obra digitalizada eligiendo la opción “vista de dos páginas” desde un lector de PDF
Imagen 16.
Te quiero un montón (Chandro y Torcida, 2004). Versión digitalizada por docentes. Visualización de la obra digitalizada eligiendo la opción “vista de dos páginas” desde un lector de PDF

Interpretación de las intervenciones digitales

Habernos encontrado con estas intervenciones digitales nos ha llevado a preguntarnos acerca “[…] de los motivos e interacciones humanas que los textos llevan aparejados en cada uno de los estadios de su producción, transmisión y consumo […]” (McKenzie, 2005: 32). Si bien llegamos a estos documentos por casualidades pandémicas, no hemos tenido contacto con quienes efectuaron las digitalizaciones. Como lo mencionamos, por los sitios desde los que se compartieron estas obras sabemos que fueron docentes, pero no tenemos ninguna otra información sobre ellos. Así que lo que comentaremos ahora es producto de nuestras interpretaciones, las cuales anclan la revisión de los materiales a nuestra experiencia docente, editorial e investigativa.

Sobre la eliminación de páginas. Haber evidenciado la ausencia de páginas en las obras digitalizadas nos ha llevado a pensar en lo que los y las docentes priorizan de una obra de literatura infantil, y es que en ningún caso se suprimieron bloques de texto, sino que fueron espacios en blanco e ilustraciones las que fueron prescindibles. Si bien cuando estamos frente a un libro ilustrado lo relevante tiende a ser el texto, en los libros álbum, no hay jerarquías entre los elementos que ocupan el espacio gráfico, pues entre todos se construye el sentido de la obra (Arizpe, 2005; Guerrero Guadarrama, 2020) y la manipulación de alguno puede romper las intenciones literarias detrás de su construcción semiótica, por ejemplo, se puede limitar el acceso a los espacios de indeterminación que los autores-ilustradores crean a fin de ser llenados por las interpretaciones de los lectores (Iser, 1980). Esto, además nos hace pensar en el posible uso que docentes hacen de los libros de literatura infantil, pues con la preferencia por los textos podemos inferir que en la interacción con este tipo de obras lo que se promueve es la lectura, pero no la observación, ni la integración iconotextual.

Sobre los bloques de texto que cambian de lugar. Cuando se recortaron textos de una página y estos fueron adheridos a otra pudimos notar que en la digitalización resultante predominaban las páginas con texto (aunque solo se tratara de un par de líneas por página), pero ¿por qué manipular la obra en ese sentido? Es posible que la intención sea didáctica, por ejemplo, dejar de tarea la lectura de cierto número de páginas y asegurar que en cada una se leerá algo, aunque también puede tratarse de una noción lectora en la que se piense que cada página ha de contener texto para ser leída, situación que de ser corroborada confirmaría la preferencia por los textos y la lectura sobre la apreciación de todos los recursos gráficos con los que se construyen las obras. En cualquier caso, se rompe el sentido de la obra tanto globalmente, como página a página pues el cambio de lugar de los textos genera sentidos e interpretaciones distintas a las pensadas por sus creadores.

Sobre la apreciación de las ilustraciones a doble página. Si bien la operación de digitalizar las obras página por página, a doble página o de forma mixta, puede deberse a cuestiones técnicas como la facilidad o dificultad para escanear o fotografiar las obras, o a las habilidades digitales de los profesores en torno al armado de documentos en PDF, también puede estar relacionada con la interpretación que se hace del contenido presentado en el espacio gráfico o con la noción que se tenga de qué es una página (Pérez Álvarez, 2021). En el libro álbum la presentación a doble página se constituye como el espacio en el que a golpe de vista se presentan todos los recursos que dan sentido semántico a la obra. De manera que su fragmentación evita que se integren los recursos y se entienda el sentido. Pero ¿cómo saber si la decisión de digitalizar la obra a doble o una página está relacionada con aspectos técnicos o conceptuales? Aunque no contamos con las justificaciones detrás de cada digitalización, la revisión que hemos hecho nos permite hipotetizar que cuando una obra es digitalizada de forma mixta (página por página y a doble página) lo que predomina es la interpretación del digitalizador en un sentido conceptual y literario y no en lo técnico, pero sin duda habría que hacer una indagación más amplia para corroborarlo.

Sobre la configuración de “nuevas páginas”. La eliminación de páginas y la manipulación de textos e ilustraciones dio paso a la configuración de “nuevas páginas”, las cuales, por la forma en que se perciben en las obras digitalizadas, parecen armadas a manera de collage, aunque también saltan las nociones de figura y fondo. Las “nuevas páginas” parecen funcionar como lienzos sobre los que se hacen adaptaciones de las obras, pues en ellas además de las operaciones de fragmentación, supresión y adhesión se observan manipulaciones en el aspecto de los recursos intervenidos, las cuales, según sea el caso, nos llevan a pensar en los motivos de su manipulación:

  1. Motivos de legibilidad. Esto lo pensamos en casos en los que se sustituyeron bloques de texto por textos mecanografiados, pues es posible que la calidad del escaneo o de la fotografía haya generado una distorsión o efecto borroso que motivara la intención de “corrección” o “mejora”. En obras en las que nos encontramos este tipo de intervención lo que se conserva es el contenido textual de la versión original, pero no de su forma, pues las particularidades tipográficas no fueron tomadas en cuenta, generando un aspecto notoriamente marcado. Esta operación de cambio nuevamente nos hace pensar que para los y las docentes lo que se lee en las obras de la literatura infantil es más relevante que la forma en la que este se ve.
  2. Motivos de espacio. La inclusión de ilustraciones y textos en las “nuevas páginas” tiene un impacto en el espacio gráfico, y para que todo pudiera entrar en esas nuevas páginas se realizaron ajustes al tamaño y la ubicación de los recursos.
  3. Iniciativa personal. Sin duda hay casos en los que no encontramos razones que hayan motivado las operaciones de manipulación de los recursos gráficos. Como ocurre cuando un texto se recortó y colocó en la misma página de la versión original, pero se ubicó en un lugar distinto, o casos en los que la fuente tipográfica fue cambiada de color.

Estas intervenciones nos ha hecho pensar en McKenzie (2005) quien, a través del análisis de las modificaciones que Wimsatt y Beardsley hicieron a cuatro versos de William Congrave con los que inician su ensayo sobre la “Falacia intencional”15, ejemplifica que la forma en la que se presenta un texto crea sentido y refleja las intenciones de los autores, editores e impresores y que realizar cambios a su materialidad, a la forma en la que se tejen y entrelazan los elementos que lo componen16, trae consigo lecturas distintas, nuevas y/o erróneas que sobreviven al tiempo, pues como el texto de Congrave ha sido reproducido con las modificaciones generadas por lectura de Wimsatt y Beardsley, las digitalizaciones que revisamos de estas obras de los Libros del Rincón ya han dado origen a nuevas formas que reproducen las intervenciones docentes que describimos. Están en plataformas de video como YouTube, dan vueltas por distintos espacios de la red y no es descabellado pensar que puedan convertirse en documentos que se incorporen a la historia del libro y al estudio de la sociología de los textos.

A la historia del libro, se suma además la historia de las intervenciones que se realizan después de la publicación de una obra. Roger Chartier (2005) en su análisis de la Bibliotèque Bleue refiere tanto a los implicados en el proceso de publicación de los libros de cordel, como a las operaciones materiales que en ellos se realizaron durante los siglos XVI y XVII. Desde entonces se abreviaban textos, se recortaban capítulos, párrafos, se censuraban pasajes o se reutilizaban grabados con finalidades diversas: adaptar las obras a las capacidades de los lectores, apoyar sus procesos de alfabetización, asegurar la comprensión o adoctrinar. El estudio de este género de literatura popular, su movilidad y sus cambios materiales ha permitido “[…] hipotetizar acerca de las significaciones que los lectores pudieron haberles atribuido […]” (Chartier, 2005: 189) a las obras intervenidas, e imaginar el tipo de lectores que se pretendía crear con las páginas que se componía, recomponía y retocaban. Si bien la revisión que hemos presentado no refiere a un “nuevo género literario” surgido de las intervenciones docentes a obras de literatura infantil si abre oportunidades para pensar en lo que puede estar detrás de cada modificación: intenciones didácticas, reconstrucción de significados, creación de otro tipo de lectores o simplemente dificultades técnicas experimentadas en el proceso de digitalización.

Conclusión

Ha sido una afortunada coincidencia encontrarnos con estas intervenciones digitales a obras de literatura infantil. Hemos optado por no hacer ningún recuento cuantitativo en tanto que se trata de una situación inédita que abre paso a nuevas investigaciones en torno a nociones docentes sobre digitalización, legalidad, literatura infantil, apreciación artística e interpretación semiótica.

Si bien hemos expuesto una problemática educativa y editorial surgida en pandemia, hay aspectos legales en los que no hemos profundizado en tanto que nuestro objetivo ha sido mostrar las operaciones de manipulación material con las que nos encontramos, pero que han de ser considerados para discusiones posteriores.

En los casos presentados, hemos podido ver que no todo lo que aparece en las páginas de una obra es considerado de la misma manera, pues parece haber una preferencia por los textos sobre las ilustraciones, los espacios y la distribución de los recursos sobre la página, sin considerar la construcción semántica que alcanzan al fundirse semióticamente en la literatura infantil.

Hay, además, intervenciones que inciden en la manera de mirar las páginas (una por una, dos a la vez) sin saber si esa era la intención original del proyecto editorial. Hay recortes en los que no se reconoce si se estaba buscando ahorrar espacio, reducir el número de páginas, focalizar algún recurso de la historia o facilitar el establecimiento de consignas didácticas. Hay cambios tipográficos cuyo origen no es transparente y cuya visualización resulta discordante, llevándonos a pensar que la prioridad nuevamente está puesta en el contenido verbal, pero no en su forma y ni su presentación gráfica.

Con esta revisión, nos ha quedado claro que la digitalización no es una tarea técnica o mecánica que pueda realizarse sin tomar en cuenta la forma y el contenido de una obra, ni que se trata solo de un proceso de cambio del soporte material al digital en el que se busquen igualar experiencias de uso del libro en papel. Sino que la digitalización puede tener implicaciones que, dependiendo de quién y cómo la realice, tendrán impacto en la interpretación, apropiación y empleo de quienes tengan acceso a esos documentos no impresos y en este caso específico permite apreciar la conformación de una suerte de “didáctica digital” que escapa al marco institucional de la escuela.

Fuentes en línea

Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. 2020. <https://www.conaliteg.sep.gob.mx> [Consulta: 20 noviembre 2021].

Dirección de Distribución de la Conaliteg. 2020. <https://www.conaliteg.gob.mx/transparencia/transparencia_avance_distribucion_2019-2020.php> [Consulta: 20 noviembre 2021]

Libros del Rincón. 2020. <https://librosdelrincon.sep.gob.mx> [Consulta: 20 noviembre 2021].

Referencias a obras de la colección de Libros del Rincón

Andricaín, S. y Cuellar, O. 2006. Un zoológico en casa. Panamericana-SEP

Bedford, D. y Bolam, E. 2008. Los cocodrilos copiones. Ediciones Ekaré-SEP.

Chandro, J. y Torcida, M. 2004. Te quiero un montón. Hachette Latinoamérica-SEP

Chen, C. 2006. Guyi Guyi. Porrúa-Thule-SEP

Corona, P y Trinoa. 1992. Señor Don Gato. SEP

Jeffers, O. 2009. Cómo atrapar una estrella. Fondo de Cultura Económica-SEP

Loufane. 2004. Lola. Altea-Alfaguara-SEP

Navarrete, F., Mireles, R. y Varela, C. 2004. Alejandra come la lluvia. SEP

Peyrón, G. y Gallo, G. 2008. ¿A quién le toca? Castillo-SEP

Referencias bibliográficas

Arizpe, Evelyn. 2005. El juego de los espacios: los lectores y la interacción entre imagen y palabra en el libro ilustrado infantil. En Altertexto. Revista del Departamento de Letras. Vol. 3, no. 6, 11-36.

Barriga Villanueva, Rebeca. 2011. Clarososcuros de los libros de texto gratuitos a medio siglo de su aparición. En Revista mexicana de investigación educativa. Vol. 16, no. 49, 353-362. <https://www.comie.org.mx/revista/v2018/rmie/index.php/nrmie/article/view/375 > [Consulta: 20 noviembre 2021].

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Notas

1 Hablar de Libros de Texto Gratuitos en México implica hablar de una estrategia educativa con más de 60 años de historia y con múltiples discursos asociados a sus procesos de producción y distribución (Quintanilla, 2017). Los Libros de Texto Gratuitos son materiales de uso escolar que cada año se distribuyen aproximadamente a 14 millones de alumnas y alumnos que cursan la educación básica. Tan solo en el ciclo escolar atravesado por el inició la pandemia (2019-2020) se entregaron 165, 157, 795 ejemplares (según datos de la Dirección de Distribución de la Conaliteg, 2020: https://www.conaliteg.gob.mx/transparencia/transparencia_avance_distribucion_2019-2020.php). Si bien existen controversias en torno a estos materiales educativos (Barriga-Villanueva, 2011; Grediaga-Kuri, 2011; Greaves Laine, 2001) lo cierto es que para muchos niños, niñas y familias mexicanas estos se constituyen como los únicos libros que llegan a los hogares. Por ejemplo, un estudiante que cursa su educación primaria en cualquier escuela mexicana para el final del último grado — que para México es el sexto grado— tendrá 40 libros que le fueron entregados desde el primer grado (entre las asignaturas de español, matemáticas, formación cívica y ética, geografía, conocimiento del medio, historia, ciencias naturales, lecturas y atlas)
2 Página de la Conaliteg: https://www.conaliteg.sep.gob.mx/
3 Otra situación que ha quedado en evidencia durante la pandemia es la desigualdad tecnológica (Dussel, 2021), pues el acceso a internet aún no es una realidad tangible para todos los mexicanos y el contar con los libros para su visualización digital tampoco asegura que todos los estudiantes y docentes puedan acceder a ellos.
4 El catálogo histórico de los Libros del Rincón (2020) y las convocatorias se encuentran disponibles en la página institucional: https://librosdelrincon.sep.gob.mx
5 En un inicio, la mayoría de las obras que se integraban al catálogo de los Libros del Rincón eran escritas, ilustradas y editadas por la SEP y solo unas cuantas eran coeditadas con instituciones aliadas como la Comisión Nacional de Fomento Educativo (Conafe). Fue a finales de los noventa cuando se hizo extensiva la invitación para que las editoriales que así lo decidieran sometieran sus obras a concurso. Actualmente, los libros de la colección corresponden a una amplia variedad de editoriales nacionales e internacionales.
6 El copyright es el derecho exclusivo a reproducir algo y está relacionado con quienes son los dueños patrimoniales de las obras, quienes deciden cómo reproducir, transformar y distribuir las creaciones cuyos derechos les pertenecen (Vaidhyanathan, 2020).
7 En la historia de la educación la restricción del conocimiento ha sido una constante y la búsqueda de maneras para acceder a él resulta una reacción que puede mirarse desde la anarquía o la democratización del saber. En educación superior la lucha ha llevado a que las editoriales y dueños patrimoniales de las obras flexibilicen sus medidas de acceso: a través de Creative Commons y licencias de Copyleft. Sin embargo, en educación básica pareciera que los docentes y los estudiantes deben conformarse con los materiales que el estado pone a su disposición y es que en este nivel la lucha por dar acceso al conocimiento es incipiente.
8 Es importante resaltar que en México la mayoría de las escuelas de educación básica estuvieron cerradas por poco más de 17 meses (marzo-2020 a septiembre-2021). Después de ese tiempo el regreso a la normalidad escolar ha sido gradual.
9 El tema de la materialidad y los artefactos digitales que inciden en las visualizaciones y concepciones en torno al libro y textos digitales se puede ampliar considerando las recientes perspectivas bibliográficas sobre la cultura visual y los estudios desde las humanidades digitales. Trabajos de Drucker (2013, 2020), Gitelman (2014) y Garone Gravier, Agudelo, Marín y Guzmán (2019) son interesantes puntos de acceso a estas cuestiones.
10 De hecho, al acceder al sitio donde se ubican los libros de texto para secundaria un aviso restrictivo aparece en la pantalla, indicando que “Este material se encuentra disponible en la página de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, únicamente para su consulta, por lo que queda expresamente prohibida su descarga, reproducción, distribución, venta, edición, transmisión total o parcial y cualquier otro uso sin previa autorización por escrito por parte de la casa editorial que tenga los derechos de autor […]”. En: https://www.conaliteg.sep.gob.mx/secundaria.html
11 Incluso se han convertido en libros para copiar, pues en algunas emisiones de Aprende en Casa, la estrategia educativa ejecutada vía televisiva durante la pandemia, la consigna era “de tu libro de texto copia en tu cuaderno […]”. En el siguiente enlace se podrá tener mayores nociones sobre la Estrategia Aprende en Casa: https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2021/09/crt-9so-2021-09-29-p2-a3.pdf
12 En tanto el proceso de producción, reproducción y distribución del libro es más complejo de lo que aquí sintetizamos, para explorarlo más a fondo es necesario recurrir a bibliografía especializada en torno al libro y la cultura impresa. Consultar los trabajos de Robert Darnton (1982, 1999), Roger Chartier (2006, 2018, 2021) y Donald McKenzie (2005) es fundamental para ampliar el panorama. Sobre reproducción, además, es imprescindible leer el ensayo que Walter Benjamin (2016) escribió en 1935, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, pues qué es la literatura sino arte susceptible a ser reinterpretado y reproducido de formas antes “inconcebibles”.
13 Investigación correspondiente a la tesis de doctorado realizada en el Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV por Paola Ramírez Martinell, bajo la dirección de Emilia Ferreiro. Tanto la tesis como este trabajo se han realizado con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) organismo público del gobierno federal mexicano.
14 Las bibliotecas a las que acudimos a consultar las obras fueron: la Biblioteca Vasconcelos y la Biblioteca Nacional de México, ambas ubicadas en la Ciudad de México.
15 “La falacia intencional” de Wimsatt y Beardsley (1946) se trata de un texto en el que se construye un argumento en torno a que la intención del autor no determina la interpretación de un texto y se incorpora en la corriente del New Criticism dentro de la teoría literaria. Las modificaciones materiales que McKenzie encuentra a las líneas Congrave en el texto que Wimsatt y Beardsley aunque no son nombradas con los términos de Pérez Álvarez (2021) ni con los que hemos empleado en este trabajo corresponden a adhesiones (comas), supresiones (mayúsculas) y sustituciones (términos y fuentes tipográficas).
16 Recuperando la explicación etimológica que el mismo Mckenzie hace sobre el origen de la palabra texto, derivada del latín texere-tejer y la forma en la que se entrelazan materiales “la escritura es como el tejido de los hilos” (Mckenzie, 2005: 31)
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