ARTÍCULOS

Ediciones de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno 2004-2015. Un análisis de su catálogo y de sus principales colecciones

Biblioteca Nacional Mariano Moreno’s publications 2004-2015: an analysis of its catalog and main collections

Alejandra Aracri

Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Departamento de Bibliotecología, La Plata, Argentina / alejandraaracri@gmail.com | https://orcid.org/0000-0001-8739-7386

Recepción: 01-03-2024.

Aceptación: 14-11-2024.

DOI: https://doi.org/10.34096/ics.i51.14275


Resumen

En este artículo realizamos una primera aproximación al trabajo de la editorial de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de Argentina a inicios del siglo XXI. La editorial de la BNMM constituye un caso singular en el campo de los estudios de la edición y de la bibliotecología en tanto editorial pública estatal comercial que ha sido escasamente estudiada. En este trabajo, se recurre a técnicas cuantitativas y cualitativas para el análisis de diversas fuentes como prólogos y epílogos de los libros y las colecciones, normativa, notas periodísticas y discursos oficiales. Luego de enmarcar el sello editor en relación con la propia historia y misión institucional y las políticas públicas que le dan sustento, a partir de la lectura de estas fuentes y de un análisis descriptivo y sintético del catálogo y de 2 colecciones reconstruimos, en términos generales, el accionar de la editorial durante el período 2004-2015. Se presenta entre los resultados los datos que dan cuenta de la producción editorial de la institución y los objetivos que persigue la propuesta en diálogo con los debates contemporáneos sobre la misión de la BNMM, la edición pública y la difusión de la cultura nacional.

Palabras clave: Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Argentina, Edición pública

Abstract

In this article we provide an initial approach to the work of the publishing house of the Biblioteca Nacional Mariano Moreno of Argentina at the beginning of the 21st century. The BNMM publishing house represents a unique case in the field of publishing and library studies as a state-owned commercial publishing house has been scarcely studied. In this paper, both quantitative and qualitative techniques are used to analyze various sources such as prologues and epilogues of books and collections, regulations, journalistic articles and official speeches. After framing the publishing seal in relation to its own history and institutional mission and the public policies that support it, based on the reading of these sources and a descriptive and synthetic analysis of the catalog and two collections we reconstruct in general terms the actions of the publishing house during the period 2004-2015. Among the results, we present data that reflects the editorial production of the institution and the goals pursued by the initiative, in dialogue with contemporary debates about the mission of the BNMM, public publishing, and the dissemination of national culture.

Keywords: Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Argentina, Public editions


1. Introducción1

La Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM) de Argentina es una institución paradigmática de la Administración Pública que ocupa un lugar destacado en el campo cultural. Desde su fundación, en 1810, forma parte de un proyecto liberal de carácter ilustrado que cuyo ideario se mantuvo incluso durante el periodo peronista (Fiorucci, 2018). A lo largo del siglo XX, estuvo comandado por figuras relevantes del campo intelectual, entre los que cabe mencionar a Paul Groussac (1885-1929) y a Jorge Luis Borges (1955-1973). Entre los años 1973 y el 2003, luego de 30 años de direcciones de muy corta duración y de bajo perfil, en el siglo XXI, al asumir Elvio Vitali y Horacio González en el cargo de director y vicedirector respectivamente, la BNMM contó nuevamente con una gestión de largo alcance y con un programa de acción definido. Las numerosas muestras y exposiciones, y la apertura del Museo del Libro y la Lengua, fueron algunas de las propuestas que le dieron un lugar protagónico a la biblioteca en el campo cultural y mediático, sin embargo, fue la creación de un sello editorial propio el proyecto insignia de la gestión. La BNMM publicó de manera irregular libros y revistas desde 1860. Por mencionar algunos títulos destacados, durante la dirección de Paul Groussac (1885-1929), se editaron las revistas La Biblioteca y los Anales de la biblioteca, esta última, una compilación de documentos relativos al Río de la Plata. En el prólogo, su director anuncia que la publicación “continúa la obra meritoria iniciada hace dos tercios de siglo por Pedro de Angelis” y, sobre su propósito, informaba que:

Sea lo que fuere, el objeto de estos Anales, será coadyuvar al esclarecimiento de la verdad histórica, ya con la publicación escrupulosa de documentos inéditos, ya con la reimpresión de escritos importantes que se hallan hoy fuera del alcance general (Groussac, 1900:14).

Durante la gestión de Martínez Zuviría (1931-1956), según consta en el catálogo de 1945, entre los años 1932 y 1945, se publicaron con pie de imprenta de la Biblioteca Nacional 83 títulos, entre los que se encuentran compilaciones como Los 2600 libros más pedidos (1936), documentos técnicos como el Reglamento de la Biblioteca Nacional (1938), números de la revista La Biblioteca (1937) y facsimilares. Estos documentos salieron de la imprenta de la institución, “que solo está atendida por un jefe, un tipógrafo y un ayudante” (Biblioteca Nacional, 1945) y tenía por finalidad:

Poner al alcance de los estudiosos y en la medida de nuestras posibilidades, aquellas publicaciones existentes en la Biblioteca Nacional que, por una u otra causa, no es posible adquirir en librerías. Se trata de difundir, el valioso tesoro de nuestro archivo de documentos históricos, en copias cuidadosamente confrontadas, que lleguen a los lugares más apartados del país y del extranjero (Biblioteca Nacional, 1945: 2).

Durante la gestión de Jorge Luis Borges (1955-1973), se editó la revista La Biblioteca. Segunda época. Si bien desde 1957 hasta 1961 solo vieron la luz 5 números, en ellos participaron personalidades de renombre de la cultura, como Adolfo Bioy Casares, Nora Lange y Mario Benedetti. El proyecto editorial de la BNMM resurgió en el año 2004 con la aparición del primer número de la revista La Biblioteca.Tercera época. En las palabras preliminares del N° 1 los directores afirman: “Nuestra utopía bibliotecaria tiene el mismo destino del libro, el resguardo de la memoria lectora de la humanidad y de la simbólica voz colectiva de la nación” (Vitali y González, 2004:1). El relanzamiento de la revista emblema no fue aislado ya que entre el 2004 y el 2015, la BNMM publicó 365 títulos y se crearon 20 colecciones de libros. Con estos datos de referencia hay que observar que, en el siglo XXI, la actividad editorial implicó además el surgimiento de nuevos circuitos de trabajo, la ingente asignación de recursos y la incorporación de una red de vínculos de la que participaron reconocidas instituciones públicas y privadas, editoriales y universidades y diversos actores del campo cultural: editores, traductores, docentes, investigadores y críticos, muchos de ellos cercanos al círculo de Horacio González. Esta importante movilización de recursos y esta particular forma de inscripción en el espacio público diversificaron las funciones de la biblioteca y, de este modo, la institución adquirió una configuración administrativa y programática renovada.

Estos cambios generaron ciertas controversias que, en algunos casos, llegaron a trascender el propio ámbito de gestión con repercusiones en la esfera pública de manera que las voces se dividieron entre quienes se pronunciaron por el imperativo de la modernización y quienes lo resistieron, en pos de recuperar cierta tradición cultural presente en las gestiones de Groussac y de Borges.

La construcción de una editora pública fue una marca de estos años. Al comienzo, muchos se preguntaron si era correcto que se invirtieran los fondos públicos en emprendimientos de estas características. Una discusión que se ha dado con intensidad. Luego de casi cuatrocientos títulos, pocos dudan de la conveniencia de esta labor. Hay también antecedentes de peso. La historia editorial del país, rica en sellos independientes, obras de traducción y edición popular abona estas perspectivas. Los nombres de Jorge Álvarez –una de las colecciones de Ediciones Biblioteca Nacional lleva su denominación– Alberto Díaz, Arnaldo Orfila Reynal, Boris Spivakow y José Aricó entre otros, nos resuenan como ecos lejanos y a la vez presentes (Biblioteca Nacional, 2015a:8).

No es casual, por otra parte, que las polémicas contemporáneas sobre el rol editor de la biblioteca surgieran en el contexto de reactivación de los estudios nacionales del libro y la edición (Batticuore y Gayol, 2012:125). Desde este punto de vista particular, interesa ubicar el lugar que tiene la BNMM en el campo de los estudios del libro y sus agentes en los últimos diez años en Argentina.

Como primera aproximación, cabe destacar el conjunto de trabajos que da cuenta de la concentración editorial en manos de empresas comerciales internacionales y el surgimiento de las editoriales independientes (De Diego, 2019). Un conjunto de trabajos ha estudiado el rol del Estado como un agente con capacidad de favorecer u obturar el desarrollo del sector (Szpilbarg, 2019; Hamawi, 2021). En un nivel micro, vinculado a las prácticas, se encuentran estudios que analizan los catálogos editoriales y su estrecha relación con la creación de un mercado o un canon (Rodríguez, 2014; Saferstein, 2017; Stedile Luna, 2020). Asimismo, también fueron objeto de interés las ferias, en tanto circuitos de producción y circulación de libros (Sorá, 2012). Hasta aquí podemos decir que nos encontramos frente a un mapa ecléctico de temáticas y un abanico de metodologías en los que predominan estudios sobre la edición privada y comercial.

Con respecto a la edición pública en Argentina, la temática ha sido trabajada en el ámbito de la bibliotecología y ciencia de la información que se ocupó del análisis de las políticas de lectura tendientes a la democratización del libro y la lectura. Entre ellos, por ser especialmente relevantes para este estudio, recuperamos los trabajos Cañón (2015), Bayerque y Valdivia (2021), en tanto construyen la noción de Estado editor, es decir, aquel que, además de encargarse de la compra y distribución de libros, asume muchas otras responsabilidades sobre los textos como seleccionar, antologar o coleccionar, incorporar, o no, nuevos paratextos, así como tomar decisiones sobre cuestiones materiales de la edición. En Latinoamérica el Estado editor tiene antecedentes relevantes. Un caso pionero fue el de Fondo de Cultura Económica (Sorá, 2012). Otros proyectos están estrechamente vinculados a los procesos revolucionarios de la década del 60 y el 70. Nos referimos a las experiencias de la editorial Quimantú en Chile, durante el gobierno de Salvador Allende (Marinello Bonnenfoy, 2007; Anwandter Donoso, 2020), a la Editorial Pública de Cuba, que en la década del 60 tuvo como director al escritor Alejo Carpentier (Salvatore, 2018:309), y a la Imprenta pública en Venezuela (Arraiz Lucca, 2000). En Argentina constituye un hito la creación de la editorial EUDEBA, que funcionó en el ámbito de la Universidad de Buenos Aires (Fernández, 2006; Dujovne, 2016). Más cerca en el tiempo, otro ejemplo de Estado editor lo encontramos en la Editorial Municipal de Rosario (EMR), que funciona desde 1992 en la órbita de la Subsecretaría de Cultura del gobierno municipal (Massei, 2019).

De este estado del arte se puede apreciar, en primer lugar, que la edición pública ha sido escasamente estudiada por la bibliografía y, en segundo término, que no existen antecedentes específicos sobre la actividad editorial de la BNMM que recuperó a inicios del siglo XXI cierta tradición ilustrada presente en la institución desde sus orígenes. En este sentido, el caso constituye una singularidad puesto que se trató de una política editorial de lectura distinta de las que ejercen agencias estatales que compilan y distribuyen textos como parte de una política pública de democratización del libro y la lectura, ya que, aún cuando la editorial de la BNMM no persigue fines de lucro, sus libros están a la venta y participan de algunos canales comerciales para su distribución. También difiere de las políticas de edición privada cuyos catálogos suelen estar condicionados por las lógicas del mercado. Es por ello que las preguntas preliminares que guían este trabajo son: ¿cuáles libros y qué colecciones editó la BNMM entre 2004 y 2015?, ¿con qué propósito se creó esta editorial y para qué público?

Interesa, asimismo, tratar de enmarcar la actividad editorial de la BNMM, organismo de la administración pública que tiene como misión fundamental la conservación y difusión del patrimonio nacional (Bazán, 2006; Fuentes Romero, 2003). En otras palabras, nos proponemos realizar una primera aproximación al trabajo de la BNMM como editora pública. Utilizamos, para ello una doble metodología basada, por un lado, en un trabajo descriptivo y sintético del catálogo y de 2 colecciones: Los raros y Libros del bicentenario colecciones relevantes en tanto están en el inicio del proyecto editorial, tiene publicaciones regulares en los 10 años de gestión, y cuantitativamente constituyen el 34% del fondo. También nos detenemos a reseñar la publicación con la que la BNMM decidió participar en la Feria Internacional de Frankfurt en el año 2010. El análisis se sustenta en una recuperación crítica de diversas fuentes secundarias que nos permitirán reconstruir un discurso público sobre la edición estatal. En este sentido, las fuentes a las que recurrimos son los paratextos de los libros y los catálogos publicados, así como el análisis de normativa, declaraciones oficiales y notas periodísticas ofrecidas por los editores y otros responsables a la prensa escrita. Sobre este conjunto se relevaron las temáticas y los géneros, las fechas de primera edición de los textos publicados (en el caso de las reediciones), sus autores y filiaciones institucionales. En menor medida, a partir de un análisis del libro en mano, se mencionan algunos elementos vinculados a la materialidad, como las cubiertas, la presencia de ilustraciones, los formatos y los circuitos de distribución.

2. El Catálogo

Todo lo publicado durante la gestión de Horacio González está en el catálogo de 2015 Ediciones de la Biblioteca Nacional. La versión que se utilizó para este trabajo fue publicada en formato PDF en el sitio web de la biblioteca y ofrece una variada y abundante información. En las páginas preliminares tenemos una descripción concisa de sus títulos y colecciones, que se compone de libros raros y clásicos, ediciones facsimilares, cuentos infantiles, investigaciones, narrativa, ensayo y filosofía que “pueblan un catálogo abarcativo y de improbable encasillamiento” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015: 3).

La presentación de las colecciones en el índice del catálogo no sigue un orden cronológico, es decir, por fecha de aparición de la publicación o de la colección, sino que se ordenan y agrupan por sus características salientes. Las primeras 4 colecciones son: la revista La Biblioteca, Reediciones y antologías, Los raros, Libros del bicentenario. Estas producciones se encuentran en el origen del proyecto editorial y tienen una periodicidad regular a lo largo de los 10 años de gestión. Quelonios (libros para chicos), León rozitchner, Colección Jorge Álvarez y Museo del libro y la lengua son las 4 últimas colecciones que aparecieron en el catálogo. Siguen luego las colecciones Libros de música, Cuadernos de música, Fototeca “Benito Panuzzi”, Índices y bibliografías, Libros de Bibliotecología, Colección ademanes y Ensayos y Debates. Estos proyectos cuentan con series de entre 2 y 8 títulos, son colecciones de publicación irregular, en ocasiones con intervalos de varios años entre un título y otro. Las colecciones Investigaciones de la Biblioteca Nacional, 25 años 25 libros, PLACTED y Pensamientos locales comparten la característica de ser íntegramente coediciones con otras instituciones, como la Universidad General Sarmiento, Editorial Teseo y Ministerio de Ciencia y Tecnología. Finalmente, el catálogo cierra con “otras publicaciones”, un conjunto no menor de títulos fuera de colección.

Seguido del prólogo y del índice, cada colección tiene una página de inicio a color con una breve reseña de su contenido. Luego se brindan datos técnicos y de contenido de cada libro, como el número de ISBN, la cantidad de páginas, el tamaño en centímetros, el año de publicación y, en los casos que corresponde, el nombre del coeditor. Además del título, las menciones de responsabilidad de autores, prologuistas, compiladores, traductores e ilustradores, se ofrece una breve sinopsis del libro, acompañada de la imagen de tapa.

Si bien la editorial de la BNMM está en los orígenes de la gestión de Elvio Vitali y Horacio González, la misma se fue delineando y consolidando, no como la ejecución de un plan previamente definido, sino como parte de la propia práctica de editar y en la medida que el presupuesto, los recursos y las redes de actores se incrementaron progresivamente, en vínculo estrecho con las políticas culturales del período (Zamorano, 2016; Fernández, 2020). Del análisis de la información que arroja el catálogo, como primera constatación podemos decir que se trata de un proyecto prolífico, ya que durante los años 2004-2015 se publicaron 365 títulos y se crearon 20 colecciones. Con un promedio de 33 publicaciones por año, la BNMM es una editorial mediana, según los estándares que fija la Cámara Argentina de Publicaciones. En el gráfico 1, donde se puede observar la distribución por año de edición de títulos y colecciones es posible afirmar que, en términos cuantitativos, el proyecto despega entre los años 2007-2009.

Gráfico 1. Cantidad de colecciones y de títulos editados por año bajo el sello de la Biblioteca Nacional durante el periodo 2004-2015.

Fuente: elaboración propia.

Estos primeros pasos firmes de la editorial son posibles porque se avanza en colaboración con editoriales comerciales, independientes y organismos públicos. Con Colihue se editaron los primeros 18 títulos de la colección Los raros, con Quadrata se lanza en 2008 Pensamientos locales. Libros del bicentenario tuvo 10 números en 2007, publicados con Libros del zorzal y, durante 2008 y 2009, 18 títulos se coeditaron con Las Cuarenta y el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. En 2008, la BNMM publicó con Teseo Investigaciones de la Biblioteca Nacional, y los 25 títulos de 25 años 25 libros con la editorial de la Universidad General Sarmiento. A excepción de Colihue, que se creó a fines de los 70, y que es el sello en el cual Horacio González publicó cerca de una veintena de títulos como autor, las editoriales Las Cuarenta, Libros del Zorzal y La Cuadrata surgen después de la crisis del 2001 y son consideradas independientes. En esta alianza momentánea la BNMM encontró la posibilidad de lanzar su sello. La institución sigue una estrategia similar para la publicidad y venta de libros. El catálogo de la BNMM no ofrece información comercial como precio, lugar de distribución o disponibilidad de ejemplares. Esta información se encuentra en el sitio web de La periférica, distribuidora de libros de Buenos Aires, donde se encuentran disponibles las publicaciones de la BNMM para la venta y de otras editoriales independientes como Astier, Tinta Limón ediciones. La distribuidora, presente en más de 70 librerías en distintas partes del país y que vende en diversos países de latinoamérica, surge en el año 2000 en respuesta a la concentración comercial editorial (Bendersky, 2015). La práctica de la coedición y la distribución compartida son formas de asociatividad propias del sector independiente (Vázquez, 2020) y de sostener los proyectos editoriales emergentes en contextos sociales, políticos y económicos complejos, como el de la crisis de 2001. Otro espacio donde es posible conocer las novedades editoriales es en las numerosas notas que se publican en el diario Página 12, en secciones como Radar Libro y el suplemento de cultura.

A partir de 2010 el proyecto editorial de la BNMM logra alcanzar cierta autonomía y las coediciones desaparecen. Esto puede explicarse a partir de la información que arroja el análisis de las leyes de presupuesto de la República Argentina (Giordano, 2017). Entre 2008 y 2015 el presupuesto asignado a la Secretaría de Cultura creció 17 puntos, correlativamente el presupuesto de la biblioteca creció dos puntos. De una partida inicial de 28 millones de pesos en 2008, en 2015 la BNMM llegó a alcanzar los 266 millones de pesos. En el tercer y último período de la gestión de González, es decir, entre los años 2012 y 2015, aparecen las colecciones Quelonios (Libros para chicos), León Rozitchner. Obras, Museo del libro y de la lengua, Colección Ademanes y Colección Jorge Álvarez, que prefiguran la madurez del proyecto con ediciones íntegramente financiadas por el Estado y muestran diversificación en las temáticas y la ampliación de los públicos destinatarios.

3. Las colecciones

Tomando como marco de referencia la información que nos ofrece el análisis del catálogo, seleccionamos dos colecciones: Los raros y Ediciones del Bicentenario. Estas colecciones son importantes en términos cuantitativos: constituyen el 35% del fondo editorial. Según un orden cronológico, pertenecen al núcleo de las primeras colecciones: fueron creadas entre 2005 y 2007, y presentan continuidad y regularidad a lo largo de 10 años. Un elemento importante para el análisis de las colecciones es la declaración de intención, texto a partir del cual una instancia representativa de la colección fija una línea, delimita un objeto y fija un plazo para una serie de libros publicados o por venir. Según Palierne, (2017) la declaración de intención toma elementos prestados del manifiesto de artista, en tanto invita a una adhesión o una oposición a un programa de acción a los lectores y comparte también características del texto comercial, como su carácter breve y persuasivo. Como núcleo de sentido la declaración de intención de una colección plantea una problemática a resolver. La declaración de intención de las colecciones de la BNMM las encontramos en los textos de presentación que están en el Catálogo 2015. Nos interesa aquí destacar que, estas declaraciones y propósitos, pueden leerse también en otros instrumentos, distintos de los que son propios de la edición comercial. Nos referimos a los documentos legales e informes de gestión lo que las convierte, como actos de gobierno, en una política pública en materia de edición estatal. En el Programa Cultural de la Biblioteca Nacional 2010 se presentaron las últimas publicaciones de la BNMM y las previstas para todo ese año. Allí se consignan los logros alcanzados y los objetivos de la editorial:

Las publicaciones de la Biblioteca Nacional ya superan el centenar y entre sus títulos se hallan algunos de los escritos fundantes de la lectura argentina y de las más elocuentes tradiciones críticas. La política editorial que se impulsa persigue precisamente que el lector argentino se sienta interpelado no sólo en lo que ya atesora, sino en lo que puede redescubrir. Lo que se lee ya fue leído por otro, y si bien se puede ser lector inaugural, en esencia se pertenece a una larga, silenciosa y milenaria república de lectores (Secretaría de Cultura, 2009).

En el 2011, en el plan de gestión ese año se anuncia la continuidad de la política editorial de la institución, “compleja y sutil, que ayuda a incorporar en bibliotecas y librerías obras de la literatura que muy difícilmente llegarían al lector si quedaran libradas a los intereses del mercado” (Biblioteca Nacional, 2011:5).

De este modo, en una primera lectura, puede apreciarse que durante la gestión de Vitali-González la editorial persigue propósitos semejantes a los que tuvo bajo la dirección de Groussac y de Martínez Zuviría. El objetivo de la biblioteca es, en principio, a través de la publicación de libros dar difusión y acceso de los documentos que posee la biblioteca en su colección, materiales de difícil acceso y que no se encuentran en el circuito comercial. En el siguiente apartado, a partir de adentrarnos en el análisis de dos de las colecciones con que se relanza el sello a inicios del XXI, procuramos dar cuenta cómo se despliegan estos propósitos, qué actores participan, que particulares intenciones tiene en el presente la selección de títulos, qué públicos supone y cuáles debates sugiere.

3.1 Los Raros

Los raros, junto a Ensayos & Debates y Reediciones & Antologías, es una de las primeras colecciones creadas por el sello de la BNMM y tiene publicaciones regulares de títulos durante los 10 años de gestión de Horacio González (gráfico 2). Un punto de contacto entre estas colecciones es que tienen por propósito rescatar textos del pasado desde una lectura crítica, sensible a los hechos contemporáneos. Como dicen en sus respectivas declaraciones de intención, las colecciones interrogan el pasado de la cultura argentina para responder preguntas del presente.

Gráfico 2. Colecciones de la BNMM por fecha de aparición y cantidad de publicaciones de cada una durante el periodo 2004-2015.

Fuente: elaboración propia.

Los raros cuenta con 52 títulos publicados entre 2005 y 2015, de los cuales los 18 primeros fueron en coedición con Colihue (2005-2007). A partir del año 2010 se torna regular, con títulos que salen todos los años. La colección supone un lector con un cierto bagaje cultural. Juan Pablo Bertazza, en una reseña publicada en Página 12, hace referencia a estos “libros rescatados por la Biblioteca Nacional” y los describe como “la otra cara de la ensayística argentina, la cara que no quisimos o no supimos leer” (2005). El nombre mismo de la colección es un guiño a los lectores avezados, es la referencia a una serie de semblanzas de vidas de escritores que Rubén Darío admiraba y que publicó en el diario La Nación entre 1893 y 1896. Los raros ha sido una categoría utilizada por la crítica literaria para conceptualizar la modernidad literaria latinoamericana (Caresani, 2021:298). Se trata de autores que tienen un posicionamiento alternativo respecto de las tradiciones locales y universales y el lugar del escritor y del artista respecto de la institucionalización de la literatura.

Sobre los objetivos que guían la selección de obras, la declaración de intención de la colección establece que:

Los Raros se propone interrogar los libros clásicos argentinos que han corrido la suerte de la lenta omisión que trae el tiempo y el olvido de los hombres. Ser clásico es lo contrario de ser raro, es su espejo invertido, su destino dado vuelta. Toda política editorial en el espacio público busca volver lo raro a lo clásico y hacer que lo raro no se pierda ni se abandone en la memoria atenta del presente (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:37).

Salvo pocas excepciones, Los raros son reediciones de autores argentinos entre los cuales se encuentran 5 manuscritos inéditos. Historia de Roca y Dogma de obediencia de Leopoldo Lugones, Filosofía del ajedrez de Ezequiel Martínez Estrada, Teatro inédito de Juan Rodolfo Wilcock, La mañana del 10 de enero de Jorge Vilela y Asesinato en el palacio de Bernardo Canal Feijó.

Si bien la colección presenta un rango amplio de fechas, que comprende la publicación de títulos de autores de la generación del 37 como (1854) de Juana Manso, La familia del Comendador: y otros textosEl tempe argentino (1858) de Marco Sastre y Pablo, o, La vida en las pampas (1870) de Eduarda Mansilla y títulos de autores que pertenecen al período del boom latinoamericano, como Lugones (1964) de Leonardo Castellani, La pampa habla (1968) de Luis Franco, Mi fe es el hombre (1984) de María Rosa Oliver, el núcleo fuerte de la colección se halla en autores del periodo modernista (1880-1910) con 22 títulos sobre el total de 52 que posee la colección. Sobre este momento de la historia argentina, la colección propone realizar el rescate de obras “caídas en el olvido” e “injustamente olvidadas”, lo que implica una decidida intervención sobre los textos del pasado, en favor de restituir una lectura obliterada de la historia y la literatura nacional. Esta intervención se realiza en dos planos diferentes. En el plano literario, se trata de “rescatar del olvido” textos que, por su rareza no han sido conservados para la posteridad en alguna de las compilaciones que crearon el canon nacional (Degiovanni, 2007). En un plano discursivo, los libros de Los raros rescatan sujetos y temas de la historia argentina que fueron, o bien considerados personajes marginales o bien discusiones saldadas.

De este modo, la colección puede ser leída como el “espejo invertido” de colecciones como la Biblioteca Argentina de Ricardo Rojas o Cultura Argentina de José Ingenieros, y como un nuevo eslabón en la larga (e inconclusa) “batalla por los textos de la patria” (Degiovanni, 2007:10). Los raros, como los proyectos que la precedieron tiene la intención de introducir los textos a partir de los cuales es posible reconocer un conjunto de temas y de símbolos con los que identificar históricamente el desarrollo de la argentinidad. En este sentido es significativo el modo en que los editores justifican, por ejemplo, la presencia de Teatro, sainete y farsa de Raúl González Tuñon (1940).

Menospreciadas al comienzo por la crítica, cuando no descalificadas por razones de “moral y buenas costumbres” en círculos conservadores de su tiempo, estas producciones pueden constituir hoy una sugerente ventana hacia la vida y la literatura porteñas de casi un siglo atrás (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:45).

En un plano discursivo las temáticas que aborda la colección son la historia, la política y la sociedad argentina. Un grupo de textos tiene como protagonistas a sujetos que formaron parte de los procesos de “modernización” de la Argentina de principios del siglo XX, tipos sociales que reflejan la vida en las grandes urbes y que fueron invisibilizados por los cánones literarios en favor de otras figuras como la del gaucho y La Pampa. En algunos casos nos quedan noticias de estos sujetos en registros textuales como informes, crónicas y biografías. La mala vida en Buenos Aires (1908) de Gomez Eusebio, según los editores, es “un manual de moralina trasnochada, plagado de prejuicios clasistas, sexistas y racistas, pero constituye un documento valioso que inaugura una larga serie de publicaciones dedicadas a este tema” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:56). Forman parte de la colección obras que dan testimonio y denuncian las condiciones de vida de los detenidos, como en Larvas de Elias Castelnovo (1931), o Cárcel de mujeres Angelica Mendoza (1933). Algunos tipos sociales de la sociedad porteña están representados en Vivos, tilingos y locos lindos (1901) de Francisco Grandmontagne, Las descentradas y otras piezas teatrales Salvadora Medina Onrubia (1930). Policiales por encargo de Pedro Pago, seudónimo de David Viñas, y textos que hablan de la vida criminal en Buenos Aires y cuya rareza radica además en que, a pesar del éxito de ventas, no tuvieron mayor repercusión en el circuito hegemónico y fueron olvidados.

Esta mirada al pasado no siempre se presenta a la sociedad argentina en clave de tensión o de denuncia. A rienda suelta (1925) compila columnas publicadas en el diario Crítica en la década del ’20 del autor Last Reason, pseudónimo del uruguayo Máximo Sáenz. Contemporáneo de Roberto Arlt, no hay en su obra un afán contestatario. El libro rescata la figura de los “burreros” o aficionados a las carreras y a partir de ellos se revaloriza el lunfardo como lengua de los argentinos. Se publicitó con una reseña en Página 12 que lo presenta como

un volumen costumbrista y popular, que se recorre con curiosidad y casi ternura, como asomándose sin permiso a un universo que ya no existe, pero que al mismo tiempo es el que ha forjado el habla que construye nuestro mundo de todos los días (Perez, 2007).

La nación argentina también es un tema de la colección y está representada sobre todo en un conjunto de títulos que fueron publicados en ocasión de los festejos del Centenario de la independencia. El primer número de Los raros es Idioma nacional de los argentinos (1900) de Lucien Abeille, cuya polémica “ahora se vuelca sobre las polémicas lingüísticas del siglo XXI” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:38). La visión particular del país se recoge en tres crónicas. El clásico de Gerchunoff, Los gauchos judíos (1910), obra compuesta en homenaje al Centenario de la Revolución de Mayo. Impresiones de mi viaje a Argentina (1910) del Barón von der Goltz, mariscal de campo alemán, La Argentina que yo he visto (1914) de Gil de Oto y Crónicas del centenario de Juan José de Soiza Reilly. Estos dos últimos títulos, son crónicas periodísticas publicadas en el diario La Nación.

Por fuera del campo literario, interesa el rescate de ensayos económicos como El petróleo (1910) del ingeniero electricista Jorge Newbery y el geólogo Justino Thierry. Publicado especialmente para el Centenario y cuya segunda edición llega “en un momento indiscutiblemente oportuno, pues en todo el mundo adquiere nuevos matices la discusión sobre la economía, el petróleo y sus consecuencias histórico sociales” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:46). El ensayo El enigma argentino (1944) de Felix Weil, libro originalmente publicado en inglés fue reseñado por el propio autor en una nota de difusión que salió en el diario Página 12. Allí Rapoport (2010) establece de manera explícita los ecos que tiene el libro en el presente argentino:

El año 1944, cuando se publicó El enigma argentino, es, por otra parte, un momento crucial, de una profunda crisis política local, enmarcada primero en la depresión de los años ’30 y luego en la Segunda Guerra Mundial. Esto produjo fuertes cambios internos y una “conexión” diferente con el mundo, circunstancias como las que de otro modo se viven hoy nuevamente a partir de 2001 y de la crisis actual del proceso de globalización (Rapoport, 2010).

El género preferente en la colección es el ensayo, con el 38% de los títulos que pertenecen a esta tipología, seguido de narrativa de ficción, que concentra el 29%. Sin embargo, el carácter raro de algunos títulos radica en que los libros de la colección son de difícil clasificación. Así, Temas existenciales (1939) de Homero Guglielmo es señalada en el catálogo como “rara pieza del archivo bibliográfico del existencialismo argentino” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:51), La Argentina que yo he visto (1900) de Manuel Gil de Oto, que puede leerse “como un aglomerado: algo de relato de viajes, un poco de poesía, mucho de sátira humorística y varios prólogos” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:54). Otros calificativos que reciben “los raros” por parte de los editores son: libros “arbitrarios”, como ¿Qué es esto? Catilinaria (1900) de Ezequiel Martínez Estrada, “insólitos” como el Viaje maravilloso del señor Nic-Nac al planeta Marte (1875) de Eduardo Holmberg, primera obra de ciencia ficción argentina que, además, ocupa un “insólito lugar en la literatura argentina” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:41). Finalmente es en el Último reportaje de John Reed (1994) de Dardo Cúneo donde encontramos la metáfora definitiva que opera sobre el pasado y el presente de los textos en esta colección. El libro “una rareza olvidada de nuestras letras” y que pertenece a la larga serie de “novelas de dictadores” funciona:

como un condensador, no sólo de los tópicos de la tradición en la que se asienta, sino también de la historia de los golpes de Estado y las traiciones al pueblo que sufrió la región durante el siglo XX. Como si se tratara de una especie de Aleph borgeano posado sobre América latina (Soifer, 2010).

3.2 Las ediciones del bicentenario

A diferencia de Los raros, que tienen como horizonte un “lector culto” al que se invita a participar con polémicas y guiños del campo cultural o literario contemporáneo, la colección Libros del bicentenario tiene como propósito la difusión del pensamiento nacional y latinoamericano al gran público. La selección de títulos es más cercana a la idea de clásico en un sentido tradicional que la que opera en Los raros. Presenta diferencias sustanciales respecto de aquella como el pequeño formato y el carácter fragmentario de los textos.

Libros del Bicentenario publicó 73 títulos de manera regular entre 2007 y el 2015. Contó con tiradas de 2000 ejemplares y en su primer año logró vender 10.000 de los 20.000 ejemplares. Los 10 primeros títulos fueron co-editados con la editorial Libros del zorzal (ediciones 2007) y 18 con la editorial Las Cuarenta y el Centro cultural Floreal Gorini (2008-2009). La colección presenta los más variados temas y autores, desde aquellos que representan el periodo independentista y la generación del 37, como José Carlos Mariátegui, José Martí, Domingo Faustino Sarmiento, Mariano Moreno, Juan José Castelli, Bernardo de Monteagudo, José Artigas, Bartolomé Hidalgo, Luis Perú de Lacroix, Manuela Sáenz, hasta los contemporáneos. Según una nota de La Nación (8 de enero de 2008), la colección incorporó progresivamente otros títulos cuyos derechos de autor cayeron en dominio público, como los cuentos de Horacio Quiroga y Leopoldo Lugones, las notas periodísticas de Alfonsina Storni y de otros autores que cedieron sus derechos. En este sentido además de los autores clásicos de la literatura nacional y latinoamericana, se hallan escritores e intelectuales contemporáneos que pertenecen al círculo de Horacio González: Las buenas costumbres de David Viñas, Cosas de Mujeres, de Rodolfo Fogwill, Lengua viva, de Leon Rozitchner, La mala suerte de los animales de Christian Ferrer, Partitas de Leónidas Lamborghini, Cuentos breves de Diego Tatian, Cartografía nocturna de Nestor Perlonguer, son algunos de los textos que integran Libros del bicentenario. El hecho de no conservar un orden cronológico y de intercalar textos clásicos con autores contemporáneos, quita a la colección toda perspectiva histórica y la aleja de toda intención de leer la producción literaria nacional o americana en clave patrimonial.

Imagen 1. Libros de la colección Libros del Bicentenario, edición 2014

Pero tal vez lo más notable de la colección, además de la variedad y diversidad de contenidos y épocas, es el formato de los libros y su forma de distribución. En lo que se conocía como el Apeadero Witold Gombrowicz, un espacio ubicado en la misma calle de la BNMM, y que fue un cajero automático devenido salón de lectura, se instaló la Máquina del Bicentenario, una máquina expendedora de libros de pequeño formato que distribuía libros como cajas de cigarrillos, minilibros de 5 por 8 centímetros, casi inhallables, con temáticas fundacionales y vinculadas de alguna forma a la Revolución de Mayo. Los libros eran económicos (costaban sólo un peso) y tenían por propósito “llevar la montaña a Mahoma” ya que la máquina estaba instalada en una zona de gran circulación de personas. Según cuenta el propio Alejandro Grimson, responsable a cargo de la Dirección de Cultura de la BNMM, la idea fue de Horacio González, quien se inspiró en los versos de Raùl González Tuñón: “Con la filosofía poco se goza./ Si quiere ver la vida color de rosa / eche veinte centavos en la ranura” (Bertazza, 2007).

Imagen 2. Publicidad de la Máquina del Bicentenario en La revista La Biblioteca. Tercera época, N° 6, año 2007 p.29.

La experiencia de la Máquina del Bicentenario apela a la memoria cultural de un sujeto lector urbano, un flaneur que vaga por las calles de Buenos Aires “En toda gran urbe, un ciudadano es aquel que rebusca en su último bolsillo una moneda esquiva”, “moneda de cambio, como lo recuerda casi todo el cine del siglo XX” (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:95).

La tarea de construir una tradición a partir de la selección, edición y distribución de textos tiene un punto de inflexión en el año 2010. La conmemoración de las revoluciones independentistas en Argentina y en otros países de América Latina fue un momento de activación de discursos enfrentados que se disputaron una idea de Nación (Amorebieta y Vera, 2019) algo que es posible leer en los medios de comunicación de la época (Fontana y Schuttenberg, 2014) y en el ámbito académico (Acha, 2011). En este contexto los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo tuvieron una línea conmemorativa a través de una producción editorial especialmente lanzada para la efeméride tanto en el ámbito comercial como en el ámbito de las políticas públicas (Rodríguez, 2014). Para la organización y planificación de los festejos del Bicentenario el Estado argentino creó por Decreto en 2009, la Unidad ejecutora dependiente de la Secretaría general de la presidencia de la nación. Según el decreto:

El Gobierno Nacional, ha manifestado pública y reiteradamente la necesidad de que el Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810, constituya una oportunidad única para reflexionar y debatir acerca de la historia y de la identidad de la República Argentina, como así también, para proyectar la construcción colectiva de un proyecto de país hacia el futuro, con inclusión social, federal e integrado a la región latinoamericana (Secretaría de Cultura Argentina, 2009).

En este contexto en 2009 la BNMM, a pedido de la Secretaría de Cultura, presentó su programa cultural (Secretaría de Cultura, 2009) que incluyó numerosas muestras, exposiciones, conciertos, producción y proyección de materiales audiovisuales, concursos y becas, jornadas, así como también la publicación de libros y ediciones especiales como el número doble de la revista La Biblioteca: Edición Bicentenario, La Constitución de la Nación Argentina, una recopilación facsimilar de distintas constituciones argentinas y sus modificaciones. Este año también se publicó Historia de la Biblioteca Nacional. Estado de una polémica de Horacio González.

Nos interesa sin embargo reseñar un libro que se publicó fuera del programa: Ecos alemanes en la historia argentina. Contribución crítica de la Biblioteca Nacional para la Feria del Libro de Frankfurt, un libro de pequeño formato, de 11 x 17 centímetros, en edición bilingüe que puede leerse en español e invirtiendo el libro, en alemán, escrito por el propio Horacio González. Este es el texto con el que la BNMM decidió participar como parte de la comitiva que representó al país en la Feria del Libro de Frankfurt. El libro es una suerte de respuesta y una contrapropuesta a los debates que se suscitaron alrededor de los festejos del Bicentenario. En 2008, en ocasión de la designación de la República Argentina como “País Invitado de Honor” en la Feria de Frankfurt de 2010 (Sorá, 2012:154), la iniciativa del gobierno de Cristina Kirchner de centrar el tema en las figuras de Eva Perón, Carlos Gardel, Diego Armando Maradona y el “Che” Guevara, generó una controversia que se extendió por dos años en los medios periodísticos (Sociedad Argentina de Información, 2008).

Según Alejandro Grimson Ecos alemanes… “es un texto acerca de las formas posibles, y necesarias, de pensar la cultura, las culturas, así como sobre los modos en que una institución pública como una biblioteca nacional puede participar en el mercado de las industrias culturales” (Grimson, 2021:283). En este sentido cabe destacar que la propuesta de la BNMM se diferenció de otras que participaron de la Comitiva argentina. Mientras que el Ministerio de Educación, en el marco del Plan Nacional de Lectura eligió, editó y distribuyó la colección Cuentos al Sur del Mundo: Narrativa cardinal Argentina, una selección de textos de ficción de autores contemporáneos editada en español y en inglés, la BNMM presenta este ensayo que recorre autores y temas de la cultura y la literatura alemanas que más influyeron en el pensamiento argentino. Se incluye en esta panorámica a los inmigrantes alemanes que contribuyeron a forjar este país y a los lectores y autores argentinos que interpretaron las diversas corrientes del pensamiento alemán como parte de la conformación de un pensamiento nacional. En el prólogo, Horacio González explica la intención de la obra:

Ningún país existe sin guardar los ecos de lo que otras naciones producen sobre él. En la variedad abierta de historias y culturas, nunca un país comienza ni acaba en sí mismo. Una nación es una deseada plenitud y un tajo que debe saber hacerse (González, 2010:9).

Un detalle notable de Ecos alemanes… son sus ilustraciones. La tapa es un grabado del siglo XVI de Levinus Hulsius, editor e ilustrador de la crónica Viaje al Río de la Plata de Ulrico Schmidl publicada en 1567. La imagen es un negativo de la escena que representa el naufragio de los conquistadores en el Río de la Plata.

Imagen 3 y 4. Tapas del libro Ecos alemanes en la historia argentina. Contribución crítica de la Biblioteca Nacional para la Feria del Libro de Frankfurt de Horacio González, edición 2010 en español (derecha) y en alemán (izquierda).

Fuente: Gentileza de las áreas Centro de Microfilmación y Digitalización Biblioteca Nacional Mariano Moreno y de Ediciones Biblioteca Nacional.

En su interior se incluyen grabados de Clément Moreau, artista gráfico alemán, que nació en 1903. Moreau vivió en Argentina entre 1935 y 1961. Por cuestiones políticas emigró a Suiza donde pasó el resto de su vida. Publicó durante los años treinta y cuarenta innumerables caricaturas políticas e historietas sobre Hitler y el régimen nazi. Tanto en Argentina como en Alemania, su trabajo permanece desconocido para un público más amplio (Zeller, 2009:140).

Ecos alemanes… se reeditó en 2015 y pasó a integrar la colección Ademanes. La decisión de incluir este libro en una colección nos resulta significativa. Allí, la voz de González autor se amalgama con la de los editores:

No dejamos de lado la conmemoración que lógicamente nos es grata. Pero escribir sobre las relaciones entre Argentina y Alemania —relaciones culturales, relaciones entre ideas y espasmos políticos— es una forma de destierro (Biblioteca Nacional Mariano Moreno, 2015:127).

El año 2015 constituye un antes y un después para la política cultural y editorial de la BNMM. Las elecciones presidenciales de ese año en Argentina marcaron la culminación de 12 años de gobiernos justicialistas. Luego de los mandatos de Néstor Kirchner (2003-2006) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2010, 2011-2015), el gobierno pasó a manos de la Alianza Cambiemos y asumió la dirección de la biblioteca Alberto Manguel. Si bien el sello continuó funcionando, lo hizo de manera muy irregular y no tuvo luego de la gestión de González el mismo grado de producción. El análisis del último catálogo publicado en 2023 arroja como dato fehaciente que, en los 8 años que siguieron a su dirección, sólo se publicaron 40 títulos y se crearon 2 colecciones. En este sentido, parece certero decir que escribir sobre el pasado es una forma de destierro. El proyecto editorial de la BNMM a través de sus colecciones y, particularmente de Ecos alemanes…, prefiguró a través de la edición, la geografía errante de una nación siempre en ciernes a la que, sin embargo, siempre es posible volver a través de la lectura de sus libros.

4. Comentarios finales

Este trabajo realiza un aporte a los estudios de la edición y del libro en un área de vacancia, y lo hace respecto de un caso singular y escasamente abordado por la bibliografía especializada: el sello editor de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de la República Argentina. La edición de libros de la BNMM está presente con amplias discontinuidades a lo largo de sus doscientos años de historia, pero alcanzó un grado de sistematicidad y de profesionalización a inicios del siglo XXI con la creación de 20 colecciones y la publicación de 365 títulos a lo largo de 10 años de gestión, actividad que le permitió instalarse en el sector como editorial mediana y cuyos primeros pasos firmes fueron posibles por prácticas propias del sector independiente como la coedición y la distribución compartida. De la lectura atenta de las declaraciones de intención y otros paratextos se desprende, en primer lugar, que los objetivos que persigue la institución con la edición y reedición de libros, es brindar acceso a documentos que posee en sus estantes. Sin embargo, a partir de adentrarnos en el análisis y descripción de dos de las colecciones con que se relanza el sello a inicios del XXI, Los raros y Libros del Bicentenario, fue posible caracterizar las particularidades que asume la línea editorial en este periodo.

En el caso de Los raros la colección se presenta como un contra canon a partir de la selección de títulos, temáticas y autores olvidados por la crítica literaria. El género preferente de la colección es el ensayo, lo que permite a los editores proponer la vigencia de los textos e invitar a los lectores a establecer correspondencias entre estos y la coyuntura del presente. Por su parte, Libros del bicentenario se dirige al “gran público” con libros económicos y de pequeño formato y una selección de clásicos argentinos y latinoamericanos. En este caso la ampliación de la “república de lectores” se realiza a través de una propuesta lúdica de distribución de libros “al paso”.

El año 2010 será un punto de inflexión para las políticas editoriales de la BNMM con la activación de discursos enfrentados que se disputaron una idea de Nación. Ese año, la editorial de la biblioteca no sólo reeditó títulos para conmemorar el Bicentenario sino que, con un ensayo original de Horacio González procuró intervenir en los debates del periodo sobre la difusión de la cultura nacional y la edición pública de libros en el ámbito comercial. El análisis general del catálogo y de estas dos colecciones que pertenecen a los inicios de la gestión de González constituye una primera aproximación al trabajo del sello editorial de la BNMM. El presente estudio, de carácter descriptivo, es susceptible de ser ampliado en futuras contribuciones que avancen en el análisis de las otras colecciones y profundicen en las características que asume el trabajo de edición en el espacio público estatal.

Notas

1 El trabajo se enmarca en el Proyecto de Investigación y Desarrollo H1035. “La participación de intelectuales en la historia de las bibliotecas y del ámbito bibliotecario en Argentina (1870-2015)” en ejecución Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET). Desde 01-01-2024 hasta 31-12-2027 que dirige el Dr. Javier Planas y co-dirige la Mg. María Eugenia Costa y del cual la autora participa como integrante.

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