EDITORIAL

Una bibliotecología del presente


Diego Ferreyra

Director / Información, cultura y sociedad
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Investigaciones
Bibliotecológicas (INIBI). Buenos Aires, Argentina / srdiego@uba.ar | https://orcid.org/0000-0001-6823-5496


Susana Romanos de Tiratel, quien fuera directora del INIBI entre 1997 y 2011, convocada para imaginar el futuro bibliotecario a fines del siglo pasado, propuso identificar un núcleo organizador de nuestra profesión a través de la idea de mediación comunicacional de las memorias sociales y del conocimiento. Sostenía que “somos mediadores de una comunicación diferida, tenemos la responsabilidad de reunir, organizar y facilitar el empleo de los registros gráficos, no importa el formato en el que se presenten” (1993). Prometía una bibliotecología vinculada al proyecto de la modernidad, dedicada a la construcción de instituciones, métodos y saberes que permitieran a las comunidades organizar y circular sus memorias, conocimientos y discursos de manera sistemática. Es así que nuestro espacio se reconoce hoy por su carácter social, plural y transformador, donde los marcos teóricos y metodológicos están indisolublemente ligados a las prácticas y contextos en los que opera.

Como otras veces, nuestras prácticas y enfoques se ven interpelados por cambios profundos en los procesos de registro, disponibilidad y acceso que afectan las producciones y realizaciones sociales en todos los órdenes. Es momento de considerar quizás que este es un rasgo propio de la profesión que encarnamos: la historia de la bibliotecología es en parte la historia de las tecnologías de la memoria. La ritualización, la mnemotecnia, el ritmo, las danzas, las representaciones visuales, la escritura, la reproducción seriada de textos, el registro sonoro, el registro audiovisual y más. Son respuestas y elaboraciones sociales para conjurar la pérdida, preservar lo valioso y lograr transmitir aquello que Iuri Lotman (1971) entendía de manera amplia como cultura: la memoria no hereditaria de una colectividad.

Existe entonces una estrecha relación entre los cambios en la materialidad socio-técnica de los procesos de mediación documental y nuestra disciplina. Resulta recurrente la alusión en nuestro campo a una actualidad tecnológica desbordante, un vértigo, la aceleración o velocidad de los cambios. Es quizás un indicador no tanto del apabullante cúmulo de eventos sino del grado de disociación entre los procesos de transformación que nos atraviesan y nuestra capacidad para organizarlos, significarlos, dirigirlos y, por sobre todo, producirlos. Nos toca entonces trascender el análisis testimonial y avanzar hacia la construcción de herramientas, estrategias y políticas que nos permitan fortalecer y propiciar la conformación soberana y consciente de actores y agentes transformadores. El proyecto bibliotecario nace henchido de modernidad y agencia, expresa la voluntad colectiva que busca establecer los medios para realizar y transmitir una identidad social en términos de conocimientos, prácticas y discursos. Este, nuestro proyecto, encuentra su potencia en su capacidad para afirmar sujetos sociales y promover el crecimiento y las transformaciones de una comunidad.

En términos concretos se trata pues de discutir, elaborar e implementar dispositivos y herramientas para identificar, describir, interpretar, almacenar y disponibilizar artefactos culturales en un medio social. Para citar una vez más a Susana Romanos de Tiratel: “No nos definen ni nos identifican las técnicas, sí nuestra función de intermediarios activos entre una mente que ha registrado, en cualquier soporte, lo que ofrece a los demás y otra que busca porque necesita esos contenidos, no importa para qué, ni cómo, ni cuándo” (2011).

Recientemente, el espectro de tecnologías y metodologías que en la actualidad se presentan bajo el término paraguas de “inteligencia artificial” nos acerca un sin fin de promesas, peligros y también transformaciones reales, cambios que afectan aspectos cotidianos y vitales de todo orden. Como anticipó Kittler (2018) en relación a la escritura, no se trata de un escenario de reproductividad técnica, sino ya de la eventual productividad técnica de lo simbólico. Esta productividad es inconmensurable. En un texto inaugural de la cibernética (Rosenblueth, Weiner & Bigelow 1943), en el esfuerzo por establecer un marco de análisis unificado para máquinas y organismos, los autores perciben que la productividad en los organismos se resuelve a través de la multiplicación espacial: la reproducción de la vida. Por el contrario, las máquinas recurren a lo que denominan la multiplicación temporal de efectos. Esta multiplicación del tiempo permite cotas de productividad --ahora productividad simbólica-- que quizás resulten además de inconmensurables, inhumanas. Tomás García (2025-), como parte de sus aprendizajes experimentando con el uso de modelos para la generación de imágenes, considera que ahora nuestra singularidad como especie podría estar en ejercer un rol de “curadores”, seleccionar y consolidar bienes simbólicos entre el universo latente de posibilidades que conforma cada modelo. Es una propuesta cercana a la que realiza Ferraris (2023) al plantear que acaso lo único que aún nos singulariza como sujetos es la capacidad de interpretar, de elegir o consumir, ya no la de crear o producir. Es una propuesta un tanto desgarrada, una renuncia que proyecta comunidades similares a la que habita Axiom —la nave-hogar de Wall-E. Nos gustaría pensar y proponer que podrán ser reemplazadas tareas y formalismos, pero no el deseo y la agencia. Y nuestra profesión se dedica a una de las formas más universales del deseo: la búsqueda.

En este número de Información cultura y sociedad incorporamos una nueva sección: Archivos del INIBI. En esta sección nos proponemos compartir documentos y aprendizajes que constituyen parte de la historia de nuestra profesión y que hoy forman parte del archivo documental del INIBI. Son documentos valiosos que nos permiten reflexionar sobre la historicidad de nuestro campo, discriminar constantes de novedades y reconocer los trazos del pasado en el presente y la cercanía palpable del futuro por construir. En esta oportunidad rescatamos el discurso que diera el presidente Juan Domingo Perón a los bibliotecarios al clausurar el Primer Congreso Nacional de Bibliotecas, el 12 de abril de 1954, en el Teatro Nacional Cervantes. Nos permitimos anticipar un extracto como cierre de la presente editorial:

“Es indudable que acopiar libros, construir anaqueles y ordenar allí, aunque sea técnicamente, una biblioteca, es sólo una pequeña parte de la función que la biblioteca debe llenar. Y así como en esto existe un aspecto técnico, existe también un aspecto humano. La biblioteca no puede carecer ni de un aspecto ni del otro. Si es sólo técnica, probablemente encontremos en esa maravillosa organización, en esa perfecta documentación y ordenamiento, el libro que buscamos, teniendo en seguida una idea acabada de su contenido y aún una biografía de su autor, pero si eso no está al alcance de la gente, si no se lo utiliza en forma permanente, no tiene absolutamente ningún valor.”

Referencias Bibliográficas

Ferraris, Maurizio. 2023. Documanidad: filosofía del mundo nuevo. Madrid: Alianza.

García, Tomás. 2025. Manual de navegación para el caos latente. <https://www.tomasgarcia.tv/7manual> [Consulta: 30 mayo 2025]

Kittler, Friedrich. 2018 [2015]. La verdad del mundo técnico ensayos para una genealogía del presente. México DF: Fondo de Cultura Económica.

Lotman, Iuri M. y Boris A. Uspenski. 1971 [2000]. Sobre el mecanismo semiótico de la cultura. En Lotman, Iuri M. La semiosfera III. Semiótica de las artes y de la cultura. Madrid: Cátedra.

Romanos de Tiratel, Susana. 1993. La función del bibliotecario en la sociedad del futuro. En XXVII Reunión Nacional de Bibliotecarios El futuro de la Biblioteca en la Sociedad del Futuro. (27º: 13-17 abril 1993: Buenos Aires). Buenos Aires: ABGRA.

Romanos de Tiratel, Susana. 2011. Reflexiones para construir un puente entre generaciones. En Información, cultura y sociedad. No. 24, 7-14.

Rosenblueth, Arturo N., Norbert Wiener y Julián Bigelow. 2010. Comportamiento, propósito y teleología. En (Ready) Media: hacia una arqueología de los medios y la invención en México. Jasso, Karla y Daniel Garza Usabiaga, ed. México: Laboratorio Arte Alameda. Instituto Nacional de Bellas Artes. Conaculta.