Bordados como enseñanza para la rebeldía


Claudia Pedone

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Instituto de Investigaciones de Estudios de Género, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Centro CALAS, Regional Andes, Ecuador.
ORCID:
0000-0001-7990-0981

Karina Rousseng Dal Pont 

Setor de Educação da Universidade Federal do Paraná (UFPR),
Departamento de Teoria e Prática de Ensino, Campus Curitiba. Brasil.
ORCID: 0000-0001-9286-2158

Recibido: 2 de octubre de 2023. Aceptado: 23 de octubre de 2023.

Bordados para la lucha, la resistencia y como enseñanza para la rebeldía

Este ensayo surge del encuentro y diálogo entre dos geógrafas latinoamericanas que buscan relatar historias con herramientas que pongan de manifiesto, entrelacen y unan nuestras realidades, enmadejadas en la afectividad y en las resistencias.

Para dar corpo a esse encontro, além das imagens que serão apresentadas, a escrita do texto em español e portugués foi a escolha das autoras em desobedecer a linguagem. Assim como os fios e as linhas dos bordados desobedecem as ordens dos mapas e da política, a linguagem, segundo Carlos Skiar (2014:16) “desobedece porque acredita que governa a dobra da percepção […] porque é mais seu sentido que sua estrutura, é mais sua poética que sua gramática”.

Nuestro diálogo comenzó a partir de mi búsqueda de una imagen que interpretara las estrategias y trayectorias vitales de mujeres migrantes sudamericanas hacia Argentina sobre las cuales estaba escribiendo. Así, un texto sobre las historias de mujeres migrantes (Mallimaci, Pedone, en prensa) fue el catalizador para inspirar un mapa que refleja los sentimientos de una hija frente a la migración de su madre. A partir de esta mirada conjunta, surgió el diálogo y el intercambio sobre lo que un bordado podría representar (Figura 4).

En un mapa de América del Sur, los hilos recreaban la vitalidad de cada trayectoria migratoria de mujeres en movimiento. En el borde del mapa, el bordado gritaba un adiós comprensivo de una hija a su mamá. “Sé que te vas, pero no me abandonás”. Nesse encontro das linhas com a menina, o bordado se constitui como possibilidade para produção de “cartografias afetivas” (Pereira, 2016), ao mapear afetos e apresentá-los como forças que expressam desejos e intensidades. A feitura desse bordado se deu logo após a leitura do texto enviado por Claudia. Fui inundada pelas histórias de mulheres migrantes e, principalmente, pela fala de uma menina. Foi irresistível pegar o atlas e desenhar sobre o tecido o mapa da América do Sul invertida, tal qual o desenho de Torres Garcia (1943), porém dando contorno apenas aos países de saída e de chegada dessas mulheres que migram na esperança de melhores condições de trabalho e vida. A linha roxa é uma marcação estética do feminismo e da luta pelos direitos das mulheres. E a frase, dita pela menina, a mais singela demonstração de afeto que era urgente de ser contemplada por essa cartografia feminina sul-americana.

Luego de ese mapa tejido entre las miradas y afectividades de dos geógrafas, surge la propuesta de compartir esta experiencia. A partir de eso, comenzamos a explorar la relación del bordado con las luchas, resistencias y reivindicaciones políticas, así como su potencial como instrumento para denuncias y acompañamientos, como una forma amorosa de mostrar el mundo/los mundos. 

De esta manera, nos dedicamos a recopilar historias antiguas y nuevas para rehacer este camino. No pretendemos ser exhaustivas en la presentación de las innumerables experiencias que atraviesan nuestros territorios, así como aquellos que nos son más distantes pero no ajenos, hilvanando historias. Solo deseamos testimoniar algunas puntadas que descosen fronteras físicas y simbólicas, y se bordan para abrir caminos, acuerpando territorios y luchas que nos han permitido, una vez más, esta vez con puntadas, sostener resistencias y rebeldías.

Bordar é sempre uma possibilidade de narrar outras histórias com linhas e tecidos. Expressar com as texturas palavras e sujeitos que carregam histórias individuais e de luta coletiva. Criar resistências pelo atravessamento das linhas nos tecidos, sendo possível ver um mundo também pelo seu avesso, assim como produzir cartografias que desterritorializam a ordem oficial dos mapas ao percorrer territórios fixados pela representação, reterritorializando a vida que teima em atravessar cartografias estáticas.

Bordando memorias: recuperando caminos de los bordados en América Latina

Esta práctica ancestral va más allá de lo meramente individual para convertirse en un acto colectivo. Enfocarnos en el bordado desde esta perspectiva nos lleva a reivindicar las luchas por preservar la vida. En América del Sur, hay dos experiencias precursoras en denunciar y contar historias a través de hilos y punto cruz. Por un lado, las Madres de Plaza de Mayo, que bordaron los nombres de sus hijos e hijas desaparecidas en pañuelos blancos para exigir su aparición con vida. Por otro lado, las Arpilleras de Chile, que se reunían durante la dictadura de Pinochet para bordar y articular acciones políticas, así como para denunciar las torturas, violaciones y desapariciones que marcaban y se apropiaban de la vida cotidiana. Este legado ha resurgido y en la actualidad diversas causas políticas recorren con hilos y puntadas nuestra región, desde México y América Central, pasando por Brasil, Colombia y Ecuador, hasta Argentina.

El poder transformador de los bordados contemporáneos se debe, en parte, a su origen en saberes situados y colectivos. Estas luchas abarcan desde la reivindicación de la memoria y los derechos humanos hasta las causas ambientalistas. Van desde denuncias contra la trata de personas, los femicidios y la feminización de la pobreza, hasta el reclamo por la despenalización del aborto, la defensa de la educación pública y otras innumerables maneras de enfrentar el poder global y globalizador.

En los últimos años, en Argentina se evidencia que una de las estrategias para resistir y luchar se realiza a través de la práctica política del bordado. Laura Haimovichi (2020) aborda este tema en un artículo periodístico donde recupera las experiencias durante tiempos de pandemia como un modo de mantener el compromiso con la vida. Para ello, entrevista a varios colectivos y curadoras de arte que reconocen que las puntadas, los hilos y los hilvanes representan tanto viejas como nuevas formas de comunicarse y expresar ideas, con el propósito de llevar a cabo una manifestación textil. Investigaciones sobre estas acciones políticas coinciden en afirmar que un trabajo, considerado eminentemente femenino dentro de las lógicas del mercado capitalista, ha pasado de ser una opresión a convertirse en una herramienta para la reparación y la protesta, para el combate, los cuidados y los deseos. En definitiva, se trata de una transición desde el cuestionamiento del bordado como oficio que estructura la domesticación femenina hasta su utilización como una herramienta de subversión (Parker, 2010; De la Fuente, 2021; Santoro, 2022) que desafía el pensamiento hegemónico (Gargallo, 2018, 2020).

En México, ante la desaparición forzada de personas, la Colectiva Hilos es un grupo interdisciplinario que comparte un interés en la denuncia social mediante soportes textiles. A través de sus acciones, visibilizan los feminicidios, las desapariciones, la trata de personas y las violencias estructurales en el país (CALAS, 2023).

En junio de 2022, durante el Paro Nacional en Ecuador liderado por la población indígena, la práctica ancestral del bordado llegó a las ciudades como una exigencia de justicia ante las consecuencias de las políticas económicas neoliberales. Así, en la marcha de las mujeres el 25 de junio, se unieron saberes colectivos ancestrales y actuales, interseccionales, atravesados por la pertenencia étnica y de clase, las edades, el género y la diversidad de resistencias. Los bordados fueron, una vez más, un instrumento para dar voz a los reclamos. Una bordadora de la ciudad de Cuenca expresó claramente el significado de esta práctica: “todos estos sentires, todas estas indignaciones y sobre todo estas exigencias quedan plasmados en cada uno de los bordados” (Sánchez, 2022) (Figuras 1 y 2).


Figuras 1 y 2: Marcha de las Mujeres en el marco del Paro Nacional Indígena, Quito, Ecuador, junio 2022. Fotografía: Claudia Pedone.

Narrativas creadas con hilos y puntadas: otra interpretación de los territorios 

Coincidimos con María Belén Tapia de la Fuente (2021) cuando afirma que los bordados nos conducen a cómo utilizar la materialidad textil para producir conocimiento situado, corporizado, interdisciplinario y rizomático. Las diversas experiencias de lucha a lo largo de la historia y los espacios muestran que el tejido permite abordar el cuerpo-territorio y que se puede convertir en una práctica comunitaria que incluso se traslada a la enseñanza. Hilvanar historias colectivas permite acomodar el cuerpo para escuchar y ser escuchadas/os. Es un modo de reflejar herencias ancestrales africanas, indígenas y mestizas que confrontan el pretendido blanqueamiento que nos fue impuesto para moldear y configurar las representaciones sociales en nuestros países.

Seguindo esses preceitos, a artista brasileira Rosana Paulino utiliza como suportes artísticos o bordado e as costuras. Na condição de mulher negra, produz com suas obras outras significâncias para essa condição em um país racista e misógino. Na série “Bastidores” (1997), imprime sobre o tecido rostos de mulheres negras que são atravessados por linhas pretas em suas bocas, olhos e gargantas, como se o desejo da artista fosse apresentar os silenciamentos aos quais mulheres pretas são submetidas cotidianamente. Na instalação “A obra” (2013), a imagem de uma mulher preta desconhecida capturada pelas lentes da expedição científica inglesa Thayer ao Brasil, em meados do século XIX, é rearranjada de modo desencontrado entre suas partes, que são “suturadas” com fios de linha preta. Para a artista trata-se de um refazimento desses corpos que nunca será completo, devido à violência do sequestro de seu território e ao trabalho forçado em outro continente pela escravidão. Rosana Paulino aciona objetos do cotidiano feminino, como agulhas, tecidos, linhas e bastidores, que “modificam o sentido, costurando novos significados, transformando um objeto banal, ridículo, alterando-o, tornando-o um elemento de violência, de repressão. O fio que torce, puxa, modifica o formato do rosto, produzindo bocas que não gritam, dando nós na garganta. Olhos costurados, fechados para o mundo e, principalmente, para sua condição no mundo” (Paulino apud Pimental, 2016) (Figura 3).


Figura 3. Rosana Paulino. Série “Bastidores”, imagen transferida sobre tecido, bastidor e linha de costura / 30 cm / 1997. Fonte: https://www.esquerdadiario.com.br/Rosana-Paulino-a-mulher-negra-na-arte (Consulta 06-09-2023).

Las reflexiones vertidas en este texto, como adelantamos, no tienen ninguna ambición totalizadora al referirse a antiguas y nuevas prácticas vinculadas al bordado. Se trata, más bien, de compartir algunas experiencias propias que se fueron hilvanando con otras. Así, nuestro tejido está conformado también por las puntadas de compañeras que han participado en nuestro acercamiento a los diversos periplos de mujeres y en la reinterpretación de los territorios como un conocimiento situado que se enreda y enmadeja con los hilos de las militancias actuales. Militancias que, en definitiva, defienden y enseñan a defender la vida.

O bordado e a educação geográfica

As imagens dos bordados selecionados para esta seção expressam um processo criativo inaugurado com a escrita e pesquisa para minha tese de doutoramento em educação, realizada entre 2014 e 2018 na Universidade Federal de Santa Catarina.1 Na tese a cartografia oficial e os modos como é ensinada nas escolas tornaram-se um problema, dada a imobilidade e fixidez com as quais os territórios são apresentados em sala de aula. Por diálogos estabelecidos com a cartografia crítica e com obras de arte contemporâneas que utilizam elementos da cartografia em seus processos, buscou-se mobilizar linhas na educação geográfica que criassem resistências aos processos pedagógicos automatizados e ao poder da cartografia oficial. Isso porque esses modos de se cartografar os territórios obliteram pela força da “verdade cartográfica” cheiros, texturas, sensações e desejos dos sujeitos que compõem esse mesmo espaço.  

Assim, os/as artistas selecionados/as, como Mayana Redin2 e Jorge Macchi,3 pelos modos como subvertem e profanam a cartografia oficial em suas obras e processos artísticos, foram centrais no processo da pesquisa. A princípio a tese se daria na aproximação desses elementos comuns como meios de mobilizar o pensamento cartográfico a partir de construção de práticas pedagógicas que teriam como disparadores suas obras. Porém, em determinado momento da pesquisa, ocupar o espaço de propositora pedagógica ou espectadora das obras foi insuficiente para expressar todo o esforço empreendido pelos estudos, práticas e escrita. 

Ao participar de uma oficina de bordado e de outras oficinas de gravuras e colagens, compreendi que havia outra necessidade expressiva sendo construída por esses gestos de pesquisadora-professora inquieta. E assim a experimentação com as linhas, tecidos e bastidores atravessando mapas e constituindo outras cartografias também constitui outra língua para meus processos de pesquisa que seguiram para além da tese. Como nos ensina bell hooks (2017:223), “como o desejo, a língua rebenta, se recusa a estar contida dentro de fronteiras”. O encontro de uma professora de Geografia com a arte e o bordado foi catalisador para criar desvios nos mapas oficiais e nos textos acadêmicos com as agulhas e linhas. Perfurar o dado se constitui como único modo de expressão. Atravessar as tramas do tecido, impor a espaços lisos volumes, texturas, cores e desejos de expressão. Seguindo com a proposição de exercícios de atenção aos possíveis universos de pesquisa que o bordado abre na educação geográfica, na preparação para a docência e na construção para si de outros procedimentos em que aprender é o próprio processo que provoca um deslocamento em nós.

El mapa no es el territorio

En los últimos años, estos diálogos hilados entre puntadas y bastidores, que reconstruyen mapas y dan cuenta de la letalidad de algunos territorios, se han intensificado en torno a las investigaciones y luchas feministas. En un encuentro sobre feminismos y migraciones en Huelva (España, 2022), algunas compañeras nos mostraron cómo el cuerpo de una mujer africana migrante contaba su historia a través de sus cicatrices. Mediante un relato construido colectivamente, trazaron un mapa y sus rutas con redes, maderas e hilos arrastrados por el mar. De esta manera, construyeron una cartografía de la trata de personas, es decir, del dolor y de la injusticia que desde hace décadas unen África con Europa (Jorge Barbuzano, Monday y Antolínez Domínguez, 2021).

Estas miradas actuales sobre los territorios me transportaron a inicios de los años 2000. A raíz de las migraciones transatlánticas de mujeres latinoamericanas, me permitieron conocer y dialogar con las “abuelas de la migración” en Ecuador. Así, pude escucharlas e imaginar espacios lejanos, donde sus hijas limpiaban casas y cuidaban ancianos en España e Italia, para garantizar una mejor vida a toda la familia. Mi vínculo con ellas también se forjó y se consolidó mediante madejas e hilos. Mientras ellas gestionaban el cuidado de sus nietos/as, los dilemas escolares y el buen uso de las remesas que sus hijas enviaban desde Europa, por mi parte, me ofrecía a participar en la elaboración de las “chompas”4 destinadas a los y las pequeñas de la familia: tejer terminaciones, coserlas, dejarlas listas para ser estrenadas. En esas largas horas de conversaciones, compartiendo bordados y también recetas, me permitieron entrar en sus cocinas y en sus historias de vida. Tuve la oportunidad de conocer el modo en que se habían convertido en “madres primerizas en la vejez”, al sostener el proyecto migratorio de sus hijas en los lugares de origen. Desmadejando las historias familiares, estas abuelas me adoptaron como una miembra más de la familia trasnacional hasta el día de hoy (Pedone, 2004). 

Paralelamente a estas discusiones académicas, políticas y vitales atravesadas por tejidos y tramas, se produce mi encuentro con los bordados de Karina Rousseng Dal Pont. Su manera desenfadada y crítica de deshacer y subvertir la cartografía convencional, para darle vida e hilar historias, llegó en un momento clave. Las nuevas y las viejas generaciones, reunidas en torno a discusiones sobre feminismos y migraciones, estábamos reavivando el debate sobre quiénes producen el conocimiento y cómo nos posicionamos ideológica y epistemológicamente frente a ello. Karina, en su proceso de construir cartografías de la afectividad, no se limita a ilustrar el espacio. Más bien, borda una deconstrucción de mapas para mostrar e iluminar las cicatrices y los gritos que se desprenden de los procesos de cada territorio. Sus bordados reinterpretan trayectorias y, con hilos y puntadas, piensan a América Latina, África y España a través de relatos unidos por encuentros y desencuentros históricos, coloniales y neocoloniales. Su manera de comprender los mundos, entre bastidores y talleres de formación en la vida, abre una puerta rebelde para enseñar la geografía de la esperanza.

Nuestro diálogo y exploración de otras experiencias sobre el poder del bordado en nuestra región se extendió durante más de un año. Ahora, este texto sobre recuperar la memoria viva de nuestros pueblos a través de puntadas e hilos que tejen y destejen historias llega a su conclusión en tiempos complejos. América Latina se encuentra convulsionada por procesos electorales enlutados por la violencia, la pobreza, la crisis de los ingresos y las consecuencias de la pandemia. Los derechos vulnerados nos convocan a seguir en la lucha y en la rebeldía. Las últimas puntadas escritas de nuestro ensayo suceden en horas en las que la ignorancia y el odio hacia el semejante parecen haberse apoderado de nuestras sociedades. Sin embargo, Karina culmina una de nuestras tantas conversaciones con una sentencia que abre más de lo que cierra: “vamos a esperanzar, como diz Paulo Freire”.

Referencias

»bell, h. (2017). Ensinando a transgredir: a educação como prática de liberdade. San Pablo: Editora WMF Martins Fontes.

»CALAS (2023). Plataforma para el Diálogo: Narrativas Textiles. Tramas de dolor y empatía en América Latina. https://youtu.be/nOr4rR_eOGQ?si=uOGmFYC-HdOIqDWT

»Dal Pont, K. R. (2018). A (im) possibilidade do mapa. Tese de Doutorado, Programa de Pós Graduação em Educação da Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC): Florianópolis. https://repositorio.ufsc.br/handle/123456789/189033

»Gargallo, F. (2018). La percepción estética del colonialismo patriarcal. Discurso Visual, 42,11-25.

»Gargallo, F. (2020). Las bordadoras de arte. México: Viceversa.

»Haimovichi, L. (13 de agosto de 2020). El poder transformador del bordado. Página 12. https://www.pagina12.com.ar/281223-el-poder-transformador-del-bordado

»Jorge Barbuzano, E.; Monday, A. y Antolínez Domínguez, I. (2021). Decálogo de Huellas. Valencia: Editorial Tirant Humanidades.

»Parker, R. (2010). The Subversive Stitch: Embroidery and the Making of the feminine, 3ra ed. Londres: I. B. Tauris.

»Pedone, C. (2004). ‘Tú siempre jalas a los tuyos’. Cadenas y redes migratorias de las familias ecuatorianas hacia España. Tesis doctoral. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona.

»Pereira, J. C. (2016). Cartografias afetivas: proposições do professor-artista-cartógrafo-etc. Tese de Doutorado, Programa de Pós Graduação em Educação da Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC): Florianópolis. https://repositorio.ufsc.br/handle/123456789/172362

»Pimentel, J. (13 de abril de 2016). Rosana Paulino: a mulher negra na arte. São Paulo: Portal Geledéshttps://www.geledes.org.br/rosana-paulino-mulher-negra-na-arte/?amp=1&gclid=CjwKCAjw29ymBhAKEiwAHJbJ8nU84p2SWS0JHt7V_YMHVdwugR1-nhL3MZCH0ylyRkmnKSfLXVedYhoC7PIQAvD_BwE

»Sánchez, M. (24 de junio de 2022). En Cuenca mujeres bordan mensajes de resistencia en medio de la protesta social. Guayaquil: El Universo. https://www.eluniverso.com/noticias/intercultural/en-cuenca-mujeres-bordan-mensajes-de-resistencia-en-medio-de-la-protesta-social-nota/

»Santoro, E. (30 de diciembre de 2022). El arte de bordar luchas. Página 12. https://www.pagina12.com.ar/511448-el-arte-de-bordar-luchas

»Skliar, C. (2014). Desobedecer a linguagem: educar. Belo Horizonte: Autêntica.

»Tapia de la Fuente, M. B. (2021). Entre bordar y ser mujeres: habitar el cuerpo a través de los hilos. Tesis de Maestría en Psicología. Santiago de Chile: Universidad de Chile.

Claudia Pedone/ claudiapedone@yahoo.es 

Investigadora Independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones de Estudios de Género (IIEGE), Universidad de Buenos Aires. Doctora en Geografía Humana por la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue Co-coordinadora del GT CLACSO Migración Sur-Sur entre 2016 y 2021. Desde 2016 es Miembro Fundadora de la Red de Movilidades y Migraciones Cualificadas en América Latina (RMMCAL) y Miembro del GT CLACSO Migraciones Sur-Sur y Fronteras. Investiga las migraciones internacionales latinoamericanas desde una perspectiva trasnacional e interseccional, la familiarización en los corredores migratorios y migración cualificada en América del Sur. 

Karina Rousseng Dal Pont/ karinapont@ufpr.br  

Professora do Setor de Educação da Universidade Federal do Paraná. Doutora em Educação pela Universidade Federal de Santa Catarina. Pesquisadora vinculada a Rede Internacional de Pesquisa Imagens, Geografias e Educação, e ao Coletivo Ciranda: Grupo de Pesquisa Infância, Cidadania e Redes Educativas da Universidade do Estado de Santa Catarina. Os interesses de escrita e pesquisa estão nas experiências educativas em espaços formais, no encontro e derivações entre arte contemporânea e educação, na educação geográficas e suas imagens, e nos processos de subjetivação docente.


Figura 4. Karina Rousseng Dal Pont. “...sé que te vás pero no me abandonas”. Bordado sobre tecido, 25 x 25 cm.


Figura 5. Karina Rousseng Dal Pont. O mapa é uma coisa impossível. Imagem transferida para tecido, bordado e linhas, 45 x 20 cm, 2018.


Figura 6. Karina Rousseng Dal Pont. “Soy loco por ti, América”. Bordado sobre tecido, 25 x 25cm, 2018.


Figura 7. Karina Rousseng Dal Pont. “Sob o céu que nos protege”. Bordado sobre tecido, 25 x 25 cm, 2018.


Figura 8. Karina Rousseng Dal Pont. “O mundo é um jardim”. Bastidor, bordado sobre tecido, 30 cm, 2020.


Figura 9. Karina Rousseng Dal Pont. “Ceci n’est pas une école”.
Imagem transferida para tecido. Bordado sobre tecido. 35 x 25 cm, 2020.


Figura 10. Karina Rousseng Dal Pont. “Esperanzar”. Bordado sobre tecido e tule, 35 x 25 cm, 2023.


1  Trata-se da tese intitulada “ A (im)possibilidade do mapa”, defendida em 2018 junto ao Programa de Pós Graduação em Educação da Universidade Federal de Santa Catarina. Para acessar a tese, segue o link: https://repositorio.ufsc.br/handle/123456789/189033 Acessado em 12/08/2023.

2 Para conhecer seu trabalho veja:  https://www.mayanaredin.com/ Acessado em 12/08/2023.

3 Para conhecer seu trabalho veja: https://www.jorgemacchi.com/ Acessado em 12/08/2023.

4  Pullover, suéter, jersey.