Por más diálogos y debates geográficos

Ferretti, F. (2024). Redescubrir otras tradiciones geográficas. Revista Punto Sur, 10, 117-138.


"Esteban Salizzi

Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofìa y Letras, Instituto de Geografía; Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Buenos Aires, Argentina.
ORCID
0000-0002-4737-6940

Recibido: 5 de febrero de 2024. Aceptado: 5 de abril de 2024.

Presentación

El equipo editorial de Punto Sur. Revista de Geografía de la UBA, luego de recibir la traducción del artículo de Federico Ferretti titulado “Redescubrir otras tradiciones geográficas”1 para su publicación en el dossier temático “Circulación, viajes y redes del pensamiento geográfico”, me invitó a escribir un comentario que acompañe su presentación. De allí surge el texto que comparto a continuación. La convocatoria estaba dirigida a establecer un diálogo con el artículo traducido y, por extensión, con su autor, indicando su valor en el marco de los intereses disciplinares de la revista, poniendo en conversación su propuesta con otrxs autorxs interesados en el tema y proponiendo algunas posibles referencias críticas. Desde ya, agradezco a lxs traductorxs, Gonzalo Lus Bietti y Mónica Farías, así como al equipo editorial de la revista, por su cuidadoso trabajo y por la invitación y la confianza para desarrollar esta tarea.

En los próximos párrafos propongo una serie de disquisiciones que surgen de una posible lectura del artículo, que de ninguna manera pretenden ofrecer una visión cerrada o definitiva del mismo. Antes bien, son un conjunto de reflexiones parciales y motivaciones personales que emergen a partir del intercambio de ideas que habilita la revista a través de esta iniciativa. En consecuencia, la intervención tiene el firme objetivo de invitar a la lectura del trabajo y fomentar el diálogo con Federico y su entorno, no solo en términos particulares sino buscando acrecentar el debate entre comunidades académicas interesadas en el estudio de la geografía, y particularmente de sus historias.

Para iniciar los comentarios, considero pertinente realizar una breve presentación del autor y del contexto de publicación del artículo. Federico Ferretti es un prolífico geógrafo italiano que actualmente se desempeña como profesor en la Universidad de Bolonia, Italia. A lo largo de su vasta trayectoria académica, se ha interesado en el estudio de la historia de la geografía y, más específicamente, en la indagación en torno a la producción y circulación de ideas vinculadas al pensamiento crítico, con especial énfasis en las geografías anarquistas. Un recorrido a través de sus publicaciones permite ver, además, que este interés ha trascendido progresivamente los abordajes situados en los centros tradicionales de producción del conocimiento geográfico, fundamentalmente europeos y asociados a potencias imperialistas, volcando su atención sobre nuevas latitudes e idiomas. Con este fin, ha buscado ampliar sus reflexiones hacia diversos contextos de producción y circulación del conocimiento, que sintetiza recuperando la idea de “sur global”. Los trabajos referidos han sido publicados en distintas lenguas y países, dando cuenta de una indudable vocación de diálogo que no solo se expresa en sus preocupaciones disciplinares, sino también en sus prácticas académicas.

Otro punto relevante para introducir la presente traducción y las discusiones que promueve consiste en recuperar su marco de publicación. El camino elegido para abordar este tema se concentra en el campo editorial, que constituye uno de los mecanismos más extendidos y evidentes en los que actualmente se institucionaliza el conocimiento académico, a través de su validación y circulación. “Redescubrir otras tradiciones geográficas” fue presentado originalmente en la revista académica británica Geography Compass en 2019, que publica trabajos interesados en temáticas afines a la geografía humana. Se trata de una publicación en línea de lengua inglesa editada por Wiley-Blackwell Publishing Ltd. que, en el caso de que lxs autorxs solventen los Cargos de Procesamiento de Artículos (CPA), distribuye sus trabajos bajo el sistema open access. En cuanto a los alcances temáticos de la revista, cubre una diversidad de aspectos de la geografía vinculados a enfoques culturales, económicos, ambientales, históricos, políticos, sociales y urbanos, incluyendo también temas afines a las tecnologías de información geográfica. La revista en cuestión posee altos niveles de indexación, cuyos estándares responden, como es sabido, a la cuantificación de su influencia científica a partir del número de citas y de la importancia de las revistas de donde provienen las mismas. Los rankings de referencia se encuentran fundamentalmente encabezados por revistas de lengua inglesa, mayormente británicas y estadounidenses, promoviendo así prácticas que condicionan ostensiblemente el diálogo de ideas, al sesgarlo hacia ciertos ámbitos geográficos e institucionales. Frente a este escenario, celebro la decisión de Federico y la predisposición de las autoridades de la revista Geography Compass para posibilitar la traducción y publicación de su trabajo en Punto Sur.

Finalmente, me gustaría señalar un último elemento, igualmente asociado al contexto de producción del texto, que se vincula con el desafío que implica dialogar con la traducción de un artículo publicado originalmente en 2019. A pesar de su antigüedad, evidentemente corta, es necesario considerar que se trata de un ejercicio atemporal, dado que su elaboración se encuadra en un momento pasado del trabajo académico del autor y que las ideas que exhibe han sido ampliadas y profundizadas en trabajos más recientes. En todo caso, las palabras que presento no solo deben ser tomadas como una invitación a leer el artículo y a conversar con sus argumentos, sino también a adentrarse en otras publicaciones de Federico y, por extensión, en las interesantes reflexiones que viene desarrollando en torno a temáticas como la historia del pensamiento disciplinar, las tradiciones geográficas, y los posicionamientos críticos y el activismo.

Habiendo realizado esta presentación general, menciono una serie de dimensiones que considero relevantes para organizar mis comentarios: los alcances de la idea de tradición geográfica; la inevitable condición situada de la producción del conocimiento; la importancia que puede adquirir en ese marco la traducción de los artículos académicos; algunos elementos del trabajo que identifico como posibles focos para el debate; y su potencialidad para continuar trabajando e indagando acerca de la historia de la geografía en el contexto latinoamericano y, particularmente, en Argentina. Los tres primeros puntos recuperan aristas que forman parte de un diálogo previo, en el que se encuentra involucrado el propio autor junto con otros destacados investigadores, originado en torno al 25° aniversario de la publicación de The Geographical Tradition (1992) por David Livingstone.2 Las repercusiones de esta obra aún hoy están presentes en el estudio de la historia de la disciplina (ver Boyle, Hall y Sidawell, 2019) y el trabajo de Federico Ferretti da cuenta de algunos de los modos en los que se plasma su influencia. Los restantes están dirigidos a incitar nuevas reflexiones e intercambios centrados en los vínculos que pueden trazarse con el escenario latinoamericano, y más concretamente argentino.

Los ecos de la tradición geográfica

Redescubrir otras tradiciones geográficas” puede inscribirse en la línea de trabajo abierta por el geógrafo británico David Livingstone dentro de los estudios interesados por la historia de la ciencia y la geografía. En este sentido, no es necesario que Federico Ferretti lo explicite, ya que la referencia a la idea de tradición geográfica enmarca la discusión y recupera el amplio trasfondo de tesis, lagunas y legados (Boyle, Hall y Sidawell, 2019) que puso de manifiesto el libro The Geographical Tradition (1992). Se referencia así en un itinerario de investigación centrado en la pregunta acerca de qué es la geografía y cómo puede ser interpretada su historia, que basa su indagación en múltiples enfoques sobre la disciplina (previos incluso a su institucionalización académica) evitando resumirla a una única visión.

La aproximación a la historia de la geografía adquiere en el texto de Ferretti una expresión particular, centrada en áreas y exponentes que no responden a sus estereotipos clásicos o canónicos. Propone entonces concentrar la atención sobre aquello que denomina como “otras tradiciones geográficas”, donde adquieren relevancia las tendencias progresistas, disidentes y poco ortodoxas, tradicionalmente subestimadas. El principal aporte que ofrece la noción reside, según el autor, en su potencial para profundizar la comprensión de la geografía como un campo plural y disputado. Asimismo, su apuesta se funda en una ampliación de los ámbitos de pesquisa bibliográfica, no solo en términos disciplinares sino también geográficos.

Dentro del rótulo “otras tradiciones geográficas”, al que también se ha referido anteriormente como “tradiciones geográficas alternativas” (Ferretti y Viotto Pedrosa, 2018), ubica un amplio conjunto de experiencias que incluyen: (a) las tempranas geografías críticas y anarquistas, las geografías históricas feministas y los mapeos disidentes o contramapeos; (b) el giro crítico y radical de las décadas de 1960 y 1970; y (c) las prácticas que denomina como “inversión de la mirada”, que remiten a un conjunto de tendencias disciplinares latinoamericanas (principalmente brasileñas) crecientemente interesadas en el abordaje de la literatura internacional. A través de estos pilares, que organizan el artículo, busca contribuir, tanto política como culturalmente, a la ampliación y diversificación de la mirada preponderante en torno a la tradición geográfica, destacando así la producción y circulación de ideas asociadas con el pensamiento crítico y el activismo.

La apuesta de Federico Ferretti, a su vez, forma parte de un conjunto más amplio de trabajos que en el último tiempo se ha enfocado en la pluralidad de puntos de vista presentes en la historia y la filosofía de la geografía, revitalizando su campo de estudios. Se trata de iniciativas que han permitido, además, abrir caminos para avanzar en la descolonización del conocimiento geográfico. En este marco, si bien las ideas de David Livingstone han sido de vital importancia para poner en evidencia la naturaleza disputada y los bordes difusos de la tradición geográfica, se suman desde hace algunos años nuevas aproximaciones que incorporan una visión más heterogénea y desigual de sus conocimientos y prácticas (cfr. Davies, 2023). Entre los enfoques que han ganado relevancia pueden destacarse aquellos que

»Analizan los procesos selectivos de recuerdo y olvido a los que se encuentra sometida la historia de la disciplina, a partir de su comprensión en el marco de estrategias al servicio de ciertas agendas intelectuales e ideológicas (Keighren, Abrahamsson y Della Dora, 2012).

»Buscan hacer más inclusivo su estudio a través de la consideración de tradiciones que no son europeas ni norteamericanas; de la diversificación de sus archivos y lugares, a partir de la inclusión de perspectivas feministas, decoloniales y subalternas; y de la valoración de la incidencia de los radicalismos y activismos (Ferretti, 2019b).

»Proponen avanzar hacia una historia de la geografía recursiva y antidisciplinaria que centra su atención en un enfoque abierto y global de las ideas geográficas, sin importar el lugar donde se encuentren (Davies, 2023).

Como fue anteriormente señalado, para que hoy estemos inmersos en este prometedor escenario ha sido decisivo el trabajo de Livingstone, que promovió una visión plural de la historia de la geografía, de su tradición, sus tópicos, ideas y conversaciones. Federico es uno de los autores que contribuyen actualmente con la ampliación de esta iniciativa, promocionando un redireccionamiento de la mirada más allá de los centros académicos tradicionales hacia una diversidad de manifestaciones académicas, políticas, culturales y lingüísticas.

La inevitable condición situada del conocimiento

En este apartado, recupero otra temática que también ha concitado la atención de David Livingstone, referida al carácter situado de la producción científica.3 Esta mención resulta particularmente sugerente en la medida que habilita posibles lecturas y aproximaciones al texto de Federico Ferretti y permite destacar su contribución al desarrollo de dicha perspectiva.

En términos generales, implica puntualizar sobre aquello que Livingstone (2019) reconoce como la ineludible naturaleza localizada del esfuerzo intelectual, donde los lugares de producción de conocimiento condicionan de modos profundos y complejos tanto las ideas como su comunicación. Existiría así, según él, una geografía de todo conocimiento geográfico que pocas veces es tomada en cuenta. Se trata de una geografía de la geografía o “doble geografía” que, poniendo el foco en la condición situada de la producción del conocimiento, “…debería obligarnos a reconocer que nuestras propias seguridades, nuestros propios impulsos para marcar límites, nuestros propios valores están tan condicionados por el tiempo y el lugar como las certezas establecidas de los profesionales que estudiamos” (Livingstone, 2019:4-5).

La referencia geográfica no solo evoca la distribución de los arrestos intelectuales a través del globo, sino también la importancia de considerar su carácter institucional, vinculado a los lugares de formación académica, de trabajo, de circulación y validación del conocimiento científico. Un ejemplo paradigmático lo representan hoy, tal como fue señalado previamente, las revistas científicas y sus sistemas de indexación. En ese caso, para tener un panorama completo de la situación, habría que contemplar también el lugar del lector, que puede ser compartido o no, tal como sucede gracias a la presente traducción.

El texto de Ferretti responde a un contexto específico de producción y está concebido originalmente con la intención de dialogar con un determinado universo de lectores, fundamentalmente definido por la geografía angloparlante y sus seguidores. Ahora bien, esto no quita que pueda identificarse en él un indudable compromiso político por ampliar y transformar la mirada dominante que expresan estos representantes de la disciplina, buscando promover su comprensión como campo en disputa, a partir de la recuperación y valoración de discursos no convencionales o, en sus palabras, no canónicos. Allí radica, desde mi punto de vista, otro de los aportes sustanciales del trabajo y, en simultáneo, su mayor desafío, debido a las constricciones que impone a esta iniciativa el carácter situado de su propia reflexión y producción científica. Así, si bien el trabajo se enfoca y discute con su contexto de producción, construye argumentos y afirmaciones a su medida, que se encuentran dentro de sus códigos y estándares. Por esta razón, un lector ajeno a su marco de enunciación requerirá establecer mediaciones, como las que propongo en esta presentación.

Adicionalmente, me parece importante señalar que el texto presentado por Federico desborda el estudio de la historia de la disciplina y avanza en la problematización y el análisis de elementos vinculados a una geografía del conocimiento geográfico, en los términos previamente señalados, que centra la atención sobre espacios académicos no anglófonos, recurrentemente desatendidos o incluso ignorados. Allí, ofrece un posible camino de superación frente a este escenario, centrado en la relevancia que otorga a la traducción (y agregaría contextualización) de textos científicos y fuentes académicas en la circulación del saber.

Son estas las iniciativas con las que contribuye Ferretti toda vez que con sus propuestas e ideas destaca la importancia de ampliar la visión de la historia de la disciplina sobre otras latitudes y lenguas, promoviendo además el acceso y la difusión de los textos y los conocimientos allí producidos. Recuperando sus palabras, incluir en la disciplina actores, lugares, idiomas y prácticas que antes estaban marginados contribuye decisivamente a la tarea de descolonizar la geografía y volverla más abierta a las diferencias (Ferretti, 2023).

El lugar de las traducciones

En el ya citado libro The Geographical Tradition (1992) de David Livingstone, hay otra palabra clave, quizás tan relevante como la de tradición, que refiere a las conversaciones. Esta idea destaca el carácter colectivo y dialogado que adquiere la construcción de los discursos geográficos descritos y, en consecuencia, su diversidad tanto interna como externa. En definitiva, evoca los debates que contribuyen a evidenciar el carácter heterogéneo y cuestionado de la tradición geográfica, donde se observan conflictos, reforzamientos, cooperaciones y exclusiones.

En este marco, podría considerarse la relevancia que tienen los condicionantes que afectan la ocurrencia y eficacia de los mentados intercambios, como la posibilidad de compartir códigos, estándares, marcos culturales e idiomas, o la voluntad y habilidad para poder descifrarlos, valorarlos o trascenderlos. Es allí donde se ubica la propuesta en torno al rol de las traducciones como un mecanismo trascendental para fomentar nuevas formas de inclusión y apertura en el campo geográfico y, en definitiva, como una notable vía para ampliar su tradición.

El trabajo de Federico Ferretti es consistente en señalar las limitaciones que impone el monolingüismo inglés, predominante en las revistas internacionales, a la descolonización de la disciplina, obstaculizando la pluralidad y la inclusión de las comunidades geográficas mediante la promoción y reproducción de conversaciones centradas en un solo idioma. Cuestiona, además, la falta de voluntad académica para tratar con fuentes producidas en otras lenguas y culturas, y de un modo indirecto, visibiliza el lugar subsidiario que suelen tener estas referencias al realizar una aclaración tan simple como “citaré artículos y libros en español, portugués y francés, dándoles la misma importancia que los títulos anglófonos” (Ferretti, 2024).

Considerando estas referencias, pueden reconocerse dos líneas de acción que se destacan en su trabajo. Por un lado, la decisión de fomentar la consideración de la producción geográfica del “sur global”, que identifica como una potente alternativa lingüística y cultural a la producción académica dominante. En esta mirada confluye, a su vez, su presunción acerca del fuerte impulso crítico de los enfoques radicales en las regiones periféricas, como sugiere centralmente para el caso latinoamericano. Por otro lado, la centralidad que otorga a la tendencia que denomina como “inversión de la mirada”, basada en la creciente atención que estarían prestando lxs estudiosxs del sur a figuras del norte, a través de la lectura y traducción de sus trabajos.

Recuperando las palabras de Livingstone (2019), Federico es plenamente consciente de que el esfuerzo intelectual no se difunde fluidamente a través del espacio y el tiempo, y que se encuentra sujeto a condiciones lingüísticas y culturales que pueden tanto impedirlo como fomentarlo en determinadas direcciones. Es allí donde se destaca la búsqueda del autor por acercarse a otras latitudes e idiomas con el fin de nutrir la historia disciplinar y contribuir a una investigación geográfica verdaderamente cosmopolita, fomentando las conversaciones multilingües, los diálogos multiculturales y la descolonización de los saberes geográficos.

Algunos puntos para el debate

Como fue previamente señalado, es necesario considerar que el lector también está situado. Realizo entonces una serie de apreciaciones que, de más está decir, están atravesadas por mi origen latinoamericano y mi participación en la comunidad geográfica de la Universidad de Buenos Aires. Las mismas se enfocan sobre ciertos rótulos y expresiones que utiliza el autor y que, en mi opinión, evidencian las constricciones a las que se encuentra sujeto el texto, a pesar de sus intenciones académicas y políticas. Estos señalamientos no quitan relevancia a la iniciativa desarrollada por Federico, ni buscan desautorizarla, solo distinguen ciertas marcas que a mi juicio destacan el modo en el que los elementos antes descritos interfieren en los tan ansiados diálogos geográficos.

Voy a hacer mención, entonces, a dos términos que están presentes en el título del trabajo y acompañan su desarrollo: la noción de “redescubrir” y la idea de “otras tradiciones”. También me enfocaré en la frase “inversión de la mirada”, que el autor introduce para hacer referencia a la traducción de textos clásicos en Latinoamérica. Me detengo sobre estas palabras que condensan algunas de las ideas fuerza del trabajo de Federico Ferretti. Las proposiciones que realizo tienen la intención de abrir posibles caminos para el debate en torno a estos tópicos.

En relación con la idea de redescubrimiento, quisiera destacar su contacto directo con el verbo descubrir, que transmite en Latinoamérica una inevitable connotación colonialista. Por este motivo, no parece ser la opción más eficaz para describir el redireccionamiento de la mirada hegemónica hacia geografías subestimadas o que han sido excluidas de forma deliberada del centro de los debates. Por el contrario, se trata de una elección que, a pesar de los argumentos del autor, o en contra de ellos, entroniza a la geografía europea y norteamericana en el centro de la escena (así como a sus conocimientos canónicos), oscurece los mecanismos históricos a través de los cuales se ha configurado el escenario descrito, y les concede el mérito de “redescubrir” la existencia de geografías que son vistas como exóticas o disidentes y de ponderar sus aportes.

Esta mención me conduce a volver la mirada hacia el papel de la traducción en la circulación de las ideas. En este caso, me permito señalar si no haría falta avanzar, junto con la traducción, en una adecuación a códigos culturales y académicos asociados al nuevo contexto de lectura. Considerando las implicancias que tiene en Latinoamérica la idea de descubrimiento, tal vez sería pertinente el uso de otros términos que hagan referencia a volver visible aquello que está oculto para quien enuncia (como develar - uncover), sin que por ello requiriera ser redescubierto, o destaquen la idea de encuentro (encounter) tal como sugieren algunos estudios poscoloniales. De esta forma, una traducción tendría que incluir también, siempre bajo la supervisión del autor/a, una transformación que adecue sus palabras. Esto volvería más efectiva la transmisión de los argumentos, permitiendo evadir preconceptos de tal naturaleza. En cualquier caso, ello no elude la centralidad que adquiere la voluntad de denuncia y cuestionamiento de los mecanismos que han marginado estos conocimientos y de las condiciones que dificultan revertir su situación. En este sentido, el texto de Federico aporta argumentos para desandar ese camino.

Sucede algo similar con la idea de “otras tradiciones”. Es una referencia que se expresa por la negativa, a través de su contraposición a tradiciones que efectivamente cuentan con reconocimiento y aceptación, ubicando así sus conocimientos en un lugar residual e internalizando su marginación. De este modo, si bien el trabajo adopta una posición que desafía los juicios eruditos que definen aquello que debe ser considerado canónico en la disciplina, emplea un adjetivo que podría estar contribuyendo inintencionadamente a la reificación de esta concepción. El uso de comillas puede ser una forma para alertar sobre esta cuestión, aunque el mejor camino es la introducción explícita de reflexiones centradas en el tema. Sin embargo, es necesario preguntarse qué debería suceder para que estos conocimientos y prácticas dejen de ser “otros” y comiencen a ser consideradas dentro del heterogéneo conjunto de las tradiciones geográficas. Como bien afirma Federico, se trata de ampliar nuestra comprensión de la geografía como un campo plural y disputado. Esto implica abrir la mirada para incorporar una diversidad de sujetos, prácticas e ideas, evitando su escrutinio a través de lentes hegemónicas, desalentando su adjetivación y fomentando una mirada integrada del campo disciplinar.

Un último elemento que quisiera sumar al debate es la concepción acerca de la “inversión de la mirada” colonial de “norte-sur” a “sur-norte”, que estaría representando el hecho de que estudiosxs latinoamericanxs relean y traduzcan fuentes y textos de figuras clásicas europeas. Aquí me interesa hacer tres señalamientos. En primer lugar, encuentro que, tal como sucede con su visión acerca de la historización del giro crítico de la segunda mitad del siglo XX, este análisis está centrado fundamentalmente en experiencias desarrolladas en Brasil. Esta expresión tiene sentido considerando la extensa tradición crítica de la geografía brasileña, y la relevancia adquirida por sus exponentes. Sin embargo, la afirmación pierde cierta sustancia cuando se extrapola al resto de Latinoamérica o incluso al amplio “sur global”. En segundo lugar, quisiera ser cauto acerca de la incidencia que tendría la lectura y recuperación de fuentes con este fin, relativizando en parte sus alcances descoloniales. En principio, no representa una cuestión novedosa, ya que los procesos de institucionalización de la disciplina en Latinoamérica se produjeron, en muchos casos, tomando como modelo a la “moderna” geografía europea, tal como sucedió en Argentina. Además, así como las lecturas y traducciones no son un hecho reciente, tampoco implican necesariamente un posicionamiento crítico extendido respecto a prácticas asociadas a la “colonialidad del saber”. Federico se enfoca mayormente en la fuerza que viene cobrando en el último tiempo esta iniciativa en Brasil, y en el modo en el que algunos académicos se han valido de esta herramienta para cuestionar la direccionalidad de esta transferencia cultural, lo que indica una toma de conciencia acerca del imperialismo cultural” (Ferretti, 2024). No obstante, podríamos decir que son experiencias recientes, con propósitos, temporalidades, alcances e impactos diferenciales. Finalmente, y en estrecha relación con el punto anterior, quisiera alertar acerca de que la idea de “inversión de la mirada” puede representar también un obstáculo a esta tarea, en la medida que transmite una falsa sensación de paridad, o incluso de revancha, dentro de un escenario disciplinar dominante que, como describe Federico y como intenté ampliar con el presente texto, es profundamente desigual, excluyente y disputado.

Aportes para pensar el contexto latinoamericano y argentino

Quisiera cerrar el presente comentario indicando algunas oportunidades que, a mi juicio, nos plantea el texto en cuestión para indagar en torno a la historia de la geografía en el contexto latinoamericano y particularmente en Argentina. Las reflexiones que siguen a continuación van más allá de los aportes puntuales del texto que, como fue señalado, se concentran en la recuperación crítica de la idea de tradición y en su potencial para fomentar una mirada abierta e inclusiva de la pluralidad de sujetos, prácticas e ideas que dan forma al campo geográfico.

En este sentido, el trabajo de Federico Ferretti incita a recorrer un amplio abanico de aproximaciones que se caracterizan por su diversidad de posiciones políticas, geográficas, lingüísticas, culturales o profesionales. Recupera así geografías que generalmente no cuadran dentro de los estándares hegemónicos de la disciplina. Un primer comentario al respecto, radica en la interesante oportunidad que representa esta iniciativa, así como el dossier del que forma parte, para fortalecer estos estudios tanto en la región como en el país. Se propone, en definitiva, propiciar experiencias que ayuden a ampliar y diversificar la mirada sobre la geografía, sus historias, sus perspectivas y disputas, poniendo el foco en la producción y circulación de ideas asociadas al pensamiento crítico y el activismo.

En segundo lugar, y en estrecha relación con el punto anterior, el texto puede ser tomado como una invitación a repensar nuestro lugar en la tradición geográfica, no solo en clave histórica sino también transformadora. Se trata de valorar la participación que tenemos en los diálogos disciplinares e interdisciplinares de más amplia escala y de indagar en torno a las formas en las que contribuimos activamente a la descolonización del conocimiento. Es una oportunidad para reflexionar acerca de los aportes que hacemos desde nuestras experiencias, y a través de nuestras ideas y prácticas, a la construcción de perspectivas no ortodoxas y contrahegemónicas. En relación con ello, el IX Congreso Nacional de Geografía de Universidades Públicas (2023),4 de reciente realización en la Universidad de Buenos Aires, brindó un claro ejemplo de la amplitud de temas que aborda la disciplina en el país y ofreció una muestra de la importancia que vienen adquiriendo tópicos, posicionamientos y prácticas que podríamos identificar, de la mano de Ferretti, como “no convencionales” y disidentes (feminismos, género y sexualidades, diversidades, pluriterritorialidades, contracartografías, entre otros).

En tercer lugar, resulta necesario señalar que el texto de Federico se inscribe en un debate que se desarrolla en el marco de la geografía anglosajona, que desborda sus límites gracias a la presente traducción y a la vocación de diálogo del autor. De este modo, y en orden con los señalamientos previamente realizados, resulta pertinente reducir las distancias, siempre relativas, que mantiene aún hoy el país (y la región) con los centros hegemónicos de reflexión y producción geográfica, fomentando espacios y mecanismos de intercambio más directos y permanentes que habiliten nuevas conversaciones y debates. Las traducciones sin dudas representan una estrategia para avanzar en dicho camino, en tanto se encuentren enfocadas en promover el reconocimiento, valoración e integración de trabajos de diversos orígenes, lenguajes y culturas.

Una mirada de este tipo deberá estar atenta, además, a fomentar los intercambios en las periferias (diálogos sur-sur, recuperando los términos propuestos por Federico), así como su estudio. Será muy factible reconocer allí esquemas fractales, que expresan también asimetrías, exclusiones y disputas. Por este motivo, es necesario que reparemos en el modo en el que circulan las ideas y experiencias en la región, así como las características que adquieren las redes que tejen las instituciones y las personas. Señalo esto para disipar cualquier ilusión que nos invite a pensar que nos encontramos frente a geografías homogéneas, completamente integradas o necesariamente críticas.

Finalmente, el artículo alerta sobre las dificultades y limitaciones que impone el monolingüismo inglés para avanzar hacia la descolonización de la geografía, la pluralidad de ideas y la inclusión de las comunidades. Retomando esta concepción, y sin perder de vista su incidencia en la organización del mapa global de la disciplina (y sus desigualdades), considero que es una buena ocasión para preguntarnos en qué otras prácticas académicas endogámicas, conservadoras o elitistas podemos encontrarnos insertos. En resumen, no solo se trata de reclamar nuestro lugar en la geografía del conocimiento geográfico y de propiciar diálogos, sino también de estar atentos a los modos en los que a través de nuestras acciones contribuimos a reproducir o transformar su orden actual.

#Referencias bibliográficas

»Boyle, M.; Hall, T. y Sidaway J. (2019). Reappraising David Livingstone’s The Geographical Tradition: A quarter of a century on. Transactions of the Institute of British Geographers, 44(3).

»Davies, A. (2023). Of elephants and discipline: For a recursive history of geography. Dialogues in Human Geography, 0(0).

»Ferretti, F. (2019a). Rediscovering other geographical traditions. Geography Compass, 13(3).

»Ferretti, F. (2019b). History and philosophy of geography I: Decolonising the discipline, diversifying archives and historicising radicalism. Progress in Human Geography, 44(6).

»Ferretti, F. (2024). Redescubrir otras tradiciones geográficas. Punto Sur, Revista de Geografía de la UBA, 10, 117-138.

»Ferretti, F. y Viotto Pedrosa, B. (2018). Alternative geographical traditions from the Global South. Geography Directions. Junio 12. https://blog.geographydirections.com/2018/06/12/alternative-geographical-traditions-from-the-global-south

»Keighren, M.; Abrahamsson, C. y Della Dora, V. (2012). On canonical geographies. Dialogues in Human Geography, 2(3).

»Livingstone, D. (1992). The Geographical Tradition: Episodes in the History of a Contested Enterprise. Cambridge: Blackwell.

»Livingstone, D. (2003). Putting science in its place: Geographies of scientific knowledge. Chicago y Londres: University of Chicago Press.

»Livingstone, D. (2019). The Geographical Tradition and the challenges of geography geographised. Transactions of the Institute of British Geographers, 44(3).

Esteban Salizzi / esalizzi@conicet.gov.ar

Doctor y licenciado en Geografía por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Posdoctorado en Geografía Humana por la Universidad de San Pablo (USP). Investigador Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con sede de trabajo en el Instituto de Geografía de la UBA. Coordinador del Grupo de Estudios sobre Fronteras y Regiones (GEFRE) del mismo instituto. Docente del Departamento de Geografía de la UBA. Sus líneas de investigación se vinculan con los estudios sobre fronteras, las temáticas ambientales y el pensamiento geográfico.


1. Ferretti, F. (2019a). Rediscovering other geographical traditions. Geography Compass, 13(3).

2. Se refiere a una serie de artículos de opinión, en los que participan Federico Ferretti y el propio David Livingstone, publicados en: Transactions of the Institute of British Geographers, 44(3), sep. de 2019.

3. Si bien la importancia del papel del espacio y el lugar en la producción y circulación del conocimiento ya había sido señalada por Livingstone en The Geographical Tradition (1992), fue profundizada por el autor una década después en Putting science in its place (2003).

4. Congreso bianual impulsado por la Red de Geografía de Universidades Públicas Nacionales de la República Argentina. La novena edición tuvo lugar en Buenos Aires, entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre de 2023, bajo el lema “Promoviendo saberes y prácticas geográficas para la diversidad y la inclusión”. https://ixcongresonacionaldegeografia.ar