Jennifer Adair (2020).
Oakland: University of California Press, 188 páginas.
Paola Benassai
EIDAES-Universidad Nacional de San Martín, Argentina.
In search of the Lost Decade. Everyday Rights in Post-
Dictatorship Argentina, de la historiadora Jennifer Adair, es una de las primeras apuestas por estudiar integralmente los años ochenta del siglo pasado en Argentina desde una perspectiva que cruza la historia social y política con las preocupaciones del campo de la historia reciente. En el marco de una historiografía que apenas ha comenzado a incursionar en profundidad en el estudio de esa década (por ejemplo, en obras como El destape: la cultura sexual en la Argentina después de
la dictadura, de Natalia Milanesio), la investigación
de Adair se propone comprender aspectos significativos de la dinámica cambiante en las relaciones entre el Estado y la sociedad en el período, atendiendo al desempeño de los principales actores políticos,
a algunas de las políticas públicas que se desarrollaron (sobre todo en materia socioeconómica) y a las respuestas provenientes de la sociedad civil, tanto en sus percepciones sobre la democracia y los derechos en un sentido amplio, como en la incidencia de algunos actores provenientes de su seno.
El libro tiene por foco principal al período de gobierno de Raúl Alfonsín, aun cuando se remonta a los años finales del régimen militar y llega hasta la asunción presidencial de Carlos Saúl Menem. Sin embargo, en la medida en que la investigación muestra que los sentidos sociales otorgados a la democracia en esa década incluyen nociones de políticas de bienestar, la autora traza puntos de contacto con algunos aspectos de las conquistas sociales de la Argentina peronista de mediados de siglo, así como también con los inicios del ciclo neoliberal de los años noventa.
El primer capítulo se circunscribe al período 1981-1983. Complejizando las interpretaciones que consideran a la derrota argentina en la Guerra de Malvinas como hito sobresaliente en la transición a un orden político democrático, Adair llama la atención sobre los efectos económicos de la crisis de la deuda latinoamericana en el escenario argentino. De ese modo, reconstruye una serie de movilizaciones de sectores empobrecidos durante la dictadura que estallaron casi en simultáneo a Malvinas (la “Marcha del hambre” organizada por el Obispado de Quilmes, la manifestación “Pan, paz y trabajo” promovida por la CGT Brasil en varias ciudades del país, y los llamados “vecinazos” que tuvieron lugar en muchos de los partidos del conurbano bonaerense). El capítulo muestra que estas movilizaciones denunciaban la faceta represiva de la dictadura, pero sobre todo criticaban su violencia económica, lo que pone en evidencia que el surgimiento del “problema del hambre” a comienzos de los años ochenta tenía un correlato tangible en la vida cotidiana de los sectores populares.
El segundo capítulo examina la campaña correspondiente a las elecciones presidenciales de 1983 y, en particular, se pregunta sobre la trayectoria de Raúl Alfonsín y de la UCR en términos de construcción de una cultura política. A través de un análisis de las transformaciones de la figura pública del líder radical (que de actor poco conocido fuera de su partido, llega a convertirse en la cara visible de la reconstrucción democrática), Adair identifica dos aspectos que lo distinguieron en la campaña electoral: por un lado, en cuanto a la violencia estatal del pasado inmediato, fue el único candidato que propuso un plan claro de enjuiciamiento a la Junta Militar por sus crímenes perpetrados; por otro, en términos discursivos, Alfonsín interpeló a los argentinos con la idea de que el retorno a un orden constitucional garantizaría el bienestar material y dejaría atrás la crisis económica de la dictadura.
En el tercer capítulo Adair estudia la puesta en marcha del Programa Alimentario Nacional (PAN), uno de los eslabones de lo que la autora considera como la concepción amplia de derechos impulsada por Alfonsín. Este plan, que funcionó entre 1984 y 1988, buscaba amortiguar la crisis alimentaria de la posdictadura, a través de la entrega mensual de alimentos no perecederos a las familias en situación de vulnerabilidad. No obstante, el capítulo muestra los límites que rápidamente encontró esta propuesta, tanto por su deficiente planificación como por su carácter meramente asistencialista. Asimismo, reconstruye las reacciones que el PAN produjo en sectores de la oposición política, quienes lo consideraron o bien una competencia (en el caso de algunos peronistas), o bien un gasto estatal innecesario (tal la posición esgrimida desde filas de la UCeDé). Se destaca en el análisis de la autora la reposición de un conjunto de historias de vida que permiten acceder a los sentidos sociales otorgados al programa, tanto por sus ejecutores –trabajadores sociales, militantes de base del radicalismo, etc.– como por sus receptores.
El cuarto capítulo aborda el derrotero de la crisis económica que encuentra su clímax en la hiperinflación de 1989. Partiendo del famoso decreto de 1986 que habilitaba la importación de miles de toneladas de pollos provenientes de Hungría y Yugoslavia, Adair explora la creciente incapacidad del Estado para garantizar a los ciudadanos los derechos básicos. Esta medida había sido planteada por parte del Gobierno como una política intervencionista para controlar los exorbitantes precios alimentarios. El capítulo muestra que el episodio no encontró repercusiones hasta 1989 –en pleno contexto hiperinflacionario–, cuando la opinión pública comenzó a rumorear que dichos pollos estaban contaminados por la radiación de Chernóbil, lo que en la práctica dio lugar a discursos a favor del recorte presupuestario del Estado.
En el capítulo quinto, la historiadora analiza un conjunto de cartas que algunos argentinos enviaron a la Secretaría Privada de Alfonsín durante su mandato. Lo que resulta significativo de estas fuentes es que, tal como observa Adair, quienes participaron de esta correspondencia no se identificaban ni como alfonsinistas ni como opositores, sino que interpelaban al presidente en nombre de la ciudadanía. De ese modo, demandaban a Alfonsín la concreción de sus promesas al asumir el cargo, vinculada a la idea de que la democracia traería consigo una inminente recuperación económica. En sus cartas, muestra el capítulo, los argentinos aludían a configuraciones democráticas concretas (mejoras en servicios públicos, reactivación del sector industrial, acceso igualitario a los alimentos).
El capítulo final vuelve sobre la crisis económica de 1989 y se centra en los “saqueos” en supermercados de Buenos
Aires, Rosario y Córdoba. Asimismo, examina las condiciones para que el ascenso político del menemismo y el plan de reforma neoliberal hayan tenido lugar en esos años. El argumento que sostiene el apartado es que Menem logró legitimarse políticamente capitalizando la crisis de emergencia social de los últimos años del gobierno de Alfonsín, en un momento donde las expectativas democráticas de 1983 en torno al bienestar económico habían quedado muy lejos de cumplirse.
En suma, In Search of the Lost Decade… es un libro que avanza en el conocimiento de nudos relevantes de la historia argentina reciente. La obra de Adair ofrece tres aspectos destacables. En primer lugar, plantea una interpretación crítica sobre la transición, comprendiéndola más allá del punto de vista del proceso electoral y la toma de decisiones de las élites políticas. En ese sentido, la autora da cuenta de la existencia de una construcción polifónica de sentidos en torno a la democracia y los derechos humanos desde la perspectiva de los ciudadanos y sus problemas cotidianos (la alimentación, el bienestar, el empleo). En segundo lugar, propone una lectura de la transición basándose en una temporalidad histórica larga, que se remonta a las disputas sobre los significados de la democracia de mediados del siglo XX. Por último, el libro logra interrogar de un modo novedoso fuentes muy diversas entre sí que hacen a la argumentación central (cabe destacar, asimismo, el trabajo con fondos documentales pocos conocidos, como el Archivo de la Secretaría Privada de la Presidencia de la Nación de Raúl Alfonsín, el Archivo Histórico de la Unión Cívica Radical y el Archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires).