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Pecado, delito y enfermedad. Sodomía y homosexualidad en la ciencia y la justicia. Chile, 1875-1928

Valenzuela Cáceres, Marcelo (2023).
Santiago de Chile: Letras Nómadas, 306 páginas.

"Juan Pedro Navarro Martínez

ADHUC-GEHMO, Universitat de Barcelona, España.

Conocí la obra de Marcelo Valenzuela Cáceres por casualidad. Yo me encontraba, en aquel momento, terminando de escribir un artículo para la Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, sobre el proceso de despenalización de la sodomía en la España tardomoderna (Navarro Martínez, 2022). Encontré entonces un texto preciso y prolijo, escrito con mucho gusto y publicado por Marcelo, en el que se preocupaba por diseccionar el mismo interés que el mío, pero en la recién instituida República de Chile (Valenzuela Cáceres, 2020). Así fue como empecé a interesarme por su trabajo, conociendo su obra, poco a poco, para descubrir el enorme acervo de Valenzuela en lo relativo a la persecución de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en el Chile de la primera contemporaneidad. Pecado, delito y enfermedad. Sodomía y homosexualidad en la ciencia y la justicia, publicada por la editorial chilena Letras Nómadas en 2023 es, en cierto modo, el más evidente de los resultados de la aplicación de todos estos conocimientos puestos al servicio de la letra escrita.

El libro aborda el arco cronológico que va desde 1875 hasta 1928. Es un marco temporal preciso que se inicia en el proceso de redacción del Código Penal de un país naciente que, ya independizado de la Monarquía de España, pretende construir un nuevo régimen liberal adaptado a las influencias mundiales del liberalismo –especialmente tras la traumática Guerra del Salitre– y la separación de poderes, pero que también debe lidiar con prejuicios y conflictos morales propios aún del Antiguo Régimen. Este último aspecto es interesante, precisamente por el interés de Valenzuela en centrar su estudio en el desarrollo del discurso en torno a las relaciones homosexuales en el Chile de finales del siglo XIX e inicios del XX. El autor se preocupa en definir cómo influyó el desarrollo social y político del país en la concepción social de la comunidad en torno a los comportamientos naturales y desviados y, por ende, la elaboración de la idea del sodomita chileno. Y por ello mismo, es precisamente en este momento en el que, en Europa, se fueron elaborando nuevas teorías de raíz criminológica basadas en la psicopatología que rápidamente permearían en los circuitos eruditos del país de forma efectiva, condicionando la práctica médica, que aceptó la premisa de la concepción de la homosexualidad como enfermedad, aunque este discurso no siempre alcanzó a la práctica judicial. Pero, además, la obra que nos regala Valenzuela nos propone otra hipótesis, y es la de la obvia tensión entre teoría y práctica judicial, demostrando el trabajo de Marcelo que, como en otros contextos, los jueces tuvieron agencia absoluta para permutar las penas impuestas por otras de menor consistencia.

No es baladí señalar que, efectivamente Pecado, delito y enfermedad es la reformulación de la tesis de Valenzuela, La sodomía en Chile (1875-1928), leída en 2019 en la Universitat Autònoma de Barcelona. De ahí se evidencia el cuidado que el autor pone a su corpus de fuentes de variadísimo cuño, que parte del estudio de los discursos legislativos que condicionan el Código Penal de 1874, que mantiene de forma efectiva el crimen de sodomía, para analizar posteriormente los textos jurídicos y médicos que han condicionado la idea del crimen de sodomía. Pero de entre todos los análisis textuales, se destaca el uso de casi cien procesos criminales relativos a este arco temporal, en los que el autor reconstruye el procedimiento judicial de los tribunales, pero además disecciona pautas de comportamiento, testimonios y recompone redes sociales, elaborando una nueva historia social del sodomita chileno decimonónico. Un minucioso trabajo de los fondos del Archivo Nacional Histórico de Chile es el que ha permitido una reconstrucción de Historias de Vida sin precedentes en la historiografía del país.

Pecado, delito y enfermedad se estructura de forma sencilla, en cuatro capítulos. El primero de ellos es el relativo a los fundamentos históricos de la sodomía, y cómo se encontraba plenamente establecida como delito en el Chile decimonónico. Valenzuela traza aquí una genealogía legal y legislativa que parte, obviamente, del discurso cristiano y de su vertebración a través de la legislación hispánica de la Edad Moderna. Por medio de un aparato legal basado en las pragmáticas y leyes elaboradas en la metrópolis, pero aplicado en los territorios de la Capitanía General de Chile, el discurso que plantea el libro es que en la primera legislación republicana aún persistían ciertos elementos de tradición colonial. Los argumentos que se plantean en esta línea permiten comprender la anomalía que supuso que, frente a otros códigos penales de tradición napoleónica que surgieron en Europa y en América Latina por aquel tiempo, el Código de 1874 mantuviera la sodomía como delito.

El segundo capítulo se preocupa, una vez señalados los orígenes discursivos de la idea legal de la sodomía, acotar los relatos científicos y médicos para comprender la influencia de las teorías patologizantes para con la homosexualidad. Destaca especialmente la influencia de la medicina legal francesa en la figura de Federico Puga, seguidor de las teorías de la patologización de Ambroise Tardieu; los estudios de los juristas Tomás Ramírez o Enrique Broghamer u otros textos incipientes como el del trabajo de carrera de Salvador Necochea. En todas ellos se interpreta desde el positivismo, las ideas de degeneración y criminalidad asociadas al acto sexual de la sodomía. Así, se consolida la idea de la homosexualidad como forma criminal, íntimamente relacionada con otros actos delictivos, y potenciando la idea de su “peligrosidad”. Como señala Valenzuela, se consigue construir una justificación “científica” para aplicar el artículo 365 del Código Penal, que condenaba la práctica de la sodomía con penas de prisión de tres años.

El tercer capítulo se dedica a la comprensión del proceso judicial de las causas incoadas por sodomía. El andamiaje intelectual que elabora Valenzuela en los capítulos anteriores le permite señalarnos la estructura judicial que practicaban los tribunales chilenos de este periodo, describiendo a los diferentes actores que participaban en el proceso, en los que el acusado era un elemento propiciador de discurso, pero no el único interlocutor. La pieza estudia el rol de los jueces y fiscales, y su influencia intelectual; por supuesto, los testimonios, que han permitido a Valenzuela construir un perfil social del acusado; y por último el rol de los médicos, que, aunque siempre estuvieron presentes en las causas judiciales, en este periodo adquirieron un papel primado, a razón de la medicalización de la práctica sexual y el delito, pudiendo condicionar las sentencias a través de la pericia médica. Las conclusiones en este capítulo evidencian que, además de las dificultades que encontraron los jueces a la hora de aplicar las condenas señaladas por sodomía, la labor médica muchas veces entraba en conflicto con los intereses de fiscales y con las defensas, por lo que quedaba descartada.

Como síntesis de procesos judiciales de variadísimo origen, Pecado, delito y enfermedad nos evidencia la multiplicidad de prácticas sexuales que quedaban registradas dentro del tipo legal de la sodomía: relaciones consentidas, violencia sexual entre adultos y también violencia contra las infancias. En este último aspecto se centra el autor para intentar comprender el enfoque médico y judicial desde el cual se practicaban estas agresiones sexuales contra menores, y cómo se comportaban las figuras implicadas en el proceso judicial. Al igual que en la mayor parte de estudios dedicados a un tema tan complejo y sensible, se debe señalar la evidencia. Al menos para el Chile de los siglos XIX y XX, la mayor parte de fórmulas sodomíticas que llegaban a los tribunales eran aquellas que entrañaban una mayor agresividad y dureza. Es por ello que la violencia sexual a las infancias ocupa el lugar privilegiado que ocupa en la obra de Valenzuela. Las relaciones consentidas y cuidadas fueron, la mayoría de las veces, anónimas y por tanto no dejaron ningún tipo de rastro.

Quien haya seguido el trabajo intelectual de Marcelo Valenzuela Cáceres y lea ahora Pecado, delito y enfermedad, observará, a mi juicio, la urgencia de esta obra. El fecundo desarrollo de una escuela historiográfica centrada en la Historia de la Sexualidad en toda América Latina, el interés de la Historia Crítica del Derecho por explorar nuevos espacios de análisis, y la intersección de las teorías queer y de género en relación con los saberes médicos y científicos, está dando como resultado una producción científica e intelectual sobre el estudio del fenómeno de la sodomía como nunca se había visto. Ante la ausencia de estudios de este tipo en el Chile de finales del siglo XIX e inicios del XX, el autor inserta su trabajo sobre el crimen sodomía y se dota de autenticidad. El diálogo interdisciplinar que plantea y el marco cronológico estudiado hacen de Pecado, delito y enfermedad una pieza fundamental, que se preocupa por entender el papel que juegan las instituciones de control social en el refuerzo –o en la representación– de los prejuicios sociales en torno a las sexualidades no normadas. Explora a su vez la capacidad de la praxis judicial de escapar al marco legal represivo y, lo que a mi modo de ver resulta más interesante, permite dar una idea sobre el punto que alcanzó el proceso de medicalización de ciertos comportamientos sexuales.

Como aventuran ya las primeras páginas, el tema que propone Valenzuela no es únicamente el de estudiar la sodomía como tipo criminal, sino entender también esa sociedad fragmentada, que basculaba entre las ideas tradicionales católicas y un deseo de apertura liberal y de despegue económico. Y es que, de hecho, el libro no solo es un reflejo del proceso legislativo y punitivo decimonónico por el cual la República de Chile, a diferencia de otros países que durante el mismo tiempo despenalizaron la práctica de la sodomía, blindó la persecución de una práctica sexual con variados significados. Es, de hecho, una herramienta más que nos permite comprender periodos recientes de la historia chilena. La propia pieza de Valenzuela nos recuerda que el delito de sodomía siguió vigente hasta 1999.

El autor propone un ejercicio de memoria que en Pecado, delito y enfermedad se observa de forma patente desde el inicio hasta el final de la pieza.

Bibliografía

»Navarro Martínez, J. P. (2022). La “Interrupción” del Antiguo Régimen. Vigencias y conflictos prácticos ante el primer intento de despenalización de la sodomía en España. Revista De Estudios Histórico - Jurídicos, XLIV, 279-305.

»Valenzuela Cáceres, M. (2020). La sodomía en el derecho penal chileno del siglo XIX. Revista De Estudios Histórico-Jurídicos, XLII, 635-657.