In the red corner. The marxism of José Carlos Mariátegui

Mike Gonzalez
Chicago, Illinois: Haymarket Books, 2019; 233 pp.
ISBN 978-1-60846-915-4.

Martín Salinas

Universidad de Buenos Aires - Universidad Nacional de las Artes, Argentina

Mike Gonzalez, profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Glasgow, presenta, en In the red corner. The marxism of José Carlos Mariátegui, tal como se señala en la nota de la edición de Haymarket Books, la primera biografía escrita en inglés de José Carlos Mariátegui. Su condición de estudio introductorio incide en la imagen de lector que proyecta, en la estructura que organiza el libro, y en el trabajo interpretativo de los diversos aspectos de la vida y obra de Mariátegui. A partir de estas premisas, las referencias iniciales al “redescubrimiento revolucionario” (p. 1) y a la “resurrección” (p. 5) de Mariátegui se pueden leer como una presentación ante el público de habla inglesa, pero también como un intento de rescatar del olvido y, así, reactualizar el potencial crítico de su obra. Esta revalorización se produce, y de un modo indispensable según la perspectiva de Mike Gonzalez, en el marco de una necesaria reivindicación del marxismo, tarea que subyace como motivo latente del libro. En esta tarea, la obra de Mariátegui ocupa un papel fundamental. Sobre todo si se tiene en cuenta que, tal como sostiene el autor, las perspectivas del socialismo del siglo XXI, que renuevan el interés intervencionista de los sectores dominantes ante el avance de la “marea rosa” (p. 191), lejos de abrirse paso a través de la intervención de figuras propias del mundo académico o de partidos de izquierdas (p. 10), se activan a partir de diversas manifestaciones anticapitalistas que, como la Confederación de nacionalidades indígenas del Ecuador, las experiencias zapatistas de México, las protestas de Seattle, y la Guerra del agua en Bolivia, recorren el territorio latinoamericano.

En los diez capítulos del libro, el lector asiste a una ordenada reconstrucción de los motivos y condiciones que forjaron el pensamiento de Mariátegui: sus inicios como redactor en periódicos y revistas, el contacto con las primeras manifestaciones políticas bajo el régimen de Leguía y la consiguiente experiencia “forzada” de su viaje a Europa; las conferencias que en la Universidad Popular Manuel González Prada, en las que desarrolló una serie de conferencias destinadas a difundir, lejos de todo dogmatismo, su interpretación acerca del lugar que ocupa Perú en la crisis mundial; la formación del Frente único como expresión de la problemática en torno a la función del partido. El análisis de las producciones de la segunda mitad de la década de 1920, la revista Amauta y Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, destacan de manera precisa el desarrollo de un pensamiento que procura evitar tanto el sectarismo del Komintern como el populismo burgués del APRA.

Particularmente detallados y sugerentes resultan los capítulos en los que se describe e interpreta el pasaje que lleva al autor peruano, del juvenil anticapitalismo de su “Edad de piedra”, a una comprensión política de la situación mundial que en Europa lo acercará al marxismo (capítulo 2), y el análisis de su interés, hasta la fecha poco estudiado, por la literatura (capítulo 8). Como se sostiene en el libro a partir del análisis de A. Dessau, los escritos sobre literatura ocupan un 40 % de la íntegra producción de Mariátegui. Más allá del dato cuantitativo, lo que la biografía intelectual intenta destacar es que, en la concepción del marxismo de Mariátegui, en gran medida sostenida en su constante crítica de toda concepción positivista de la historia, el plano de la imaginación y la atención a lo “todavía-no” resultan centrales ante la problemática de la organización. Este aspecto se refiere tanto a la lectura política de la literatura, según se advierte en sus lúcidos escritos sobre los futurismos ruso e italiano (y que podrían relacionarse con lo sugerido en el libro acerca de la lectura política de Mariátegui del populismo ruso y del socialismo incaico), como al plano estrictamente estético de las obras, como se observa en sus críticas al naturalismo y al realismo socialista.

En este marco, la lectura de la obra de Mariátegui que presenta el libro posee una doble significación argumentativa. Por un lado, las equivalencias que Gonzalez destaca entre Mariátegui y las figuras de la corriente cálida del marxismo, como Gramsci, Korsch, el Lukács de Historia y conciencia de clase (tal como delimita el autor, reacio a considerar la obra tardía del filósofo húngaro), o Walter Benjamin, apuntan a dejar de considerar al autor de La escena contemporánea desde una perspectiva eurocentrista (o como un autor menor desde la perspectiva eurocentrista tradicional; o como un exponente de la mirada eurocentrista que perturbaría la interpretación de la realidad peruana), y a destacar la validez teórica de sus lecturas referidas al surgimiento del fascismo, a la función del partido, a la relación de las vanguardias políticas y las masas, a la crítica cultural, etc., contemporáneas a las de los autores mencionados. Por otro, y en función de la centralidad que en su obra ocupan el problema del indio, la función del mito social y la mística revolucionaria, las reflexiones en torno a la descolonización de la tierra, la figura de Mariátegui adquiere una incontestable actualidad para la realidad latinoamericana que se encuentra en franca disputa. Así, como se observa al final del libro, el marxismo revalidado de Mariátegui es la condición para colocarlo en la posición de figura señera de una necesaria reconfirmación del marxismo latinoamericano.