Ni la lira, ni el bongó… La construcción de la Música Nueva en Cuba desde la órbita de Musicalia (1927-1946)

Vega Pichaco, B. (2021). Granada: Comares Música. 384 páginas.

Yurima Blanco García

Universidad de Valladolid, Valladolid, España

yurima.blanco.garcia@uva.es

El libro que se presenta ofrece un exhaustivo estudio del contexto musical cubano entre 1927 y 1946, etapa que la autora define como la construcción de la Música Nueva en Cuba. Precisamente, se acomete por primera vez una genealogía y examen de este concepto, para lo cual Vega toma como hilo conductor el análisis de la revista Musicalia en toda su órbita. El período analizado comprende desde la publicación de la revista de avance hasta el libro canon de Alejo Carpentier, La música en Cuba, y la visita de Igor Stravinski a La Habana. Sin duda, se trata de un texto de referencia para comprender el entramado cultural y artístico de una época intensa y determinante en la creación musical cubana, atravesada por las tendencias del afrocubanismo y el neoclasicismo, pero, más allá de esos núcleos estéticos, permeada de discursos y prácticas divergentes, como bien argumenta la autora.

La estructura del libro permite recorrer de manera concatenada los principales acontecimientos que fueron configurando la Música Nueva en Cuba, articulados en tres grandes partes: I. Revistas, creadoras de opinión; II. Productores culturales y III. Tramas discursivas. Finalmente, y de especial interés para comprender esta etapa, son los anexos que aporta: el contenido de Musicalia (Anexo I) –ordenado por etapas, secciones (artículos de fondo, reseña de libros, discografía y revistas) y, siguiendo esa estructura, en sentido cronológico– y, por último, el repertorio de música cubana ejecutado por la Orquesta Filarmónica de La Habana entre 1942-1946 (Anexo II).

Respecto a la primera parte, si bien el tema central es Musicalia, se examinan a lo largo de tres capítulos el panorama de revistas culturales cubanas. Entre las de mayor relevancia e interacción con Musicalia se consideran Revista de avance –núcleo del Grupo Minorista al que pertenecieron Alejo Carpentier, Amadeo Roldán, Jorge Mañach, entre otros intelectuales vanguardistas– y Orígenes –formada por los poetas José Lezama Lima, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Ángel Gaztelu, Fina García-Marruz y el compositor Julián Orbón–. De hecho, Vega establece un interesante contrapunto entre las aportaciones de modernidad que insuflaron ambas publicaciones en el terreno literario y artístico (la primera, en los años 20 y 30 y, la segunda, en la década siguiente) respecto al correlato estético-musical expuesto por Musicalia. Formando parte de ese panorama dedica un capítulo a las revistas de música que coexistieron con ella: Pro-Arte Musical, Conservatorio y La Música.

Resulta insuficiente, con anterioridad al texto de Vega, el conocimiento sobre la revista fundada por el matrimonio español formado por María Muñoz de Quevedo (A Coruña, 1886-La Habana, 1947) y Antonio Quevedo (Madrid, 1888-La Habana, 1977). Si bien se reconocen estudios parciales e inéditos sobre Musicalia1 no se había acometido un estudio sistemático sobre su aportación a la Música Nueva y su puesta en valor a través de múltiples fuentes (artículos, programas de conciertos, correspondencia, críticas). El análisis de Musicalia deja entrever la siguiente periodización: “época cero” (1927-1928); 1ª época (1928-1932) y 2ª época (1940-1946).

La autora desgrana cada una de estas etapas, describe y examina las diferentes secciones, sus colaboradores, valora las portadas y anuncios y analiza los principales tópicos y focos de interés de la publicación desde una perspectiva crítica y entrelazada con el contexto cubano e internacional. Es evidente la afinidad y el compromiso de la revista con el medio español, ejemplo de ello es la colaboración de importantes escritores (F. García Lorca), compositores (F. Mompou, J. Nin, G. Pitaluga) y musicólogos (Adolfo Salazar, J. Bal y Gay, E. López Chavarri). En el plano internacional, plasmaron su firma compositores de México (J. Carrillo y C. Chávez), Estados Unidos (H. Cowell y A. Copland), Italia (A. Casella) y Rusia (S. Prokofiev). El análisis de la correspondencia también es aprovechado por Vega para mostrar el estrecho vínculo que sostuvieron con figuras tan influyentes como Manuel de Falla. Asimismo, la autora acentúa la gestión de Musicalia en el medio habanero a través de conciertos e instituciones que crearon para afianzar y expandir la ideología de la revista. El libro hace patente el protagonismo de Musicalia como artífice y gestora de la Música Nueva en Cuba, una publicación de “avanzada” por su apuesta modernizadora, aunque no exenta del acento elitista, sesgado y de cierta “hispanofilia” que practicaron sus fundadores.

La segunda parte examina con agudeza la impronta de los denominados “productores culturales”, entendido en términos de Bourdieu (2002), que la autora relaciona con el capital cultural que ostentaron los compositores en el campo musical. Se abordan los afrocubanistas (Amadeo Roldán, Alejandro García Caturla y Pedro Sanjuán); el Grupo de Renovación Musical (GRM), encabezado por José Ardévol; y otros de estirpe popular y, por ello, ubicados al margen de la Música Nueva, como Eduardo Sánchez de Fuentes, Ernesto Lecuona y Gilberto Valdés.

Resulta muy interesante la perspectiva crítica que asume la autora con relación al binomio Roldán-Caturla. Así como Carpentier (1946) los aunó en el penúltimo capítulo de La Música en Cuba y las fuentes historiográficas les sitúan en iguales coordenadas estéticas, Vega profundiza en la distinción de ambos músicos como portadores de un capital simbólico dispar, hecho que influiría, por ejemplo, en el estreno de sus obras (entre 1924-1939 la Orquesta Filarmónica de La Habana ejecutó diez obras de Roldán mientras sólo cuatro de Caturla fueron escuchadas) o los vínculos con personalidades e instituciones que coadyuvaron a su mayor o menor difusión.

También es de resaltar el análisis respecto a las dicotomías que mostraron los exponentes de la Música Nueva: algunos de sus principales gestores, como el matrimonio Muñoz Quevedo, Sanjuán y Ardévol, no ostentaban “carta de ciudadanía cubana”, con los inconvenientes que ello aducía en el medio artístico que procuraban transformar. Otras tensiones que discute la autora se relacionan con la “autorrepresentación” de estos músicos de origen español, ciertos rasgos de discriminación hacia la música afrocubana, el tinte racial que ostentaron algunos músicos –como Sánchez de Fuentes–, o las vicisitudes de los compositores para dar a conocer sus obras en el terreno nacional e internacional.

Respecto al GRM, Vega aporta un paso más en los hallazgos que sobre este movimiento vienen sucediéndose en la última década.2 Su hipótesis sobre el proceso constructivo de la Música Nueva con anterioridad al movimiento liderado por Ardévol y la posición hegemónica conseguida por el músico catalán en los años cuarenta aparece sustentado a lo largo del libro. Resulta meridiano el análisis que realiza acerca de los discursos fluctuantes y contradictorios que, en el breve lapso de 1942 a 1946, fueron forjándose en este grupo de compositores, cuyo punto detonante será el capítulo de Carpentier (1946) “Estado actual de la música cubana”. Vega da continuidad al planteamiento de Eli (2013) sobre la existencia de un escenario polisémico en esta etapa de modernidad musical y profundiza en la concomitancia, aunque peculiar en el seno del GRM, de repertorios comprometidos con elementos nacionales y propios de la contemporaneidad, entiéndase el neoclasicismo. Formando parte de ese capítulo aporta, también, un balance de la programación y el impacto de la Orquesta Da Cámara de La Habana, creada y dirigida por Ardévol en 1934 para la difusión de la Música Nueva y, en mayor medida, de repertorios históricos alineados con su aliento neoclasicista.

Precisamente, la tercera parte reflexiona sobre la superación de categorías como nacionalismo y neoclasicismo en el contexto complejo y fragmentado tras la renuncia de algunos integrantes del GRM y la repercusión que tendrían la visita de Stravinski y el texto de Carpentier. Muy interesante y sugestiva es la discusión que plantea Vega sobre el término “neonacionalismo”, resultado del “viraje ideológico” de Ardévol y otros compositores (como Edgardo Martín y Harold Gramatges) respecto a los elementos cubanos en sus composiciones y, obviamente, en relación con la puesta al día de las tendencias contemporáneas.

Entre los méritos del libro no puedo dejar de subrayar la búsqueda en archivos y la consulta de múltiples materiales más allá de las fuentes primarias conservadas en el Museo Nacional de la Música de La Habana. Como relaciona Vega, tanto en la bibliografía como en las sustanciosas notas al pie, esta investigación se extiende a fondos documentales, públicos y privados, localizados en Cuba, Estados Unidos, España y Francia. Asimismo, su pericia investigadora le conduce a establecer vínculos trasnacionales y cómo estos permearon las ideas y estrategias de los protagonistas de la Música Nueva. Se muestra con sentido crítico la naturaleza de estos intercambios y los posicionamientos e intereses que marcaron la órbita de Musicalia, así como los “productores culturales”, entre ellos, los compositores de las distintas tendencias que se estudian en el libro.

No es objetivo del texto abordar los repertorios desde el punto de vista del análisis técnico-musical, no obstante, la autora indaga en las críticas y resonancias de aquellas obras que sustentaron los paradigmas de la Música Nueva. Lejos de ser una carencia, estas aproximaciones de carácter histórico y estético acercan el estudio musicológico a otras disciplinas como la historia, la literatura, la crítica literaria y artística, ocupadas también de este período cultural. Tampoco la problemática de la identidad es central en su discusión, sin embargo, ofrece un excelente terreno de reflexiones y referencias para encarar futuras investigaciones sobre esta fecunda etapa. Una única sombra del libro es, desde el punto de vista editorial, la insuficiente calidad de las imágenes, hecho que no impide su lectura.

Como obra de referencia para la historiografía de la música cubana del siglo XX, el texto estimula la lectura, resuelve diversas problemáticas sobre el papel de la música y los productores culturales en el contexto artístico y social y permite plantear nuevas interrogantes. Por último, unas breves líneas sobre la autora destacan que Belén Vega es Titulada Superior de Violín y Doctora en Musicología por la Universidad de La Rioja, donde actualmente es profesora. Su trayectoria investigadora incluye la beca postdoctoral Juan de la Cierva y estancias en universidades y centros de investigación de Cuba (Casa de las Américas y UNEAC), Estados Unidos (City University y Harvard University), Suiza y Francia. Resultado de sus investigaciones sobre los vínculos entre España e Hispanoamérica es la coedición de dos libros, así como su labor en la difusión y colaboración académica del grupo Música y estudios americanos, de la Sociedad Española de Musicología.

Bibliografía

» Bourdieu, P. (2002). Campo de poder, campo intelectual. Itinerario de un concepto. Buenos Aires: Editorial Montressor.

» Carpentier, A. (1946). La Música en Cuba. México: Fondo de la Cultura Económica.

» Eli, V. (2013). Identidad nacional y música: un espacio para la reflexión en Cuba (1920-1940). En L. Sánchez de Andrés y A. Presas (Coord.). Música, ciencia y pensamiento en España e Iberoamérica durante el siglo XX (311-329). Madrid: Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid.

Biografía

Yurima Blanco García

Doctora en Musicología. Máster en Música Hispana. Profesora de Música en la Universidad de Valladolid. Sus líneas de investigación están orientadas al estudio y recuperación del patrimonio musical y a la didáctica de la música. Ha realizado estancia de investigación en University of Miami. En 2018 obtuvo la beca Díaz-Ayala (Florida International University). Ha participado en proyectos I+d sobre Formación de profesorado en música y en proyectos internacionales sobre patrimonio musical cubano. Es autora de Hilario González. Catálogo Razonado de Obras (La Habana, 2018) y coautora de 11 libros. Ha publicado artículos en El oído pensante, LEEME, Cuadernos de Música Iberoamericana, Boletín Música, Didacticae, Tabanque y Clave. Ha colaborado como investigadora en el Museo Nacional de la Música (Cuba) y docente en UNIR.


1 Vega menciona una serie de artículos, capítulos de libros y su propia tesis doctoral como antecedentes del actual volumen. También, las referencias de Sáez, Carmen M.ª (“Musicalia en el tiempo”, Clave, 1988, n.º 8, pp. 26-29 y n.º 9, pp. 40-43; y la existencia de una monografía sobre Musicalia en proceso editorial por parte del Museo Nacional de la Música donde se incluyen los capítulos de Clara Díaz, Yarelis Domínguez, Blanca Reyes y Carole Fernández.

2 En los últimos años varios musicólogos, casas discográficas e instituciones han aportado estudios, publicaciones y discos que realzan la impronta del Grupo de Renovación Musical, consultados todos por Vega, ejemplo de ellos son: Fanjul, J. L. (2013): Grupo de Renovación (1942-1948). Neoclasicismo musical en Cuba, en Revista Argentina de Musicología, 14, pp. 187-205, https://ojs.aamusicologia.org.ar/index.php/ram/article/view/78; Morales- Caso, E. (2014): Lo nacional en la obra para voz y piano de Gisela Hernández y Harold Gramatges. Análisis compositivo, Universidad Complutense de Madrid [tesis] https://eprints.ucm.es/id/eprint/27918/; Quevedo, M. (2016): Cubanness, Innovation, and Politics in Art Music in Cuba, 1942-1979, Indiana University, Jacob School of Music [tesis]; Blanco-García, Y. (2018). Las canciones de Hilario González en la cultura cubana: biografía, análisis y recuperación patrimonial, Universidad de Valladolid [tesis] https://uvadoc.uva.es/handle/10324/33061 e Hilario González. Catálogo razonado de obras, La Habana: Ediciones Museo de la Música. A ello se suma la tesis en curso de Iliana Ross sobre José Ardévol (1911-1981). En cuanto a libros, destacan Giro, R. (comp.) (2009): Grupo Renovación Musical de Cuba, La Habana: Ediciones Museo de la Música y Guridi, R. (2013): Edgardo Martín/Alejo Carpentier. Correspondencia cruzada, La Habana: Ediciones Museo de la Música. En 2018, la revista Clave (n.º 20) dedicó un número monográfico al GRM. Por último, un resultado muy loable en la difusión de este movimiento es la colección Grupo de Renovación Musical, de la Casa Discográfica y Editora Musical Producciones Colibrí, donde se dedica un disco a cada compositor, que suma siete volúmenes publicados.