Ofrendas para el Más Allá. Una propuesta de análisis de la puerta de acceso a la capilla en la tumba de Amenmose (TT 318)

Pablo M. Rosell

Centro de Estudios de Sociedades Precapitalistas, Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de La Plata - CONICET / Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de La Pampa, Argentina

Fecha de recepción: 30 de marzo de 2023
Fecha de aceptación: 17 de mayo de 2023

Resumen

Este artículo tiene como objetivo proporcionar un análisis interpretativo de la puerta de entrada a la capilla o sala interior de la tumba tebana 318 (TT 318). Esta tumba, ubicada en Sheikh Abd el-Qurna, perteneció a un cantero/trabajador de la necrópolis de Amón, llamado Amenmose, que vivió en la dinastía XVIII, durante los reinados de Hatshepsut y Tutmosis III. El pasaje que une la sala transversal con la capilla consta de un dintel y dos jambas, los cuales contienen textos con fórmulas de ofrendas para el ka del difunto y escenas de adoración de Amenmose, junto con su esposa, a Anubis y a las diosas de Oriente y Occidente. El estudio del dintel y sus jambas, junto con sus textos, nos ha permitido definir dicho pasaje como un espacio liminal e interpretar los textos de sus jambas a partir de un modelo de lectura basado en un patrón de circulación interna del monumento.

Palabras clave: Egipto, tumbas tebanas, Amenmose, fórmula de ofrendas

Offerings for the Afterlife. A Proposal for the Analysis of the Doorway to the Chapel of the Tomb of Amenmose (TT 318)

Abstract

This paper aims to provide an analysis of the doorway to the inner chapel or room in the Theban Tomb 318 (TT 318). This tomb, located in Sheikh Abd el-Qurna, belonged to a stonemason/worker of the necropolis of Amun called Amenmose who lived during the reigns of Hatshepsut and Thutmose III, in the Eighteenth Dynasty. A passage or doorway consisting of a lintel and two jambs connected the transverse hall to the inner chapel. It contained offering formulas for the ka of the deceased and depicted Amenmose and his wife worshiping Anubis and the goddesses of the East and the West. The study of the lintel and its jambs as well as their texts enable us to define this passage as a liminal space where the texts on its jambs can be understood in line with a reading model based on a pattern of internal circulation inside the monument.

Keywords: Egypt, Theban Tombs, Amenmose, offering formula

Introducción

Las tumbas privadas tebanas del Imperio Nuevo egipcio constituyen una de las mayores fuentes de información para poder estudiar y comprender a la sociedad antiguoegipcia, junto con sus prácticas rituales, sociales y culturales. De hecho, a lo largo de la historia egipcia las tumbas privadas no sólo han sido concebidas como moradas para el descanso y la transfiguración del difunto, sino que también han sido consideradas e interpretadas como monumentos dotados de un simbolismo ritual y religioso.

De las cientos de tumbas tebanas que se han encontrado hasta la fecha en la orilla occidental de Luxor, nos interesa centrarnos en la tumba TT 318, la cual habría pertenecido a un cantero/trabajador de la necrópolis de Amón, llamado Amenmose, que habría vivido a mediados de la dinastía XVIII. Puntualmente, nos interesa analizar y comprender el pasaje o la puerta que da acceso desde la sala transversal o vestíbulo hacia la cámara interna o capilla de la TT 318. Dicho pasaje consta de un dintel y dos jambas, los cuales contienen textos con fórmulas de ofrendas para el ka del difunto y escenas de adoración de Amenmose, junto con su esposa, dirigidas a Anubis y a las diosas de Oriente y Occidente.

En este trabajo nos proponemos realizar una primera aproximación al estudio de dicho pasaje, junto con un análisis e interpretación sobre las fórmulas de ofrendas presentes en sus jambas. Para ello, nos proponemos pensar y analizar las fórmulas de ofrendas desde su rol mágico y ritual, asociadas con una práctica social intrínseca al mundo funerario y religioso del antiguo Egipto. Asimismo, nos interesa proponer una posible lectura de sus textos con fórmulas de ofrendas a partir de un patrón de circulación interna del monumento y su plausible función de puerta de pasaje hacia el Más Allá para el difunto.

La TT 318 y el pasaje a la capilla

La TT 318 (Fig. 1) se encuentra ubicada en la colina de Sheikh Abd el-Qurna, frente a la actual ciudad de Luxor, y es una de las denominadas tumbas-capilla funerarias de altos y medianos dignatarios del Imperio Nuevo egipcio excavadas sobre la roca de la colina de la necrópolis tebana. Habría pertenecido a un cantero/trabajador de la necrópolis de Amón, llamado Amenmose, que habría vivido durante los reinados de Hatshepsut y Tutmosis III (Engelbach, 1924: 24-25; Porter y Moss, 1960: 391; Kampp, 1996: 573).

Fig. 1. Plano de la tumba de Amenmose (TT 318). Realizado por Calomino (2020) © Proyecto Amenmose.

Las tumbas tebanas de los nobles de la dinastía XVIII se caracterizan por tener un patrón y un diseño arquitectónico uniforme en forma de T invertida (Kampp, 1996: 12). Dicha forma de construir las tumbas en la roca deviene de una herencia arquitectónica evolutiva de la forma en que los egipcios solían construir las tumbas durante el Reino Medio en Tebas (Kampp-Seyfried, 2003: 5; Dodson e Ikram, 2008: 214). Más allá de las diferencias inherentes al tamaño de la tumba, vinculadas con la importancia y la jerarquía social del propietario, en líneas generales, estas tumbas tebanas en forma de T invertida estaban compuestas por tres espacios: (1) un patio en donde se encontraba la entrada a la tumba; (2) una sala transversal, un pasaje y una cámara interior o capilla que podía poseer un nicho para estatuas; y (3) un pozo funerario y una cámara sepulcral subterránea (Manniche, 1987: 30). A partir del estudio y el análisis de los diferentes planos y desarrollos arquitectónicos presentes en las tumbas T del Imperio Nuevo ubicadas en la necrópolis tebana, Kampp (1996: 12-35) ha propuesto una tipología para clasificar a estas tumbas, que también se basa en cuestiones cronológicas. De acuerdo con esta tipología, la tumba TT 318 de Amenmose podría ser comprendida como una variante del tipo de tumba Vb, dado que en nuestra tumba la sala interior es más corta (Kampp, 1996: 24 y 573). El tipo de tumba Vb consiste en una estructura básica de tumba T, con una sala transversal simple y una sala longitudinal contigua, pero a diferencia de su variable Va, ésta posee una extensión de la sala longitudinal que deviene en la formación de un nicho o capilla con nicho para el culto (Kampp, 1996: 23-24).

El patio y la puerta de entrada a la tumba TT 318 hoy se encuentran cubiertos con tierra y sedimentos, y el acceso a la misma sólo es posible a través de un agujero desde una tumba vecina, la TT 129.1 La tumba cuenta con una sala transversal compuesta por seis paredes, las cuales se encuentran decoradas con diversos temas, que podríamos englobar en torno a un posible eje de división de la misma. El sector occidental de dicha sala (paredes 1, 2 y 3) contiene escenas vinculadas al mundo funerario y religioso con rituales de ofrendas, adoración de Osiris y de la diosa de Occidente y portadores de ofrendas que circulan en dirección a la puerta de entrada de acceso a la sala interior o capilla. Por su parte, el sector oriental (paredes 4, 5 y 6) contiene las denominadas escenas más bien vinculadas con la vida del propietario, dado que se lo puede apreciar a Amenmose en una escena agrícola, en otra recibiendo una libación por parte de su hija, en una escena de caza y pesca en las marismas y en una escena de vitivinicultura. Si bien a simple vista dichas escenas podrían vincularse más al plano terrenal, no debemos olvidar la importancia ritual que dichas escenas tenían para el Más Allá. De hecho, como bien señalan Dodson e Ikram (2008: 86-98), muchas de estas escenas tendrían una función para la otra vida en la tumba, asociadas con la provisión de bebidas y alimentos para el Más Allá o con la regeneración del propietario del monumento. De este modo, uno podría postular la idea de que en la sala transversal de la TT 318 encontramos un patrón decorativo y una lógica de circulación espacial en el cual convergen tanto el plano terrenal (sector oriental) como el plano del Más Allá (sector occidental). Y es justamente en el acceso de entrada a la capilla o sala interior (pared 7) en donde estos dos planos convergerían, actuando como una especie de zona liminal. Dicho pasaje, en el cual nos concentraremos más adelante, está conformado por un dintel en el que se encuentra representado Amenmose junto a su esposa Henut adorando a Anubis y a las diosas de Oriente y de Occidente, y dos jambas que contienen textos con fórmulas de ofrendas. Por último, la sala interior o capilla contiene tres paredes. En la pared occidental (pared 8) se encuentra representado Amenmose junto a su esposa y su hija frente a una mesa de ofrendas, que son ofrecidas por un hijo, y detrás del mismo, se puede apreciar una escena de banquete funerario. En la pared oriental (pared 9) encontramos de nuevo a Amenmose junto a su esposa frente a una mesa de ofrendas que su hijo Akh les ofrece y otra escena de banquete funerario. Por último, en la pared del fondo (pared 10) que mira a la puerta de acceso a la capilla y también a la puerta original de la tumba se encuentra el nicho en donde se hallaban originalmente las estatuas de Amenmose y su esposa Henut, junto con la de una pareja, Ipu y Aammesha, que posiblemente fuesen los padres del propietario del monumento.2

El pasaje de acceso a la capilla de la TT 318 (Fig. 2) puede ser comprendido como una entidad arquitectónica específica, dado que exhibe y articula distintos espacios dentro del monumento (Manzi et al., 2022: 41, nota 25). Está compuesto por un dintel y dos jambas que separan las paredes 3 y 6 respectivamente y conforma un espacio de circulación lineal que conecta la capilla con la sala transversal y la entrada original de la tumba. Esta situación lo convierte en un punto focal dentro del monumento.3 El dintel de piedra caliza mide 1,71 m de largo por 0,68 m de altura y posee en la parte superior un friso y en la parte inferior textos jeroglíficos grabados, con rastros de pintura azul, junto con representaciones ubicadas de forma simétrica.4 En el lado izquierdo se puede apreciar al propietario del monumento, Amenmose, arrodillado junto a su mujer, Henut, mirando hacia la derecha y adorando al dios Anubis que está representado sentado y entronizado portando un cetro was y un ankh en sus manos.5 Detrás de Anubis, hay una representación de la diosa de Occidente también sentada y entronizada portando un cetro was y un ankh en sus manos. Ella se encuentra mirando hacia la zona occidental de la sala transversal de la tumba, que como dijimos previamente, contiene escenas vinculadas con el rito funerario, la adoración a divinidades del Más Allá y la llegada de ofrendas para el difunto. En su frente lleva una cinta con el emblema del oeste, consistente en un halcón sobre un estandarte con una pluma de avestruz (Leitz, 2002: VI, 308). En el lado derecho, se encuentra reflejada a modo inverso la misma escena que del lado izquierdo, con Amenmose y Henut arrodillados mirando hacia el lado derecho y adorando a Anubis entronizado. La única diferencia con el lado izquierdo es la presencia de la diosa de Oriente, detrás de Anubis y representada de espaldas a la diosa de Occidente. La diosa de Oriente, al igual que su contraparte de Occidente, también se encuentra sentada entronizada con un signo ankh en una mano y el cetro was en la otra y con una cinta sobre su frente con el emblema del este, consistente en una punta de lanza insertada en su asta como estandarte (Leitz, 2002: I, 105). Ella mira hacia el lado derecho u oriental de la sala transversal, ligado con las escenas más terrenales del monumento. La jamba izquierda tiene una altura de 1,45 m y un largo máximo en su base de 0,33 m, mientras que la jamba derecha posee una altura de 1,52 m y un largo de 0,32 m.6 Sobre el frente de ambas jambas se encuentran grabados textos jeroglíficos con fórmulas de ofrendas en donde intervienen diversas divinidades tales como Amón, Osiris, Hathor, Horus del Horizonte y Anubis como garantes de las ofrendas para Amenmose. Al igual que en el dintel, los jeroglíficos grabados en las jambas poseen rastros de coloración azul.

Fig. 2. Fotografía del dintel y las jambas que conforman el pasaje de acceso a la capilla interior de la TT 318. © Proyecto Amenmose.

A partir de sus peticiones con fórmulas de ofrendas y de su ubicación en un punto focal del monumento, planteamos a continuación un modelo o patrón de lectura de sus textos en clave interpretativa.

Las jambas del pasaje: un modelo para armar

Las tumbas egipcias pueden ser interpretadas como un espacio de interacción entre los vivos y el espíritu transfigurado del difunto (Bryan, 2009: 19). Y, puntualmente, las tumbas de la dinastía XVIII habrían sido concebidas como un espacio por medio del cual el espíritu transfigurado del propietario podía entrar y salir diariamente, y en donde también sus familiares y visitantes podían asistir para realizar ciertas prácticas rituales en su honor (Robins, 2010: 129). Dentro de este ámbito de circulación ritual, las puertas y pasajes de entrada ocupaban un rol fundamental a la hora de delimitar ciertos espacios. Sin ir más lejos, como señala Roeten (2021: 2), las puertas de entrada a las tumbas egipcias habrían simbolizado el espacio intersticial en donde el mundo de los vivos y el de los muertos se encontraban, actuando como un espacio liminal. Es precisamente esa categoría de espacio liminal la que nos interesa aplicar para pensar el acceso a la sala interior desde la sala transversal de la TT 318, a partir de las representaciones y los textos presentes en el dintel y las jambas.

Las entradas o puertas suelen estar compuestas por un dintel horizontal sostenido por dos jambas (Robins, 2010: 131; Roeten, 2021: 54). Generalmente, los textos jeroglíficos y las imágenes de los dinteles y jambas suelen colocarse en los lados exteriores de las mismas, mirando a la puerta de entrada del monumento (Robins, 2010: 131). De esta manera, se buscaba que las imágenes y los textos del pasaje de acceso a la sala interior pudieran ser las primeras escenas que los visitantes del monumento observaran al ingresar, transformándose así en un punto focal de la tumba que solía, asimismo, recibir una mejor luz desde el exterior (Hartwig, 2004: 51). De acuerdo con las nociones y creencias egipcias para el Más Allá, en estas puertas de acceso también se solía incluir sobre el dintel el nombre del difunto y propietario del monumento, para que éste perdurara por la eternidad, junto con los títulos o cargos que habría ostentado en vida (Robins, 2010: 135; Roeten, 2021: 54). En los dinteles también era muy común encontrar representaciones de divinidades vinculadas con el Más Allá, tales como Osiris o Anubis, las cuales simbolizaban los límites entre ambos mundos y marcaban con su presencia que el espacio seguido tras cruzar el umbral se vinculaba con la entrada al espacio sagrado del Más Allá (Robins, 2010: 134). Por su parte, las jambas solían incluir diversas solicitudes de fórmulas de ofrendas para el ka del propietario del monumento (Robins, 2010: 135). De esta forma, si analizamos el acceso a la sala interior en la TT 318 nos encontramos con este modelo de puerta descrito previamente y compuesto por un dintel y dos jambas.

En el dintel de la TT 318 las representaciones de Amenmose y su esposa Henut adorando a divinidades vinculadas con el Más Allá como Anubis y las diosas del desierto oriental y occidental simbolizarían ese espacio liminal, que al cruzarlo acercaría al propietario y a su espíritu transfigurado al Más Allá. Si bien la inclusión de Anubis en escenas de tumbas tebanas es muy común, la presencia de la diosa del desierto oriental o diosa de Oriente y la presencia de la diosa del desierto occidental o diosa de Occidente juntas no lo es tanto.7

Por su parte, las jambas que sostienen el dintel de la TT 318 contienen cada una tres líneas con textos con solicitudes de fórmulas de ofrendas necesarias para el ka de Amenmose.8 A continuación, ofrecemos un esquema (Fig. 3) y una tabla (Tabla 1) con las fórmulas de ofrendas presentes en las jambas:

Fig. 3. Esquema numerado con los textos con fórmulas de ofrendas presentes en las jambas.

Columna

Dios garante

Pedido en la fórmula de ofrendas

1

Amón

Establecer y dar ofrendas para que se ritualicen diariamente sobre su mesa de ofrendas.

2

Osiris

Ofrenda invocada de panes, cerveza, carne de aves y bueyes, alabastro, vestidos, incienso, aceites, todas cosas bellas y puras y ofrendas de todo lo que crece.

3

Hathor

Cruzar el cielo recordando a través de los años.

4

Horus del Horizonte

Ofrenda invocada de panes, cerveza, carne de aves y bueyes y todas cosas bellas y puras para ir en presencia de todos los dioses.

5

Anubis

Permitir que entre y salga de la necrópolis, que sea enterrado en el bello occidente (y pueda tener un) bello entierro después de la vejez.

6

Hathor

Permitir respirar el dulce aliento del viento del norte (y) beber el agua de la corriente del río.

Tabla 1. Fórmulas de ofrendas presentes en las jambas.

Las fórmulas de ofrendas solían ser textos estereotipados que podían ser comprendidos incluso por miembros no letrados que pudiesen ingresar a la tumba en ocasión de las celebraciones rituales, festivas y religiosas acaecidas en el margen occidental de Tebas (Hartwig, 2004: 10). No obstante, generalmente estos textos presentes en los puntos focales de la tumba estaban destinados a los futuros visitantes del monumento para que con su recitación pudiesen ritualizar y evocar mágicamente las ofrendas para el ka del propietario (Hartwig, 2004: 2).9 De acuerdo con las creencias egipcias, las invocaciones de ofrendas mediante el uso de la fórmula de ofrendas debían ser recitadas en voz alta por los visitantes para traer a la realidad, y a la existencia, lo que se encontraba escrito en ellas en beneficio del ka del propietario del monumento (Hartwig, 2004: 39; Meyer-Dietrich, 2010: 1). El ka necesitaba del mundo de los vivos para poder obtener su sustento y vivir, y dicha necesidad se satisfacía principalmente mediante el establecimiento de un culto mortuorio, atendido por los familiares de los difuntos o por sacerdotes, cuyo deber era presentar ofrendas a los muertos o recitar sus textos en el contexto de un ritual formal (Taylor, 2001: 95). De este modo, mediante la recitación de dichos textos, se produciría una integración social entre el mundo de los vivos y el Más Allá en donde se encontraba el difunto y propietario de la tumba (Meyer-Dietrich, 2010: 1).

Ahora bien, en este trabajo proponemos un modelo de lectura de los textos con fórmulas de ofrendas presentes en las jambas de la TT 318 a partir de un patrón basado en la circulación dentro del monumento, el cual cobraría sentido al leer las fórmulas de ofrendas desde el interior hacia los extremos de las jambas. Así, siguiendo nuestro patrón de circulación, los textos presentes en las jambas más cercanos al pasaje hacia la sala interior se vinculan con el sustento diario del ka de Amenmose, mientras que los textos de los extremos exteriores de las jambas presentan pedidos más relacionados con el recuerdo y el rejuvenecimiento diario del ka. En este sentido, proponemos leer los textos de las jambas en el siguiente orden basados en la numeración de nuestro esquema: 1, 4, 2, 5, 3 y 6. De esta forma, le daríamos un sentido a los mismos evocando la salida del ka desde la sala interior en busca de las ofrendas de sustento diario en el monumento, mediante dicho pasaje que actúa como una zona o espacio liminal. De hecho, y tal como señala Arnold (2003: 89), las puertas representaban un espacio mágico por donde el difunto o su ka podían aparecer.

Así, el primer texto que uno debería leer sería el del extremo interno de la jamba izquierda (1). En él observamos una fórmula de ofrendas en la que el dios Amón permite establecer y dar las ofrendas de comida para que se ritualicen diariamente sobre la mesa de ofrendas.10 La presencia de Amón como dios garante y dador en la fórmula de ofrendas es muy común durante la dinastía XVIII, cuando el dios cobra un protagonismo notable, y se lo vincula y relaciona como un dios creador (Barta, 1968: 289). Sin ir más lejos, en este pedido, Amón es el que, en su rol de dios creador, permitiría todos los días establecer y ritualizar las ofrendas sobre la mesa de ofrendas, para que el ka de Amenmose pueda obtener su sustento diario regenerativo.

El texto de interior de la jamba oriental o derecha (4) y el texto del medio de la jamba occidental o izquierda (2) son, según nuestra hipótesis, los que deberían seguir en la recitación. Se trata de dos textos de ofrendas correspondientes a la típica fórmula de ofrendas invocadas en la que Horus del Horizonte y Osiris aparecen como garantes.11 El pedido de ofrendas invocadas en la fórmula es uno de los más conocidos y empleados a lo largo de la historia del antiguo Egipto (Barta, 1968: 298). Dicha fórmula se relacionaría con el llamado o la recitación que los sacerdotes harían durante los rituales para que el ka del difunto pudiera acudir desde el Más Allá, y salir a través de una falsa puerta a recibir las ofrendas dejadas en su honor y para su sustento diario (Barta, 1968: 298). Y, generalmente, mediante este pedido de dejar salir la voz u ofrendas invocadas, se ofrecen una serie de ofrendas estereotipadas que podemos encontrar en las típicas fórmulas de ofrendas egipcias tales como panes, cerveza, carne de bueyes y aves, comida, alabastro, lino, incienso, ungüento y plantas. En el texto de la jamba derecha (4), Horus del Horizonte es el dios que garantiza y realiza la ofrenda invocada consistente en comida para que el ka de Amenmose pueda acudir y estar en presencia de todos los dioses. Al respecto, uno podría interpretar dicho pedido como una doble ofrenda recíproca, dado que, al recibir ofrendas de comida para llevar en presencia de los dioses, el ka de Amenmose, estaría realizando ofrendas a éstos para que le permitan seguir recibiéndolas. De este modo, las ofrendas de comida que presenta Amenmose a los dioses ritualizarían y garantizarían un ciclo constante y recíproco de ofrendas tanto para el ka como para las divinidades. Por otro lado, el texto de la jamba izquierda (2), consiste en la típica fórmula de ofrendas invocadas que Osiris realiza para el ka de Amenmose. Osiris suele ser uno de los dioses que más se encuentran presentes en las fórmulas de ofrendas egipcias (Barta, 1968: 287). Y, en este texto, dicha divinidad le ofrece al ka ofrendas de comida, alabastro, vestidos, incienso, aceite y todo tipo de plantas que crecen anualmente en Egipto. Así, mediante dicho pedido, el ka de Amenmose podría salir de la capilla a recibir el sustento diario de alimento y ofrendas rituales necesarias para su vida en el Más Allá.

El texto presente en el medio de la jamba derecha (5) contiene una fórmula de ofrendas en la cual el dios Anubis permite al ka de Amenmose entrar y salir de la necrópolis, alcanzar el occidente y poder tener un bello entierro después de la vejez.12 En este pedido encontramos varios deseos para el propietario del monumento. Por un lado, expresa el deseo de poder tener un bello entierro luego de la muerte y, a su vez, que su ka pueda alcanzar el bello occidente, es decir, llegar al Más Allá (Barta, 1968: 306). Y, por otro lado, expresa el deseo de poder entrar y salir del monumento, es decir, circular libremente (Barta, 1968: 312). En este sentido, no es casual que sea Anubis, un dios funerario del Más Allá y el señor de la necrópolis, el que aparezca como divinidad dadora de dicha ofrenda.

Por último, en los textos externos de ambas jambas (3 y 6), la diosa Hathor es la divinidad presente en las fórmulas de ofrendas. El texto externo de la jamba izquierda (3) contiene una fórmula de ofrendas en la que la diosa Hathor actúa como garante de ésta, y en donde se explicita cómo ella cruza el cielo recordando los años para el ka de Amenmose.13 Esto se relacionaría con el viaje fúnebre de los difuntos desde la ribera oriental hacia la occidental, es decir, hacia la necrópolis (Barta, 1968: 306). De hecho, se trata de una metáfora en la que el término biA (cielo) simbolizaría el cruzar las aguas del cielo, dado que dicha palabra en nuestra jamba contiene el clasificador de un canal (Barta, 1968: 306). Por su parte, el otro texto externo, de la jamba derecha (6), contiene otra fórmula de ofrendas en la que Hathor permite al ka de Amenmose respirar el dulce aliento del viento norte y beber del agua de la corriente del Nilo.14 Se trataría de deseos de supervivencia para el ka del difunto en el Más Allá, tales como respirar el aire o beber el agua (Barta, 1968: 330). El respirar el dulce aliento o brisa del norte era un deseo muy requerido por los antiguos egipcios. Éste se vincularía con la brisa del norte que les permitía a los egipcios poder navegar desde el Bajo Egipto hacia el Alto Egipto, es decir, río arriba contra la corriente del Nilo (Ikram, 2009: 4). Pero, a su vez, el viento del norte suele tener un carácter positivo para los egipcios vinculado con la regeneración y la fertilidad porque retrasaba la corriente del Nilo, evitando que ésta fluyera demasiado rápido hacia el mar Mediterráneo, posibilitando así una mayor sedimentación e irrigación de los campos ( VI: 1267; Pammingen, 1991: 71). Se trataría entonces de un deseo que permitiría, por un lado, la movilidad en el Más Allá, tal como el viento del norte permitía a las embarcaciones navegar con facilidad contra la corriente, y la regeneración que la inundación provocaba en los campos egipcios. Por su parte, el beber el agua de la corriente del Nilo se relacionaría con el rejuvenecimiento del difunto (Pamminger, 1991: 71-75; Allen, 2011: 58). El agua de la inundación y de la corriente del Nilo es la que permitía la vida en Egipto, y es por ello que beberla se asociaría con el renacer y el rejuvenecer en el Más Allá.

En suma, los primeros tres textos analizados con fórmulas de ofrendas presentes en las jambas de la TT 318 (1, 4 y 2) se vincularían con la provisión diaria de ofrendas materiales y de comida para el ka de Amenmose. Se trataría de las ofrendas básicas necesarias para la vida en el Más Allá. El resto de los textos de las jambas (5, 3 y 6) incluirían más bien invocaciones relacionadas con el libre movimiento, la regeneración y el recuerdo del ka de Amenmose. Estas invocaciones no podrían realizarse sin las anteriores, puesto que, si el ka no recibe las ofrendas de sustento diario, no podría subsistir. Es por esto que, reafirmando nuestro modelo de lectura de los textos de las jambas, los consideramos finales, dado que el ka al salir del interior de la capilla, primero se acercaría a los textos más internos de las jambas, aquellos que presentan ofrendas de comida y, por último a los textos más externos, que incluyen estos pedidos. Este modelo de lectura también aplicaría para el visitante de la tumba que los habría recitado de acuerdo con los patrones de lectura de los jeroglíficos y su orden, leyendo desde la parte interna hasta la parte externa de cada una de las jambas. Así, dicho pasaje de acceso a la sala interior en la TT 318 puede ser comprendido como un espacio liminal, es decir, un lugar en el que el difunto y propietario de la tumba podía mostrar su identidad y ser una persona digna de recibir ofrendas que pudiesen garantizar su sustento, transformación, transfiguración y movimiento en el Más Allá, y conectar y relacionar ambos mundos (Robins, 2010: 130). Y, a la vez, dicho pasaje habría actuado como un sitio principal para la realización de prácticas rituales por parte de los familiares y visitantes del monumento que, con su lectura y recitación de las fórmulas de ofrendas allí presentes, junto con el nombre de Amenmose, harían posible la perduración de su recuerdo y la reactualización simbólica de ofrendas para el Más Allá.

Consideraciones finales

En este trabajo hemos realizado un estudio del pasaje de acceso de la sala vestibular o transversal a la sala interior o capilla de la tumba de Amenmose (TT 318). Dicho pasaje está conformado por un dintel en el cual se encuentra representado Amenmose, junto a su esposa Henut, adorando a Anubis y a las diosas de Oriente y Occidente, y dos jambas con seis columnas de textos con fórmulas de ofrendas. A partir de su estudio, hemos intentado comprender el pasaje como una entidad arquitectónica específica, dado que presenta y articula distintos espacios dentro del monumento. Ubicado en un punto focal, conecta diversos planos y espacios y confiere una circularidad interna dentro de la tumba. Es así como en este trabajo lo hemos analizado y comprendido como un espacio o zona liminal que conectaría el mundo de los vivos con el Más Allá mediante ciertas prácticas rituales.

Por otra parte, hemos desarrollado un patrón de lectura de los textos jeroglíficos con fórmulas de ofrendas presentes en las jambas del pasaje a partir del análisis de las invocaciones que el ka de Amenmose esperaba recibir para garantizar su sustento diario y su regeneración, rejuvenecimiento y recuerdo. Hemos fundamentado dicho modelo de lectura de los textos a partir de un patrón de circulación interna del monumento, el cual cobraría sentido al leer las fórmulas de ofrendas desde el interior hacia los extremos de las jambas.

En suma, en este trabajo hemos realizado una primera aproximación al estudio del dintel y las jambas del pasaje que conecta la sala transversal con la capilla interior de la TT 318, al cual hemos catalogado como un espacio liminal e interpretado los textos de sus jambas a partir de un modelo de lectura basado en un patrón de circulación interna del monumento.

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1 Tumba anónima de época de Tutmosis III o Tutmosis IV (Porter y Moss, 1960: 244). Durante los trabajos de excavación de la tercera campaña del Proyecto Amenmose en Luxor (febrero-marzo de 2023), se ha logrado encontrar la entrada original de la tumba y remover parte de la tierra y el sedimento que cubrían el patio y la puerta desde el exterior. En la próxima campaña se realizarán los trabajos para poder acceder por la puerta original de la tumba.

2 Sobre las estatuas, véase McQuinn (2011: 68-72).

3 También denominado Blickpunktsbild (Hartwig, 2004: 17, 51-52).

4 Medidas tomadas por la Dra. Liliana Manzi y la Dra. Silvana Yomaha, integrantes del Proyecto Amenmose, durante la primera campaña (enero y febrero de 2020), y revisadas en la segunda campaña (febrero de 2022).

5 Sobre la figura de Anubis entronizado se recomienda la lectura de Antoniadou (2018: 53-54).

6 Medidas tomadas por la Dra. Liliana Manzi y la Dra. Silvana Yomaha, integrantes del Proyecto Amenmose, durante la primera campaña (enero y febrero de 2020), y revisadas en la segunda campaña (febrero de 2022).

7 La representación de la diosa de Occidente sola en escenas de tumbas tebanas es más común. De acuerdo con Refai (1996: 44), durante la dinastía XVIII el período que concentra mayor cantidad de representaciones de esta diosa en tumbas tebanas es el de Tutmosis III. Podemos encontrar dichas representaciones en catorce tumbas: TT 18, TT 24, TT 39, TT 42, TT 53, TT 61, TT 62, TT 82, TT 84, TT 85, TT 87, TT 100, TT 260 y TT 318. Por su parte, las únicas representaciones de las diosas de Oriente y Occidente juntas las encontramos en las tumbas: TT 18, TT 49, TT 61, TT 82, TT 93, TT 100, TT 216 y TT 279.

8 La transliteración y traducción completa de los textos jeroglíficos serán publicadas en una futura publicación.

9 En cierto modo, estos textos pueden ser englobados dentro de la categoría de textos sAx, para que el difunto pudiera ser transfigurado (Hartwig, 2004: 7).

10 Invocación 120 (Barta, 1968: 96, 329).

11 Invocación 2 (Barta, 1968: 88, 234).

12 Combinación de invocaciones 29 y 115 (Barta, 1968: 235, 239).

13 Invocación 30 (Barta, 1968: 91, 235).

14 El oler el dulce aliento del viento norte es catalogado dentro de la invocación 79, mientras que el beber el agua de la corriente del río podemos agruparlo dentro de la invocación 68 (Barta, 1968: 83, 92-93, 237). Esta combinación de dos invocaciones (oler el dulce viento del norte y beber el agua de la inundación) es muy común durante el Imperio Nuevo (Pamminger, 1991: 72).