Noé Jitrik
Debe haber sido en el invierno boreal, o sea en enero de 1991, que nos conocimos con José Saramago en La Habana. A partir de entonces y hasta poco antes de su muerte en 2010, mantuvimos una relación que disfrutó de algunos encuentros en Buenos Aires, México, Lanzarote, Providence pero, sobre todo, de un intercambio de cartas que pudieron aguantar el cimbronazo del correo electrónico. Conservo las mecanografiadas de ambos y he podido rescatar las electrónicas. No se trata de un mero intercambio de informaciones sino de una reflexión prolongada de problemas literarios. Quizás reúna todas, las suyas y las mías, como para dar un testimonio tanto de una afectuosa amistad como de comunes preocupaciones sobre este oficio de escritura. Las que he elegido en esta ocasión corresponden a los últimos años y son posteriores al Premio Nobel así como a la mayor parte de sus libros. No dejan de tener un acento melancólico.
Querido José, hace unos meses te mandé un libro de retratos de Pessoa hechos por Sabat, el extraordinario dibujante uruguayo pero que en verdad es porteño. Tu secretaria me escribió acusando recibo. ¡Ojalá le hayas echado una mirada! Sabat, que te aprecia mucho, sabe que yo hice eso y tiene curiosidad por saber qué te pareció. Me gustaría conocer tu reacción. Entretanto, te mando un gran abrazo, como siempre afectuoso y amistoso. Tuyo, Noé
Noe, ¿Te ha llegado la carta que te escribió José? Es todo tan raro... Si estás conectado, respóndeme, espero en la biblioteca, al lado de casa, ya que un rayo nos ha dejado sin conexión. Besos, Pilar
Querida Pilar, no me ha llegado ninguna carta, se ha de haber perdido, pero no perdamos la conexión. Un beso, Noé
El problema es que te lo mandaba a la universidad. Espero que ahora sí te llegue. Besos para los dos. Y ya hablaremos de Argentina, ahora que tenemos nueva dirección, Pilar
Querido Noé,
Os quatro meses que estivemos ausentes têm grandes responsabilidades. Curiosamente, ontem mesmo, folheando um monte de revistas acumuladas, à procura de algo que me interessasse, saltou-me à vista o que revista parecia e afinal era o que, um minuto depois, eu olhava deslumbrado: a mais extraordinária interpretação de Pessoa que me lembro de ter visto. Não exagero, ou se a exagerar estou, justifico-me com o entusiasmo que cada página ia despertando em mim. Não sabia nada de Sábat, o que demonstra o absurdo de poder ser contemporâneo de um grande artista, e não o conhecer, e não ter visto uma linha ou uma cor suas. Sinto-me francamente envergonhado. Diz a Sábat que tem em mim o mais rendido admirador e que, se é possível, gostaria de me encontrar com ele no princípio de Setembro, quando aí for para o Prémio Clarin de Novela.
Com tudo isto, veio-me à lembrança um prólogo que escrevi, há vinte anos, para o catálogo de uma exposição de retratos de Pessoa organizada pela Fundação Gulbekian. Pensei que podia interessar-te e talvez também a Sábat. Dispõe como melhor entenderes.
Um grande e fraternal abraço,
José
P. S. - O filho de Pilar, que se chama Juan José, está a passar férias (vacaciones) em Buenos Aires. Não te molesta que ele te chame por telefone? É um excelente moço. Está com a noiva, Barbara.
Querido José, no tardaré en informarle a Sábat de tu maravillosa carta: se alegrará mucho. Como yo me alegro de que vengas (vengan) por aquí para el Premio Clarín. En cuanto a Juan José encantado de recibirlos: que me llame cuando venga. Y pues tu carta es admirativa, no vacilo en mandarte por adjunto lo que yo mismo escribí sobre ese libro de Sábat cuando apareció. Ahí va. Un abrazo muy grande, tuyo, Noé
Ahora mismo le llevo tu carta de respuesta a José. Se va a quedar contento. En cuanto a lo de mi hijo, ya te contaré. Se quedan todo el mes y quizá todo el año, porque se han enamorado de esa ciudad y de ese país. Besos, Pilar
Querido José, agradecidísimo Sábat por tu comentario. Me dijo, además, que tuvo la oportunidad de estar junto a tí en una comida. Me dijo, además, que el concurso de Clarín será en noviembre, no en setiembre: entiendo que Clarín lo pospuso para no opacar las elecciones, que tienen que producirse en Octubre y en las que el voto en blanco no tendrá el éxito que se merece. Por fin, si no entendí mal, se va a publicar su libro en Portugal: le gustaría mucho poder reproducir algunos de tus conceptos o palabras y me ha pedido que te lo manifieste delicadamente. Vale la pena hacerlo, creo. Te mando un abrazo pessoístico, o reístico, o campístico, como quieras. Un abrazo, tuyo, Noé
N.B.: ¿cómo están? Espero que bien, ídem nosotros. ¿Recuerdas la frase que se usaba en las cartas de los romanos?: Si tu vales ego valeo.
Querido Noé,
Que o livro de Sábat se vai publicar em Portugal é uma grande notícia para mim e espero que seja uma grande lição para eles, que pareciam incapazes de sair de um conjunto de estereotipos que o tempo e o uso já haviam esgotado. Sábat pode servir-se do que quiser entre as poucas palavras que escrevi, ainda sob o peso da estupefacção. Mas muito mais aproveitará (nem ouso parecer que estou a comparar) do teu texto, que esse, sim, é uma lição de analítica e interpretação do mais inteligente que tenho lido.
Em Novembro lá nos veremos, espero que com vagar e tempo.
Um abraço para ti, outro para Tununa, ambos grandes.
José Saramago
PS - Eis-me às voltas com um livro que se chamará “A Viagem do Elefante”. Não é romance, não é conto, não é ensaio, mas espero que esta dificuldade não impeça os meus leitores de o lerem.
Querido José, inesperadamente, un vendedor de un aparato para escuchar y ver lo que se llama DVD me regaló, con la compra, una grabación de poemas de Pessoa dichos por él mismo: “Mi corazón... que recuerda poco a poco”. No pude menos que acordarme de ti, destinos cruzados, encuentros en lugares de profundidad como buceadores. Y, a recordarte, querer saber de ti, cómo estás, sin noticias desde hace tiempo. Te escribo a pocas horas de irnos a La Cumbre, acaso a descansar, lo piden los huesos pero el alma vaga por otros lugares. Y, como siempre, imaginar cómo están en este instante los amigos más queridos, esa turbación de la presencia, eso que no se puede comprender. Te mando un gran abrazo, como a Pilar, deseando que estés bien, que el año sea mejor y el tiempo más benévolo con nosotros. Tuyo, Noé
Pasiones
El artículo se lo envía Noé Jitrik con el siguiente comentario:
amigos, sólo para estar presente. Abrazos, Noé
http://busquedas.gruporeforma.com/reforma/Documentos/DocumentoImpresa.aspx?ValoresForma=947645-1066,Jitrik
http://www.reforma.com
Querido Noé,
A besta passou perto, mas escapei. Estou em casa desde há dois dias, sentindo-me como um ressuscitado. Esta é a primeira carta que escrevo. Bem o merecia a tua impagavél paciência ante alguns arrastados silêncios meus.
Um abraço,
José
Querido José, nada pudo hacerme sentir tan feliz como recibir tu carta y tu agnóstica resurrección. Lo celebro y recomenzamos. Por mi parte también debo recomenzar pues acabo de cumplir 80 años y me gustaría decir, como un olvidado escritor argentino, “mis primeros ochenta años”. Te mando un gran abrazo y seguimos juntos. Tuyo, Noé
Querido José, me gustaría tener alguna línea tuya para saber cómo estás. Me imagino que bien, recuperada toda la energía. Nosotros estuvimos todo el verano en Córdoba, vida muy tranquila, con gimnasia y todo y, por supuesto, escribir hasta el cansancio. Luego, al volver a Buenos aires, algún pequeño achaque, uno no es el hombre de acero que solía ser pero todo va bien, cesan las molestias y abren a la expectativa de nuevas, las células se cansan y no descansan en sus exigencias cansadas. Terminé de escribir un nuevo relato y estoy en el hueco que se suele producir cuando algo concluye; a esto se suma que no sé qué hacer con él, el panorama editorial argentino es de todo menos editorial y, por cierto, su política parece responder a una conspiración antiliteraria. Veremos. Lo principal, tus noticias, ya sabes cuánto se te quiere en esta humilde casa. Un abrazo, tuyo, Noé
Querido José, leo hoy, en Página 12, una entrevista que te acaba de hacer Juan Cruz, a quien antes de recibir tu mail de “regreso” yo le había escrito preguntándole por tí. Gran alegría me ha dado que estés ya en plena forma y que hayas atravesado esos duros momentos pensando, con serenidad, sin autocompasión, en el trance por el que estabas pasando. Puedo entenderlo: en medio de una depresión bastante fuerte yo podía, sin embargo, seguir escribiendo aunque muchas otras cosas que antes me apasionaban perdían consistencia y sentido. De ello, acuñé una frase que me parece que está en el fondo de lo que le cuentas a Juan: “aceptar pero no entregarse”. No la explico, se explica sola y tiene un alcance no sólo psicológico sino ético. Hace dos días nomás, platicando con un viejo amigo que estaba cumpliendo nada menos que 89 años, se me ocurrió la siguiente y estoica, o existencialista, reflexión: “le es muy duro al ser humano, especialmente urbano, estar solo consigo mismo; tanto que lo rehúye como puede; busca, en consecuencia, la alteridad como refugio o salida y cuando obtiene de ella una respuesta –reconocimiento, apoyo, afecto– siente, o se ilusiona, que ha eludido ese gran riesgo. Por eso, cuando esa alteridad se le niega, y eso sucede casi ineluctablemente con los años, puede derrumbarse: el silencio o el asilo lo esperan; si, en cambio, tiene algo que dar puede contrarrestar esa amenaza, la alteridad continúa brindando lo de siempre, reconocimiento, apoyo, afecto y el estar consigo mismo puede llegar a tener el placentero aspecto de una decisión libre”. Creo que tenemos esa suerte: cabeza activa, imaginación en curso, circuito casi satisfactorio entre estar solo consigo mismo y sostén de la alteridad.
Se habló también de la película que hizo Meirelles sobre Ensayo sobre la ceguera. Pensé, al recordar la novela, que la mujer que no enceguece es semejante al Ismael de Moby Dick, sea la encarnación en personaje de la invulnerabilidad del narrador.
¿Qué te parece? ¿Estamos en funcionamiento? Tú sí, otra vez, yo creo que también. Un gran abrazo y cariños a Pilar, tuyo, Noé
Querido José, hace meses que no tengo noticias de ustedes. ¿Cómo estás? Como ví tu nombre en el anuncio del Premio Clarín pensé que vendrías dentro de un par de meses: ¿es así? ¿vendrás? Nosotros estamos bien, trabajando y viajando. A mediados de setiembre tengo un congreso en Tarragona pero lamentablemente no podré moverme de allí. En todo caso llamaré por teléfono. Entretanto, te mando un gran abrazo esperando que estés bien. Cariños a Pilar, tuyo, Noé
Querido Noé,
Recuperei a saúde, embora ainda não completamente as forças. O regresso à normalidade vai pelo melhor caminho, ganhei 16 quilos sobre os 51 (!) que tinha quando saí do hospital e, a melhor notícia de todas, terminei o meu livro. A viagem do elefante já está nas mãos do editor, que a recebeu de braços abertos e com um entusiasmo reconfortante, reacção que o editor brasileiro coroou chamando-lhe “pequena GRANDE OBRA PRIMA”. Se se pergunta ao autor, ele dirá que o livro não está mal, e com isso se contentará. Em Novembro se saberá o resto. Se quiseres saber pormenores entra no site da Fundação e no respectivo blog, cuja direcção é www.josesaramago.org
Pena que não possas dar um salto de Tarragona aqui. Ver-me-ias ressuscitado e poderíamos conversar sobre a vida e a morte, que são as únicas coisas que verdadeiramente interessam.
Um grande abraço para ti, outro para Tununa. A Pilar acompanha-me nestas efusões à distância.
José
Querido Noé,
No site, na parte referente aos direitos humanos, está uma conferência que dei, doentíssimo, em Cartagena de Índias, no ano passado. O título é “O outro lado da lua” e talvez te interesse.
Um abraço,
José
1 archivo adjunto
Entre el ...doc (74,0 KB) Querido José, gran alegría tu carta, saber que te has recuperado y sigues recuperándote y que, por añadidura, has terminado una nueva novela que, por lo que me dices, te tiene muy contento. Yo igualmente, esperando recibirla con el interés y la pasión con que siempre recibo tus cosas. Debo decirte que hay varias coincidencias. La primera es que yo he firmado un contrato para una última novela que se titula, ¡vaya título!, ‘Destrucción del edificio de la lógica’. Tengo en depósito otras dos que la editorial, Planeta, estaría considerando después que salga aquella. Creo que, como tú, al concluir la última –las otras dos vienen de más lejos– pude exhalar un grito de triunfo, no de guerra –no somos protagonistas de esas contiendas–: quiero entender que el triunfo es contra el tiempo y contra el cuerpo que intenta detener lo más propio, en lo que estamos y en lo que ponemos gran parte de nuestra libido.
La otra coincidencia es que dentro de un mes debo ir a Cartagena también yo. Y que, por supuesto, he leído hasta hace un momento tus reflexiones acerca del nombre. Las encuentro no sólo agudas, como es habitual, sino muy claras y yendo con una facilidad desarmante al fondo del asunto. Coincido plenamente (¿qué es eso de la identidad y por qué se formula como exigencia no etnológica –lo que sería comprensible a partir de una idea de diferencia– sino política y hasta programática?) con tus reflexiones y con la presentación dramática e incómoda para el pensamiento blanco-poseedor de lo indígena. ¿Se sacará alguien del cuerpo mental esta espina? Como viene acompañada de culpa, creciente, dudo que quienes deberían hacerlo lo hagan. De todos modos hay en tu discurso una apelación: ¿a quién está dirigida? ¿quiénes deberían tomar conciencia del tema y qué acciones podrían desarrollar? ¿No serían quienes están en condiciones de hacerlo o sea desde arriba, desde un poder que, por eso mismo, se pondría el ropaje del paternalismo?
Tercera coincidencia: hace poco mandé a una revista italiana un trabajo que escribí hace unos años, revisado ahora, y que se titula ‘Entre el ser y el siendo’. Se trata de cuestiones similares. El matiz que se puede advertir entre eso y tu discurso reside en que por de pronto, al considerar la cultura de esta parte del mundo, sostengo que hay que considerar no sólo el legado imperial sino el aporte negro, fundamental para el norte del sur y el Caribe, y, además, el inmigratorio (sin lo cual no se puede ni siquiera empezar a razonar en países como Brasil, Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay, un poco menos los del norte) que es no sólo un ingreso humano sino de ideas, de conciencia, precisamente de esta clase de problemas. Como ves, me ha interesado mucho tu plática y, si tienes ganas y tiempo de leer, te mando mi texto.
Querido José, estás muy presente en estas lejanas provincias del antiguo imperio hispánico. Hoy mismo sale tu foto en Página 12 y algún comentario acerca de tus 86 y tu lucidez. Lo celebro, me permite recordar que en algún momento hay que acercarse a los amigos así sea en estas convencionales fechas, atormentadas este fin de año, basta con mirar el periódico. Es difícil hacer balances, a lo cual obliga la tradición: uno debería establecer un promedio entre cómo ha ido la propia vida en relación con la vida del mundo y eso es difícil, más cuando hablar de literatura pierde peso cada día. Así que con decirte que la inevitable soledad que produce el tiempo (y de lo cual es mejor no hablar) se ve neutralizada por una inclaudicable voluntad de trabajo (que no necesita ser enunciada) bastaría para que intuyas cómo estamos. Los detalles podrán ser consultados en las entrelíneas de los probables textos.
De modo que todo eso para mandarte un gran abrazo, lo mismo que a Pilar, de nosotros dos, con el deseo de que mi vieja consigna, “aceptar pero no entregarse”, no sea desmentida y los seres imaginarios sigan acompañándonos así como los recuerdos más entrañables. Tuyo, Noé
Querido Noé,
Que pena que Buenos Aires esteja tão longe, Quanto me gostaria estar presente no debute do livro dos Noés.
Vai um abraço por esta via, já que eu não posso ir por nenhuma.
José
Querido José, de veras te extraño: a estas edades no importa confesarlo. Te mandaré el libro. Pero me ha extrañado no haber recibido el último tuyo: debo leerlo en portugués. ¿Estás bien? Muchas gracias por responder tan rápido. Un abrazo, tuyo, uno de los dos Noés
Querido Noé,
Estou finalmente a ler a tua “Destruição do edifício da lógica”, que me está fascinando por vários motivos, sendo um deles a sensação, já experimentada em outras obras tuas, de que sou co-autor do livro... As diferenças entre nós são muitas, mas encontro nestes dois escritores uma espécie de irmandade de pensamento, não porque pensemos o mesmo, mas porque os nossos processos mentais de raciocínio são muito semelhantes. Vou a meio do livro, quando o terminar te direi algo mais completo.
Notícias pessoais? A saúde está estabilizada, mas os médicos vão ser minha companhia até ao fim da vida. Antes isso que não poder tê-los. Terminei um outro livro que seguramente sairá no Outono e que espero causará não pouca agitaçõ. Ainda é cedo para te falar dele. E acabo de reunir em volume os blogs dos últimos seis meses (15 de Setembro-15 de Março) que surpreendentemente encontraram um público. Já estão publicados em Espanha e vão ser vendidos para Itália. Enviar-te-ei daqui, de Lanzarote, um exemplar da edição espanhola e de Lisboa, onde estaremos a partir do princípio de Junho, outro da edição portuguesa.
Abraços para ti e para Tununa,
José Saramago
Querido José, gran alegría tu carta, sobre todo porque veo que estás activísimo y, espero, pese a los galenos, de buen ánimo y salud. Y no te puedo ocultar lo que me produjo el adjetivo que tan generosamente has puesto a tu lectura: “fascinante”. Naturalmente, tú has percibido muy bien la afinidad que hay en el modo de “raciocinio” o de atribuciones narrativas que existe entre ambos. La verificación me pone muy contento porque, tú lo dices, no es que seamos la misma cosa, lo importante es un tono, un registro que nos sería común y que, tal como lo pienso, sería un modo de enfrentar el relato en este tiempo, fuera del desgaste de la literatura en curso. Tampoco te oculto que me gustaría saber cuáles son los otros “motivos”, además de la “sensación” que me transmites. Te mando un gran abrazo, esperando tus libros que refrescarán mi sensibilidad lectora, un poco en baja a causa de trabajos pesados y fastidiosos, que me han cansado mucho en los últimos meses.
Tuyo, y también de Pilar, Noé
Querido José, desde hace unos días estoy en La Cumbre, en pleno invierno, esta vez muy frío y seco. Con un poco más de tiempo, disfruté de algo que ciertos emprendedores del lugar nos proporcionan: un cine-club en el que pude ver una película de un tal Miguel Gomes, portugués, como tú; eso me hizo recordarte, preguntarme por cómo estás y decirte, de paso, que me habías prometido hacerme enviar tu último libro y eso no ocurrió. Pero, también de paso, mis sensaciones acerca de la película, algo así como ¡Qué bello es el mes de agosto! Muy inteligente Gomes: cine dentro del cine; mientras la película se va haciendo, no sin cierta confusión debida a la voluntad de poner muchas cosas, va surgiendo una historia y el modo de hacerla brotar es mediante una especie de viaje por aldeas cerca del río Alva (no creo que Azinaga) de grupos locales que cantan algo semejante a fados pero que no lo son, canciones que son como comentarios de los hechos mínimos que van constituyendo, precisamente, la historia. Esas voces roncas me recuerdan la sentencia del mítico Marceneiro, “Pra cantar o fado no se necesita da voz”. Gómez sabe de cine: grupos de tambores recuerdan a Buñuel y los paisajes a “Levantado del suelo”. ¿Abuso interpretativo de mi parte? No se puede no relacionar, la continuidad de la vida descansa también en esa cualidad.
Nada, pues, sólo hacerte partícipe de esas leves sugerencias estéticas y mandarte un abrazo esperando que estés bien y activo, como siempre, con cariños para Pilar, tuyo, Noé
Querido José, aprovecho tu comentario para responderte y decirte que me ha llegado Caín y Caïm, o sea la versión portuguesa y la española de tu último libro. Muchas gracias. Espero, a mi vez, que hayas recibido Cálculo equivocado pero, sobre todo, espero que estés bien, lo mismo que Pilar. Nosotros, por nuestro lado, la llevamos dignamente: la cabeza es como un tambor en el que cada idea es como un rumor que intenta abrirse paso: ignorancia total de lo que es descansar, ansiedad que algo quiere decir en materia de perduración.
Supe algo de tí por Juan Cruz, con quien platiqué un poco una mañana en Buenos Aires. Si puedes escríbeme con más extensión, tus cartas son esperadas y bien venidas. No olvido tus líneas a propósito de Destrucción del edificio de la lógica y la similitud de los trazos entre ese libro y tu propia respiración narrativa. Y me da mucho gusto.
Te mando un gran abrazo, pronto leeré Caín y te escribiré.
Excelente tu artículo (Cobardes y traidores) en Página 12.
Un abrazo, José Saramago
Querido José, nada más propicio para comentar tu Caín que la fecha de hoy, aunque corresponda al Nuevo Testamento (del que te ocupaste en su momento), simplemente porque pone o debería poner en escena la perturbación que implica la religión, aunque, como dicen, lo ritual se haya evaporado considerablemente. El hecho es que no más hace dos días terminé de leer la novela y, como ya es habitual en tus textos, el ritmo (pese a que no te parezca adecuado el término) me hizo levitar, pero hay un matiz: en este caso ese ritmo está llevado al máximo de su tensión y, en principio, parecería posible caracterizarlo (distancia y acercamiento, ironía y sentido común, idas y vueltas en la temporalidad, incesantes pares dialécticos de escritura, expansiones y retenciones y seguramente muchos otros mecanismos) pero siempre se escapa algo, tal vez el sentido que puede tener la musicalidad o, tal vez, los juegos de lenguaje en una lengua extraordinariamente armónica o, en otro nivel, la intención, que se puede advertir, atenuada por disparadas poéticas incesantes.
Decir que me gustó es decir poco: me dio placer en cuanto a que me permitió comprender un poco mejor tu concepción de la escritura en la cual el vigor no se ha amenguado en lo más mínimo. Pero, además, me ha hecho pensar en un par de cosas. La primera, la preocupación o el interés por el texto bíblico que no creo que esté muy separada de manifestaciones similares que se manifiestan, incluso en este país, el mío, tan lejos de teologías rigurosas (aquí todo es más liviano, incluso las creencias, pese a que sigan generando conflictos y hasta tragedias, como fue la dictadura): mi amigo León Ferrari, un extraordinario pintor, mantiene una cruzada desde hace años contra el catolicismo en un primer plano y la tradición judeo-cristiana de inmediato: es un coleccionista de canalladas, crueldades, tropelías, delirios y otras bellezas que están en el fondo de las religiones más poderosas (de hecho, el dios judío, retomado por el cristianismo, parece ser el más interesante, no tanto para reverenciarlo como para hacerlo personaje; no pasa lo mismo con Alá ni con los dioses chinos o indios); luego, recientemente, se ha publicado un libro, cuyos 25 capítulos fueron escritos por sendos narradores y poetas locales; se titula La Biblia, a mí me ha tocado hacerlo sobre Jeremías, a Tununa sobre Absalón. En el conjunto, se traza un viaje semejante al que hace tu Caín. Y no olvido “En el nombre de Noé”, en el cual, de costado, también se toca la cuestión. ¿Estamos inquietos por el fundamentalismo? No puedo responder pero sí puedo decir que lo que vale es la escritura, en tu caso embriagadora. Y eso es algo muy bueno que me ha pasado en este fin de un año que no ha sido demasiado regocijante casi en ningún momento.
La segunda, se relaciona con un comentario que me hiciste en tu última carta: señalaste que habría entre nosotros algún registro común. Quiero creer que así es y, en consecuencia, si así es, me felicitaría. Entretanto sigo, obstinadamente, tratando de dar cuerpo a figuraciones muy parecidas a la nada. ¿De la que hablaba Flaubert?
Desde luego, mis mejores deseos para lo que hay en Lanzarote, o sea Pilar y tú. Y, como siempre, la esperanza de volver a vernos. Un gran abrazo, tuyo, Noé
Querido José, ¿cómo estás? Hace tiempo que no tengo noticias tuyas. Tampoco me respondiste un mail de hace unos meses en el que te comentaba algo acerca de Caín. Espero que estés bien. Nosotros aquí, en La Cumbre, un pueblo de Córdoba verde y calmo, casi a punto de ver que otro verano concluye. Me gustaría mucho seguir charlando contigo, no hay mucha gente con la que se puede hablar.
Te mando un fuerte abrazo y mis cariños a Pilar. Tuyo, Noé
Em matéria de saúde levo meses e meses navegando contra o vento. Se apesar de tudo vou avançando é graças à ciência da marinharia que recomenda, em tais casos, a navegação à bolina, coisa que as mulas aprenderam também e praticam quando têm de subir uma encosta. Sofro de uma constante perda de equilíbrio que chega por vezes a fazer-me cair. Fiz ontem uma ressonância magnética que dirá se padeço de alguma afecção no cerebelo, órgão fundamental para que o ser humano seja de facto um bípede. Não tardarei a sabê-lo. Li, na altura própria, as tuas mais do que pertinentes observações sobre o meu Caim e a razão porque não te respondi já a tens aí. Espero poder fazê-lo em ocasião mais propícia, quando estiver seguro de que controlo o timão da minha cabeça.
Esta carta é breve, mas outras haverá. Entretanto vou empurrando um novo livro, embora sem a certeza de ser capaz de o levar a bom porto. Vamos a ver, como dizia o cego.
Um grande abraço, sempre.
José Saramago
Querido José, falto de noticias, quisiera saber cómo estás; espero que bien y trabajando, como siempre. Te recuerdo con cariño, cuánto me gustaría poder conversar contigo. Un abrazo, tuyo, Noé
En junio Saramago murió.